Autor/autores:
Laurie J. Hannigan; Tom A. McAdams y Thalia C. Eley
La depresión ya es muy prevalente en la adolescencia tardía, lo que indica que la investigación en su emergencia de desarrollo debe considerar los factores de riesgo y los contextos ambientales anteriores. El entorno familiar es un contexto clave para los niños y adolescentes durante el desarrollo. Sin embargo, no se puede suponer la naturaleza de las relaciones que exi...
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La depresión ya es muy prevalente en la adolescencia tardía, lo que indica que la investigación en su emergencia de desarrollo debe considerar los factores de riesgo y los contextos ambientales anteriores. El entorno familiar es un contexto clave para los niños y adolescentes durante el desarrollo. Sin embargo, no se puede suponer la naturaleza de las relaciones que existen entre los aspectos del entorno familiar y el desarrollo de síntomas depresivos. Se han utilizado estudios genéticamente informativos para proporcionar información sobre la etiología de tales relaciones, encontrándolos a menudo en parte confundidos por la influencia de los genes de los niños. Aquí, investigamos el cambio de desarrollo en la etiología de la asociación entre los aspectos del entorno familiar y los síntomas depresivos al inicio de la adolescencia.
Utilizamos los datos longitudinales de los informes de los hijos y los padres de más de 5.000 pares de gemelos inscritos en el Estudio de desarrollo temprano de gemelos del Reino Unido. Se utilizaron modelos de ecuaciones estructurales multivariantes y genéticamente sensibles para descomponer la variación latente y la covarianza en los síntomas depresivos (medidos a los 12 y 16 años) y aspectos del entorno familiar (a los 9 y 14 años) en influencias genéticas y ambientales.
De la infancia a la adolescencia, las influencias genéticas representaron una proporción creciente de la asociación [30% (16-42) de r = .44 en la infancia; 40% (25-61) de r = .43 en la adolescencia], a expensas de las influencias ambientales compartidas, que pasaron de 70% (58-83) a 48% (29-62). Las influencias ambientales únicas representaron una proporción significativa de la asociación sólo en la adolescencia [12% (06-18)]. Los cambios en el desarrollo podrían atribuirse en gran medida a cambios sutiles en la importancia relativa de los factores etiológicos estables, en lugar de la aparición de influencias propias de la adolescencia.
Estos hallazgos enfatizan la importancia del contexto de desarrollo y etiológico en la interpretación de las asociaciones entre los aspectos del entorno familiar y los resultados emocionales del niño.
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Goldberg y Stephen M. Stahl. Prologo de Alan F. Schatzberg. Durante las últimas cuatro décadas, l...
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