Se encontró una sorprendente mayor prevalencia de trastornos del espectro autista (2,6%) que las estimaciones previas en los niños de Corea del Sur de 7-12 años. Los expertos discrepan sobre las causas y el significado de los recientes aumentos en la prevalencia de los trastornos del espectro autista (TEAs). Los datos limitados sobre las tasas de base de población contribuyen a esta incertidumbre. Utilizando una muestra basada en la población, los autores trataron de estimar la prevalencia y describir las características clínicas de los trastornos del espectro autista en los niños en edad escolar. La población objetivo eran todos los niños de 7 a 12 años de edad (N = 55.266) en una comunidad de Corea del Sur; el estudio utilizó un grupo de alta probabilidad de las escuelas de educación especial y un registro de discapacidad y una baja probabilidad, muestra de la población en general de las escuelas regulares. Para identificar los casos, los autores utilizaron el Cuestionario de Detección del Espectro Autista para la detección sistemática, múltiple informante. Los padres de niños que dieron positivo se ofrecieron a evaluaciones integrales utilizando procedimientos de diagnóstico estandarizados.
La prevalencia de los TEA se estimó en 2,64% (IC del 95% = 1,91-3,37), con 1,89% (IC 95% = 1,43 a 2,36) en la muestra de población general y 0,75% (IC del 95% = 0,58 a 0,93) en el grupo de alta probabilidad. Las características de TEA difirieron entre los dos grupos: las probabilidades de niño a niña eran 2,5: 1 y 5,1: 1 en el grupo de muestra de la población general y grupo de alta probabilidad, respectivamente, y las proporciones de los trastornos autistas a otros subtipos TEA fueron de 1: 2.6 y 2,6: 1, respectivamente; el 12% en la muestra de población general tenía un coeficiente intelectual superior, en comparación con el 7% en el grupo de alta probabilidad; y el 16% en la muestra de población general tenía discapacidad intelectual, en comparación con el 59% en el grupo de alta probabilidad.
Dos tercios de los casos de TEA en la muestra general fueron a una escuela ordinaria, sin diagnosticar y sin tratar. Estos hallazgos sugieren que la detección rigurosa y completa cobertura de la población son necesarias para producir estimaciones más precisas de prevalencia de TEA y subrayar la necesidad de una mejor detección, evaluación y servicios.
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