Resumen

Para las personas con enfermedad mental que son violentas, se han adoptado una serie de intervenciones con el objetivo de reducir los resultados de violencia. Muchas de estas intervenciones se han tomado de otras poblaciones (reincidentes) y su base de evidencia en una población con Enfermedad Mental Grave (SMI) es incierta. El objetivo de este estudio es agregar base de evidencia para las intervenciones no farmacológicas para reducir la violencia entre los adultos con enfermedad mental grave y PD (Trastorno de la Personalidad), y evaluar la eficacia de estas intervenciones.

Elegimos centrarnos en intervenciones distintas en lugar de en los modelos de servicios integrales, donde cualquier elemento responsable del cambio terapéutico sería difícil de aislar. Se realizó una síntesis crítica y narrativa sistemática de las intervenciones no farmacológicas destinadas a reducir la violencia en una población con SMI y en pacientes con un diagnóstico primario de PD. Se realizaron búsquedas de cinco bases de datos online junto con una búsqueda manual de siete revistas relevantes, y se obtuvieron la opinión de los expertos. La elegibilidad de todos los artículos devueltos se evaluó de forma independiente por dos autores, y la calidad de los estudios se evaluó a través de la Herramienta de Colaboración de Cochrane para evaluar el Riesgo de Sesgo.

Se incluyeron 23 estudios de diversas intervenciones psicológicas y prácticas, con un rango de diseños de estudio experimentales y cuasi-experimentales que incluyeron 7 ensayos controlados aleatorios (RCTs). La mayoría eran estudios de delincuentes con trastorno mental. La evidencia más fuerte existía para los pacientes con un diagnóstico de SMI que recibían terapia cognitivo-conductual o Razonamiento y Rehabilitación modificada (R & R). Para los pacientes con un diagnóstico primario de PD, una versión modificada de R & R apareció tolerable y las Habilidades de Pensamiento Mejoradas mostraron alguna promesa en la mejora de las actitudes a corto plazo, pero los estudios de la Terapia Dialéctica Conductual en esta población se vieron comprometidas por el alto riesgo de sesgo experimental. Poca evidencia se pudo encontrar de intervenciones no farmacológicas y no psicológicas.

La evidencia de las intervenciones no farmacológicas para reducir la violencia en esta población no es concluyente. Los resultados a largo plazo no existen y son necesarios RCTs de buena calidad para desarrollar una base más sólida.

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