Utilizan imágenes por resonancia magnética para medir el crecimiento cerebral infantil con más precisión

Un equipo de investigación de la Universidad de California y de la Facultad de Medicina San Diego de la Universidad de Hawaii (ambos en Estados Unidos) ha utilizado por primera vez imágenes por resonancia magnética (MRI, en sus siglas en inglés), para medir el desarrollo precoz del cerebro de los lactantes y realiza mapas de crecimiento cerebral enteros más precisos. Este sistema ofrece además, una primera estimación sobre las trayectorias de crecimiento de las áreas subcorticales durante los tres primeros meses de vida del recién nacido. Los autores apuntan también que evaluar el tamaño, la simetría y la tasa de crecimiento de las diferentes regiones del cerebro podría ser clave en la detección y tratamiento de los primeros signos de los trastornos del neurodesarrollo, cono el autismo o una lesión cerebral perinatal.

En el estudio, publicado en JAMA Neurology, se utilizaron MRI del cerebro del recién nacido para calcular el volumen de las múltiples regiones del cerebro y trazar las trayectorias de crecimiento regional durante sus primeros 90 días de vida. El sistema MRI proporciona imágenes de alta calidad de los diferentes tipos de tejido sin utilizar radiación.

Durante la investigación, Dominic Holland, principal autor del estudio y sus colaboradores, realizaron un seguimiento del crecimiento del cerebro en bebés que ya lo tenían completamente formado y en recién nacidos prematuros sin problemas de salud neurológicos.

Los resultados mostraron que el cerebro de un recién nacido crecía un uno por ciento inmediatamente después del parto pero se ralentizaba hasta un 0,4 por ciento a los tres meses de vida. En ambos sexos, el cerebelo, que está involucrado en el control motor, incrementaba su volumen en un 47 por ciento en 90 días, lo que sugiere que el desarrollo de la memoria episódica no es tan importante en esta etapa de la vida. Los autores también averiguaron que las asimetrías en el cerebro están relacionadas con funciones como la destreza o la habilidad con los idiomas.

Las futuras investigaciones que llevará acabo este equipo estarán orientadas a conocer cómo los tamaños estructurales del cerebro nada más nacer y las tasas de crecimiento posteriores se alteran como consecuencia del consumo de alcohol y drogas durante el embarazo.