Autor/autores:
Novelle MG y Diéguez C.
El proceso de alimentación es requerido para la vida básica, influenciado por señales ambientales y estrictamente regulado de acuerdo a las demandas del medio interno por circuitos regulatorios del cerebro. Aunque la conducta alimentaria no puede considerarse "adictiva" en circunstancias normales, las personas pueden volverse "adictas" a este comportamiento, de forma similar a...
Estás viendo una versión reducida de este contenido.
Para consultar la información completa debes registrarte gratuitamente.
Tan sólo te llevará unos segundos.
Y si ya estás registrado inicia sesión pulsando aquí.
El proceso de alimentación es requerido para la vida básica, influenciado por señales ambientales y estrictamente regulado de acuerdo a las demandas del medio interno por circuitos regulatorios del cerebro. Aunque la conducta alimentaria no puede considerarse "adictiva" en circunstancias normales, las personas pueden volverse "adictas" a este comportamiento, de forma similar a como algunas personas son adictas a las drogas. Los síntomas, los antojos y las causas de la "adicción a la comida" son notablemente similares a los experimentados por los drogadictos, y tanto el comportamiento de búsqueda de drogas como la adicción a la comida comparten las mismas vías neuronales. Sin embargo, si bien el proceso de adicción a las drogas ha sido altamente caracterizado, la adicción a la comida es un campo naciente. De hecho, todavía hay una gran controversia sobre el concepto de "adicción a la comida". Esta revisión pretende resumir los modelos animales más relevantes de "conducta adictiva alimentaria", enfatizando el trastorno de atracones, que podría ayudarnos a comprender los mecanismos neurobiológicos ocultos bajo este comportamiento y mejorar la psicoterapia y el tratamiento farmacológico en pacientes que padecen estas patologías.
Para acceder al texto completo consulte las características de suscripción de la fuente original:http://www.mdpi.com
