Una propensión genética compartida subyace en las experiencias de victimización por bullying durante la infancia tardía y en el pensamiento autoperceptivo paranoide en la adolescencia

Resumen

Antecedentes: El bullying es un factor de riesgo para el desarrollo de experiencias psicóticas (EP). Se desconoce si el bullying está asociado con EP particulares y en que grado los genes y el ambiente influyen en la asociación. Este estudio investigó cuáles EP en la adolescencia se asocian a la victimización temprana por bullying y qué contribuciones genéticas y ambientales subyacen a esta asociación. Método: Los participantes fueron 4.826 parejas de gemelos de un estudio longitudinal comunitario en Inglaterra y Gales que informó sobre la victimización por bullying a la edad de 12 años. Medidas de EP específicas (autopercepción paranoica, alucinaciones, desorganización cognitiva, grandiosidad, anhedonia y síntomas negativos parentales) se registraron a la edad de 16 años. Resultados: La victimización por bullying en la niñez fue más fuertemente asociada con la paranoia en la adolescencia (r = 0,26; p <0,01), con asociaciones más débiles de alucinaciones, desorganización cognitiva, síntomas negativos parentales (r = 0,12 a 0,20; P < 0,01), grandiosidad (r = 0,04; p <0,05) y anhedonia (r = 0,00, n.s.). El modelo bivariado ajustado para gemelos demostró que la victimización por bullying y la paranoia eran hereditarias (35% y 52%, respectivamente) con influencias ambientales únicas (39% y 48%, respectivamente), además que la victimización por bullying mostró influencias ambientales comunes (26%). La asociación entre la victimización por bullying y la paranoia operó casi en su totalidad a través de influencias genéticas (heredabilidad bivariada = 93%), con una considerable superposición genética (correlación genética = 0,55). Conclusión: En contraste con el papel asumido de la victimización por bullying como algo provocado ambientalmente, estos datos sugieren que la victimización por bullying en la infancia tardía está particularmente vinculada a la autopercepción paranoica en la adolescencia a través de una propensión genética compartida. Clínicamente se prevé que los individuos con historia de victimización por bullying sean particularmente susceptibles a síntomas paranoides.

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