En el primer estudio integral del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) en niños en edad preescolar, los investigadores han encontrado pruebas de que los cambios estructurales en el cerebro ya son reconocibles a la edad de 4 años.
"Una de nuestras grandes preguntas fue pensar en un trastorno de inicio temprano y relacionarlo con las anomalías cerebrales de inicio temprano", dijo Lisa Jacobson, una de las investigadoras involucradas en el estudio, que apareció en el Journal of the International Neuropsychological Society. "Nuestros resultados nos dicen que esto no es solo un trastorno del comportamiento. Es un trastorno neurológico".
El estudio encontró reducciones generalizadas en el volumen de materia gris en los cerebros de niños con TDAH. Y cuanto más grave es su comportamiento, más difieren sus cerebros de los de los niños que no han sido diagnosticados con TDAH, según Jacobson, un neuropsicólogo pediátrico de Johns Hopkins y el Instituto Kennedy Krieger. Las diferencias más significativas en el volumen cerebral se observaron en los lóbulos temporal y prefrontal, incluyendo las áreas asociadas con la actividad, la atención y el control motor. Los resultados del presente estudio en preescolares son similares a los de investigaciones anteriores en niños y adolescentes en edad escolar.
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"Cuando diseñaron el estudio, incluso Mark Mahone (el autor principal) no pensó que encontraría estas diferencias", comentó James Griffin de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH por sus siglas en inglés), que financió la investigación. Griffin es el subdirector de la rama de Desarrollo Infantil y Comportamiento del NIH. "Se sorprendieron de lo temprano que estas diferencias se hacían evidentes en el cerebro".
Los autores reconocen que el rango de comportamiento "normal" para niños de esta edad es amplio y variable, y que estas diferencias cerebrales están meramente asociadas con, y no necesariamente, la causa de los síntomas del TDAH. También señalan que los cerebros de los niños no se desarrollan en el mismo período de tiempo.
Otro problema es que, de acuerdo con Jacobson, pocos o ninguno de los preescolares en el grupo con TDAH fueron diagnosticados con el trastorno antes del estudio.
Los expertos no asociados con el estudio también mencionaron la dificultad de sacar conclusiones basadas en los promedios de los dos grupos.
"Centrarse en esto da una falsa impresión de las dos muestras", escribió Sami Timimi en un correo electrónico enviado a The Washington Post. Tami es profesor visitante de psiquiatría infantil y mejora de salud mental en la Universidad de Lincoln en el Reino Unido.
Más de 6 millones de niños de entre 2 y 17 años que viven en Estados Unido han sido diagnosticados con TDAH, según las estadísticas más recientes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés). Sin embargo, hace treinta años, el número se reducía a la mitad, lo que sugiere a algunos críticos que el trastorno está sobrediagnosticado hoy en día.
"El tamaño del cerebro, como todos los rasgos biológicos, se encuentra en un espectro", dijo Jonathan Leo, profesor de neuroanatomía en la Universidad Lincoln en Tennessee.
David Cohen, profesor de bienestar social en la Universidad de California en Los Ángeles, señala que hay más niños tratados por TDAH en Estados Unidos que en gran parte del resto del mundo. "Los hallazgos de los escáneres cerebrales no pueden comenzar a explicar esto", apunta.
Jacobson y los otros científicos que contribuyeron a la investigación dicen que les gustaría que esto sea un estudio longitudinal para que puedan seguir a los niños hasta la adolescencia. ¿Los cerebros de los niños van a mostrar síntomas más persistentes? Jacobson no lo tiene claro: "Porque (de ser así) ese será el sello distintivo del tratamiento".
