Este trabajo pretende analizar la probabilidad de ingresos hospitalarios según el estado de salud mental de la población española adulta. Para ello se utilizaron los datos de 21.007 participantes recogidos en la Encuesta Nacional de Salud (ENS) de 20124, que son representativos de la población española adulta no institucionalizada. El estado de salud mental se valoró mediante la puntuación total en el Cuestionario de Salud General-12 preguntas (GHQ-12), incluido en la ENS, y las respuestas autorreferidas sobre antecedentes de diagnóstico de trastorno mental (ansiedad, depresión crónica u otros problemas mentales) y consumo de psicofármacos (ansiolíticos, hipnóticos, antidepresivos o estimulantes) en las 2 semanas previas a la ENS.
Se tuvieron en cuenta el nivel académico clasificado en tres categorías (estudios universitarios y grados, secundarios, primarios y sin estudios), la clase social en tres categorías (niveles I-II, III-IV y V-VI) y la presencia o ausencia de diversas patologías orgánicas durante el último año.
La estimación de la proporción de sujetos que han requerido un ingreso hospitalario en el año previo a la ENS se presenta como porcentaje. Se aplicó el test de ji al cuadrado para comparar proporciones. Se calculó una regresión logística ajustada por sexo, edad, nivel académico, clase social y presencia de diversas patologías orgánicas. Los valores perdidos o sin respuesta en las diferentes patologías, nivel académico y nivel social se trataron como otra categoría.
Los problemas de salud mental (evaluada con tres aproximaciones diferentes: GHQ ?35, diagnóstico de enfermedad mental y consumo de psicofármacos) se asocian a un mayor número de ingresos hospitalarios (tabla 1). Dado que los problemas de salud mental a menudo se asocian a patologías orgánicas crónicas, conllevan una menor calidad de vida y peor evolución de la enfermedad orgánica, se ajustaron modelos de regresión logística para controlar la confusión por las principales patologías orgánicas, si bien no puede descartarse cierta confusión residual por la presencia de otras patologías orgánicas.