Adicción a internet:Conceptualización y Mecanismos explicativos
FUENTE: PSIQUIATRIA.COM. 2000; 4(1)
Rafael I. Madrid López
PALABRAS CLAVE: Internet, Adicciones no químicas, Criterios diagnósticos.
KEYWORDS: Internet, Non chemical addictions, diagnostic criteria.
Resumen
En los últimos años el crecimiento del uso de Internet está cambiando los hábitos de vida de las personas. A
medida que se ha incrementado su uso, han surgido numerosos estudios que indican que puede desarrollarse una
relación de dependencia e incluso de adicción hacia la red. En este artículo se analizan las investigaciones hasta la
fecha sobre el supuesto Desorden de Adicción a Internet (IAD), los criterios diagnósticos que se han propuesto y
los posibles mecanismos explicativos responsables de su desarrollo.
Abstract
In the last years the growth of the use of Internet is changing the habits of people's life. As their use has been
increased, numerous studies that indicate that a dependence relationship and even an addiction toward the net
can be developed have arisen . In this article these investigations on the supposed Internet Addiction Disorder
(IAD), the diagnostic criteria that have intended and the possible explanatory mechanisms responsible for their
development are analysed.
1.INTRODUCCIÓN: ¿QUÉ ES INTERNET?
Internet puede definirse como una red de redes de ordenadores que comparten datos y recursos. Existe una
conexión de redes a nivel mundial que permite a los ordenadores (y a las personas) comunicarse entre sí en
cualquier parte del mundo. Esto nos permite tener acceso a información y personas que de otra forma no sería
posible. El abaratamiento de los costes de conexión, las mejoras tecnológicas y la llegada masiva de los
ordenadores personales a los hogares, está produciendo un crecimiento exponencial de los usuarios y que
Internet pase de ser solo una herramienta de investigación en las Universidades y servicios de defensa, a
convertirse en un instrumento imprescindible para ocio y negocio. Pero Internet es mucho más que un
divertimento, para algunas personas se convierte en el medio alrededor del cual gira buena parte de sus vidas.
Desde el punto de vista de la comunicación permite crear grupos, asociaciones y comunidades virtuales con un
objetivo o interés en común que solo es posible en este medio que elimina las distancias geográficas. A esto es a
lo que se llama globalización. Para ello, Internet cuenta con multitud de herramientas y aplicaciones que permiten
al usuario interaccionar con la máquina y con los otros. Estas son las más utilizadas (Esebbag y Martínez, 1998): ·
Los navegadores web: Cuando se accede a una página de la World Wide Web (WWW, la telaraña mundial)
mediante algún navegador tenemos acceso a un documento de hipertexto. El hipertexto es lo que nos permite
saltar de una página a otra de nuestro interés simplemente pulsando en un vínculo resaltado. Esto facilita la
navegación. El contenido de una página web puede ser de cualquier tipo, incluyendo imágenes, sonidos, videos y
texto escrito. Para localizar una información existen los llamados motores de búsqueda (p. Ej. Yahoo!) que
examinan millones de direcciones en pocos segundos. Estoy hace posible que podamos encontrar lo que
buscamos con solo introducir la palabra clave relacionada. · Internet Relay Chat (IRC): Los canales IRC permiten
mantener conversaciones con otros usuarios. Las salas de chat se estructuran habitualmente según el tema que
están tratando, el usuario solo tiene que pulsar en el tema de su interés para unirse a la conversación (p. Ej.
Fútbol o Sexo). A las salas de chat se puede acceder desde un programa cliente (p. Ej. MIRC) o desde alguna
página web que tenga este servicio. En las salas de chat aparecen los apodos ("nicks") de los usuarios que están
conectados, permitiéndose enviar mensajes o mantener conversaciones privadas con solo pulsar sobre su
nombre. · El correo electrónico: Es quizá la herramienta más utilizada. Sirve para enviar mensajes con varias
ventajas: rapidez, economía, fiabilidad y comodidad. Las listas de correo o grupos de noticias son grupos de gente
interesadas en un mismo tema que comparte artículos, noticias e ideas por esta vía. Los foros de debate
mundiales (p. Ej. USENET) acogen grupos de discusión en los que cualquiera puede expresar sus opiniones. ·
Transferencia de ficheros: Mediante el protocolo FTP se permite acceder a ficheros en ordenadores conectados de
todo el mundo, lo que permite conseguir imágenes, programas informáticos gratuitos o artículos científicos y
grabarlos en nuestro ordenador. Otra aplicación que usa Internet son los canales MUD (Multi Users Dungeons),
una evolución del clásico juego de rol "Dungeons and dragons" (Dragones y mazmorras) en los que los jugadores
crean un personaje virtual que va evolucionando en función de lo sus decisiones en el trascurso de una historia
(Morahan-Martin y Schumacker, 1997). El diseño de estas aplicaciones e Internet en sí permiten el anonimato en
las interacciones, lo cual hace que la comunicación por vía electrónica tenga una características que la diferencian
de la que se puede dar en la vida real: la desinhibición (Greenfield, 1999b): Consiste en una pérdida del pudor y
del miedo a expresarse libremente, lo cual provee a la persona de un sentimiento de protección y libertad al
mismo tiempo. Internet es una herramienta a la que se le atribuyen innumerables ventajas para la educación, el
comercio el entretenimiento y en ultima instancia para el desarrollo del individuo. La participación en grupos
virtuales nos permite interaccionar con gente con nuestros propios intereses donde sea que estén ubicados
físicamente. En un estudios con estos grupos de discusión McKenna y Bargh (1998) encontraron que este medio
permitía a aquellos con personalidades estigmatizadas (por razones de sexo o ideología) llegar a una gran
autoaceptación que en última instancia conducía a revelar a sus familiares y amigos su identidad oculta. Esto hace
que la pertenencia al grupo virtual se convierta en una parte importante de su identidad. Sin embargo a Internet
también se le atribuyen propiedades negativas. En el estudio de Kraut y cols. (1998) se llegó a la conclusión de
que Internet contribuía a reducir el círculo social y afectaba al bienestar psicológico, desplazando la actividad
social y reemplazando los lazos de unión fuertes por otros más débiles. Las amistades creadas en la red parecen
ser más limitadas que las respaldadas por una proximidad física. En los últimos años, la evidencia sobre
consecuencias negativas relacionadas con el uso de Internet ha llevado a varios autores (Echeburúa y cols., 1998;
Griffiths, 1997; Young, 1996) a proponer la existencia de un desorden de adicción a Internet similar a los
problemas que aparecen con otras conductas adictivas (juego, sexo, trabajo, etc.).
2. ADICCIONES PSICOLÓGICAS (NO QUÍMICAS)
Para la gente el concepto de adicción incluye tomar drogas, la mayoría de las definiciones sobre lo que es una
adicción se centran en el abuso de sustancias. Sin embargo hay un movimiento creciente de autores (Echeburúa,
1999; Griffiths, 1998) que encuentran una serie de conductas potencialmente adictivas, incluyendo muchos
comportamientos que no implican el consumo de drogas. Estas adicciones no químicas incluirían conductas como
el juego, el sexo, el trabajo o las compras (Echeburúa, 1999). Durante siglos la gente se ha encontrado
dependiente psicológica o físicamente a muchos comportamientos y sustancias. Esto no se debe a un mero
interés, sino que consiste en un patrón de uso que puede llevar a un eventual impacto negativo en el
funcionamiento, afectando al matrimonio, relaciones, trabajo, economía e incluso al estatus legal (Greenfield,
1999b). Sin embargo, las adicciones psicológicas o no químicas no se encuentran incluidas como tales en el DSM
IV, en las que el término adicción se reserva para los trastornos producidos por el abuso de sustancias
psicoactivas. En el DSM IV (APA, 1994) las adicciones psicológicas vendrían incluidas en los trastornos del
control de impulsos, tal como aparece el juego patológico. Según Echeburúa y Corral (1994) cualquier conducta
normal placentera es susceptible de convertirse en un comportamiento adictivo. Se podrían hacer usos anormales
de una conducta en función de la intensidad, de la frecuencia o de la cantidad de dinero invertida y, en último
termino, en función del grado de interferencia en las relaciones familiares, sociales y laborales de las personas
implicadas. Los componentes fundamentales de los trastornos adictivos serían la pérdida de control y la
dependencia. Para Griffiths (1998) cualquier comportamiento que cumpla estos seis criterios será definido
operacionalmente como adicción: 1. Saliencia: Se refiere a cuando una actividad particular se convierte en la más
importante en la vida del individuo y domina sus pensamientos, sentimientos y conducta. 2. Modificación del
humor: Experiencias subjetivas que la gente experimenta como consecuencia de implicarse en la actividad. 3.
Tolerancia: Proceso por el cual se requiere incrementar la cantidad de una actividad particular para lograr los
efectos anteriores. 4. Síndrome de abstinencia: Estados emocionales desagradables y/o efectos físicos que
ocurren cuando una actividad particular es interrumpida o repentinamente reducida. 5. Conflicto: Se refiere a los
conflictos que se desarrollan entre el adicto y aquellos que le rodean (conflicto interpersonal), conflictos con otras
actividades (trabajo, vida social, intereses, aficiones), o dentro de los propios individuos ( conflicto intrapsíquico)
que están involucrados con la actividad particular. 6. Recaída: Es la tendencia a volver los patrones tempranos de
la actividad que vuelven a repetirse, restaurando los patrones más extremos de la adicción tras muchos años de
abstinencia o control. Por lo tanto lo importante en la adicción no es la actividad concreta que genera la
dependencia, sino la relación que se establece con ella. Es una relación negativa, incluso destructiva que el sujeto
se muestra incapaz de controlar.
3. LA ADICCIÓN A INTERNET
3.1. Definición
Con el desarrollo de Internet y su crecimiento exponencial han aparecido también los primeros casos de
psicopatología relacionados con la red. El trastorno de dependencia de la red se ha conocido con muchos
nombres: desorden de adicción a Internet Internet Addiction Disorder (IAD)- (Goldberg, 1995), uso compulsivo
de Internet (Morahan-Martin y Schumacker, 1997), o uso patológico de Internet Pathological Internet Use
(PIU)- (Young y Rodgers, 1998b). La tarea de definir lo que es la adicción a Internet es algo que ya de partida nos
supone un problema. Con lo ya expuesto en el apartado anterior podemos decir que el uso de Internet (como
cualquier otro comportamiento) es susceptible de crear una adicción en función de la relación que el sujeto
establezca con ese uso. Uno de los aspectos problemáticos es: ¿a qué se hacen adictos los adictos a Internet? ¿Es
al contenido al que acceden o es al Internet en sí? Respecto a esto Pratarelli y cols. (1999), utilizan el término de
adicción al ordenador/Internet, y la definen como un fenómeno o desorden putativo que depende tanto del medio
como del mensaje, sin inclinarse a favor de ninguno. Un ejemplo de la problemática lo encontramos en la relación
entre adicción al sexo y adicción a Internet. Un individuo que fuese adicto a las páginas de contenido sexual,
¿sería un adicto al sexo, a Internet, o a ambos?. Guerricaecheverría y Echeburúa (1997) exponen un caso clínico
de adicción a las líneas telefónicas de party line y eróticas, señalando que se trata de una variante de adicción al
sexo. En este caso nos sería difícil de entender que existiera una adicción al teléfono en sí. Por otro lado, Griffiths
(1997) señala la existencia de lo que el llama "adicciones tecnológicas", que se definen como adicciones no
químicas que involucran la interacción hombre-máquina. Estas pueden ser pasivas (como la televisión) o activas
(como los juegos de ordenador o Internet). Esta sería una modalidad de las adicciones psicológicas o
conductuales, que a su vez incluiría a la adicción a Internet. Varios autores (Echeburúa, 1999; Griffiths 1998) han
señalado que Internet podría ser, en al mayoría se los casos, solo un medio o "lugar" donde alimentar otras
adicciones o trastornos (P. Ej. adicción al sexo, ludopatía o parafilias), aunque también señalan que existen casos
de adicción a Internet por sí mismo.
3.2. Criterios diagnósticos
Al ser el propio Internet una herramienta cuya implantación masiva es posterior a la edición del DSM IV, no es
de extrañar que no aparezca referencia alguna a la Adicción a Internet en dicho manual. Este vacío es el que ha
empujado a los investigadores a desarrollar sus propios instrumentos de diagnóstico. La primera persona que
estableció criterios diagnósticos para la adicción a Internet (algunos dicen que a modo de broma; Grohol, 1997)
fue el psiquiatra Ivan Goldberg. Goldberg (1995) propone un conjunto de criterios para el diagnóstico del
desorden de adicción a Internet (IAD) basados en los criterios diagnósticos del abuso de sustancias: Un patrón
desadaptativo de uso de Internet, que conlleva un deterioro o malestar clínicamente significativo, expresado por
tres o más de los items siguientes en algún momento de un periodo continuado de 12 meses: 1) Tolerancia,
definida por cualquiera de los siguientes: - Una necesidad de incrementar notablemente la cantidad de tiempo en
Internet para lograr satisfacción. - Notable disminución de los efectos con el uso continuado de la misma cantidad
de tiempo en Internet. 2) Abstinencia, manifestado por cualquiera de los siguientes: (A) El característico síndrome
de abstinencia: § Cesación o reducción de un uso de Internet que ha sido grande y prolongado § Dos o más de los
siguientes, desarrollados algunos días durante un mes antes: a) Agitación psicomotora b) Ansiedad c)
Pensamientos obsesivos acerca de lo que estará sucediendo en Internet d) Fantasías o sueños a cerca de Internet
e) Movimientos de tecleo voluntarios o involuntarios § Los síntomas causan malestar o deterioro en el áreas
social, laboral u otra área importante de funcionamiento. (B) El uso de Internet o un servicio similar esta dirigido
a aliviar o evitar los síntomas de la abstinencia. 3) Se accede a Internet con más frecuencia o por periodos más
largos de lo que inicialmente se pretendía. 4) Deseo persistente o esfuerzos infructuosos de controlar o
interrumpir el uso de Internet. 5) Se emplea mucho tiempo en actividades relacionadas al uso de Internet (P.Ej.,
comprando libros sobre Internet, probando nuevos navegadores, indagando proveedores de Internet, organizando
fichero o descargando materiales). 6) Actividades sociales, ocupacionales o recreativas se dejan o reducen a
causa del uso de Internet. 7) Internet se continúa usando Internet un pesar de saber que se tiene un persistente
o recurrente problema físico, social, ocupacional o psicológico que parece ser causado o exacerbado por el uso de
Internet (privación de sueño, dificultades maritales, llegar tarde a las citas por las mañanas, abandono de los
deberes profesionales, o sentimientos de abandono de personas significativas).
Young también ha utilizado una serie de criterios diagnósticos parecidos a estos en sus estudios preliminares
(Young, 1996), basándose en los del abuso de sustancias del DSM IV. Sin embargo, posteriormente (Young,
1996) propuso una serie de criterios adaptados de los criterios para Juego Patológico, por parecerles estos más
semejantes a la naturaleza patológica del uso de Internet. Dichos criterios se estructuran en un breve cuestionario
de ocho items: 1. ¿Te sientes preocupado con Internet (pensamientos acerca de la última conexión o anticipas la
próxima sesión)? 2. ¿Sientes la necesidad de incrementar la cantidad de tiempo de uso de Internet para lograr la
satisfacción? 3. ¿Ha hecho repetidamente esfuerzos infructuosos para controlar, reducir. O detener el uso de
Internet? 4. ¿Se ha sentido inquieto, malhumorado, deprimido o irritable cuando ha intentado reducir o detener el
uso de Internet? 5. ¿Se queda más tiempo conectado de lo que inicialmente había pensado? 6. ¿Ha perdido o
puesto en peligro alguna relación significativa, trabajo, oportunidad educativa o profesional debido al uso de
Internet? 7. ¿Ha mentido a los miembros de su familia, terapeuta u otros para ocultar su grado de implicación con
Internet? 8. ¿Usa Internet como un medio de evadirse de los problemas o de aliviar un estado de ánimo disfórico?
De acuerdo con estos criterios, se considera adicto si responde afirmativamente a 5 o más de los items anteriores
y los síntomas no pueden ser mejor explicados por un episodio maniaco. Young (1999) señala que si bien esta
escala da una medida de la adicción a Internet con la que se puede trabajar, es necesario un mayor estudio de su
validez y utilidad clínica. Uno de estos intentos de validar cuestionarios para el diagnóstico de la adicción a
Internet se debe a David N. Greenfield. Greenfield (1999b) administró un cuestionario a cerca de 18000 sujetos
que visitaban la página de ABCNEWS.com. Dicho cuestionario, el VAS (Virtual Addiction Survey) , examinaba el
uso general y abuso de Internet. Como resultado de este estudio, Greenfield señala un conjunto preliminar de
siete criterios para la identificación y predicción de la adicción a Internet: - Nº Total de horas que pasas conectado
- Otras personas piensan que tienes un problema con Internet - Experimentar serias consecuencias relacionadas
con el uso de Internet - Experimentar una intensa intimidad en la red - Mantener la cantidad de tiempo que se
pasa conectado como un secreto - Edad (mas joven incrementa el riesgo de adicción) - No poder esperar para
llegar al ordenador y conectarse Aunque ha habido varios esfuerzos centrados en detectar la Adicción a Internet
tomando como criterio el excesivo uso de la red, parece haber quedado claro que este no es un criterio válido
para el diagnóstico. Muchos individuos, por razones de trabajo o estudios, deben pasar muchas horas conectados,
delante del ordenador, pero eso no les convierte automáticamente en adictos. Thompson (1996) señala que, para
la mayoría de las personas que pasan mucho tiempo conectados, lo que podría parecer una adicción no es sino el
proceso de aprender lo máximo posible en poco tiempo. Griffiths (1998) analiza varios estudios referidos al uso
excesivo de la red y concluye que en la mayoría de los casos esto es puramente sintomático. Debemos por lo
tanto centrarnos en la consecuencias negativas que tiene la dependencia de la red, en definitiva ¿qué es lo que
lleva a una persona a buscar ayuda para terminar con su adicción a la red? ¿qué síntomas negativos
experimenta? ¿qué disfunciones encuentra el adicto en su vida a causa de su uso de Internet?
3.3. Efectos negativos
Uno de los aspectos que diferencian a una adicción psicológica de una adicción química es que la primera no tiene
las terribles consecuencias físicas negativas que puede tener esta última. Aun así, en el caso de la adicción a
Internet también se han señalado alguna consecuencia, sobre todo las derivadas de la privación de sueño (Young,
1999). La privación de sueño se produce por la inhabilidad del adicto a cortar la conexión, permaneciendo
despierto hasta altas horas de la madrugada, lo cual podría dar lugar a fatiga, debilitación del sistema inmunitario
y un deterioro de la salud. Es evidente que Internet está produciendo un rápido cambio en las costumbres y
modos de vida de las personas, ya que en cierto sentido está modificando la forma en que nos relacionamos unos
con otros. Kraut y cols. (1998) examinaron el impacto de Internet sobre 169 personas en 73 hogares,
encontrando que un gran uso de Internet estaba asociado con un decremento en la comunicación con los
miembros de la familia en el hogar, un decremento en el tamaño de su círculo social y un incremento en su
depresión y soledad. La relación entre un alto uso de Internet y el incremento en los niveles de depresión ha
aparecido en varios estudios (Kraut y cols., 1998; Petrie y Gunn, 1998; Young y Rodgers, 1998b). Sin embargo,
existe aún mucha controversia sobre si la depresión es la causa o el efecto de la adicción a Internet. Según
Pratarelli y cols. (1999), se produce un ciclo en el que la soledad y la depresión alimentan el uso del
ordenador/Internet, y esto lleva a una mayor soledad y depresión. Esto se explicaría por una conducta
compensatoria según la cual la actividad de los usuarios se incrementa a medida que aumentan sus sentimiento
de incomunicación. El medio en el que se desenvuelve la adicción acarrea también una serie de cambios
psicológicos negativos, consistentes en alteraciones del humor, ansiedad o impaciencia por la lentitud de las
conexiones o por no encontrar lo que se busca o a quien se busca, estado de conciencia alterado (total
focalización atencional), irritabilidad en caso de interrupción, incapacidad para salirse de la pantalla, etc.
(Echeburúa, 1999). Los problemas surgidos de la dependencia trascienden el ámbito de lo intrapersonal. Desde
un punto de vista sistémico, los efectos negativos de la adicción se expresan en los ámbitos familiar, académico y
profesional (Young, 1999). El adicto se aísla del entorno y no presta atención a otros aspectos de las obligaciones
sociales (Echeburúa, 1999). Es un hecho que Internet esta produciendo grandes cambios, pero también hay que
señalar que para la mayoría de las personas Internet es una herramienta que trae grandes beneficios. La
pregunta que debemos hacernos es: ¿cómo es posible que una tecnología que para la mayoría es beneficiosa se
convierta en adictiva para algunos?
3.4. Mecanismos explicativos
El proceso por el cual una persona se convierte en adicto es siempre una interacción de factores relativos al
objeto de la adicción, a las características de la persona que la hacen vulnerable y al entorno social. Los intentos
de determinar las causas de la adicción a Internet deben de tener en cuenta que la conducta problema se
desarrolla en un contexto virtual que no tiene por que seguir las leyes del mundo real. Según Greenfield (1999)
las cualidades de Internet que parecen contribuir al potencial de la adicción están relacionadas con la velocidad,
accesibilidad e intensidad de la información a la que se tiene acceso, del mismo modo que la rapidez de absorción
de una droga es directamente proporcional al potencial adictivo de la droga. Desde mi punto de vista, la razón de
que aparezcan adicciones a comportamientos que no son posibles fuera de la red (adicción a las líneas de chat o a
los juegos MUD) tiene que vez con esa velocidad, accesibilidad e intensidad de la información. Las relaciones
sociales son algo que resulta reforzante para la mayoría de las personas, sin embargo la mayoría de las veces no
tenemos libre acceso a ellas por el límite que impone la sociedad o nosotros mismos. En las salas de chat se
rompen todas esas reglas, una persona puede dirigirse a otra, decir lo que se le antoje, sentirse escuchada... y
dejar de hacerlo cuando le apetezca, sin represalias. Algo parecido ocurre en el caso del cibersexo. Un ejemplo
que ilustra esta evolución en la fuerza adictiva lo encontramos en el caso de la adicción a las party line y líneas
eróticas (Guerricaecheverría y Echeburúa, 1997). Señalan varias características relativas al funcionamiento de
estas líneas que facilitan la dependencia: disponibilidad ambiental, refuerzo inmediato, percepción de control y
gran excitación emocional o sexual. Podemos ver que estas características no solo están presentes en el caso de
Internet, sino que aparecen multiplicadas. Otra característica que contribuye a la capacidad adictiva de la red es
el anonimato de las transacciones electrónicas (Young y cols., 1999). Este anonimato contribuye a animar los
actos desviados e incluso criminales como el visionado de imágenes obscenas o ilegales (p. Ej. Pedofilia), proveer
un contexto virtual que permite a los tímidos interactuar en un contexto seguro, facilitar las infidelidades vía
Internet y permitir la creación de personalidades virtuales dependientes del estado de ánimo de la persona. Según
Young (1997) son varios los refuerzos y mecanismos psicológicos que llevan a la formación del hábito: a)
Aplicaciones adictivas: Se encuentra que las aplicaciones que más poder adictivo tienen son las que permiten al
usuario interaccionar con otros, como los chats y los MUDs. Al parecer, si hay algo que diferencia a los usuarios
dependientes de los que no lo son es el tipo de aplicaciones que utilizan. Los usuarios no dependientes usan
Internet para encontrar información y mantener relaciones preexistentes, mientras que los dependientes la usan
para socializarse y conocer nueva gente, para implicarse en un grupo. De acuerdo con esto se determinan tres
principales áreas de reforzamiento: apoyo social, realización sexual y creación de un personaje. b) Apoyo social:
Los grupos se forman rápido en el ciberespacio. Las visitas continuadas a un determinado chat o MUD hacen que
se establezca una intimidad con los demás miembros, alentada por la desinhibición que se muestra en la red. Esta
desinhibición es consecuencia directa del anonimato que proporciona la comunicación mediada por ordenador.
Estos grupos llenan la necesidad de apoyo que tenga la persona en situaciones estresantes de enfermedad,
jubilación o divorcio. c) Satisfacción sexual: Hay multitud de chats que han sido diseñados para la interacción
erótica, desde los más clásicos basados en texto a los más novedosos que incorporan video en tiempo real. Estas
aplicaciones permiten al usuario elegir la fantasía sexual que le apetezca en el momento con solo pulsar un botón
(desde la homosexualidad hasta las diversas parafilias). En estos lugares se sienten libres de ataduras por el
anonimato y el sentimiento de practicar "sexo seguro". Por otro lado las personas que se sienten poco atractivas
físicamente se ven liberadas de este problema. d) Creación de personalidad ficticia: Internet permite crear un
personalidad virtual modificando las propias características físicas que en el mundo real son inamovibles. Por
ejemplo, un trabajador de la construcción de 40 años, casado y con sobrepeso, puede aparecer en la red como un
joven millonario campeón de atletismo. Es unas forma de reinventarse a sí mismo, de cubrir necesidades
psicológicas previamente no afrontadas enmascarando la inseguridad interpersonal. Dos de estas necesidades
psicológicas son la expresión de un rasgo de personalidad reprimido y los sentimientos de reconocimiento y
poder. e) Personalidades reveladas: Internet puede ayudar a sacar a la luz aspectos de la personalidad que
estaban ocultos o reprimidos, como puede ser la agresividad. Una vez sacados a la luz, se debe de aprender a
incorporarlos a la propia personalidad y no limitar esos roles al ciberespacio. f) Reconocimiento y poder: Este es
un elemento que se deriva de los juegos MUD, en los que se crea un personaje que va aumentando su poder a
medida que consigue puntos, pudiendo llegar al liderato de otros jugadores subordinados. Greenfield (1999b)
encuentra varios sentimientos que experimentan los usuarios dependientes de Internet y que pueden llevar a la
adicción: - Los adictos informan de una intensa intimidad cuando está conectados - Existe un sentimiento de
desinhibición - Muchos adictos informan también de una pérdida de ataduras - Sentimientos de que el tiempo se
detiene o que pasa muy rápido - Sentirse fuera de control cuando se está conectado Puesto que hemos analizado
las características de Internet que pueden llevar a la adicción, cabe preguntarse qué es lo que hace que algunas
personas se conviertan en adictos y otros no. Hasta ahora parece haber quedado claro que Internet en la mayoría
de los casos lo que hace es cubrir un déficit en la personalidad del adicto. Ya que Internet es eminentemente un
instrumento de comunicación interpersonal, es en este ámbito donde el mundo virtual puede convertirse en un
sustituto de la vida real para las personas con déficits en habilidades sociales, timidez o algún tipo de complejo.
Del mismo modo que un adicto a la heroína lo es a la sustancia y no a la jeringuilla, es lógico pensar que en este
caso lo importante es el contenido, la necesidad que cubre en una persona. Según Echeburúa y cols. (1998) la red
permite cubrir dos tipos de necesidades básicas: la estimulación solitaria (búsqueda de información, imágenes,
sonido, juegos, etc.) y la búsqueda de interacción social. Hay ciertas características de personalidad o estados
emocionales que aumentan la vulnerabilidad psicológica a las adicciones. La vulnerabilidad psicológica hacia la
adicción a Internet se expresa en los siguientes factores de riesgo (Echeburúa, 1999): · Déficits de personalidad:
introversión acusada, baja autoestima y nivel alto de búsqueda de sensaciones. · Déficits en las relaciones
interpersonales: timidez y fobia social. · Déficits cognitivos: fantasía descontrolada, atención dispersa y tendencia
a la distraibilidad. · Alteraciones psicopatológicas: Adicciones químicas o psicológicas presentes o pasadas.
Depresión.
Young y Rodgers (1998a) administraron el cuestionario 16 PF a un grupo de personas auto seleccionadas,
encontrando puntuaciones altas en términos de confianza en sí mismos, pensamiento abstracto, disconformidad
con las convenciones sociales, reactividad emocional hacia los otros y preferencia por las actividades solitarias.
Las personas dependientes de Internet suelen ser susceptibles, vigilantes y privadas. Esta tendencia hacia la
introversión también fue encontrada por Petrie y Gunn (1998).
4. CONCLUSIONES
Hemos analizado en este trabajo la mayoría de las investigaciones que se han realizado hasta el momento sobre
la adicción a Internet. Gran cantidad de estos trabajos son solo de naturaleza exploratoria o descriptiva, por lo
que las explicaciones causales son solo tentativas. Con respecto a este tema han surgido gran cantidad de
críticas, la mayoría relacionadas con la metodología usada en los estudios que están a la base del surgimiento del
IAD (Estalló, 2000; Grohol, 1997). Hay por tanto que hacer hincapié en que la mayoría de las investigaciones
hasta la fecha no hacen sino apuntar a la existencia de problemas que incluyen un uso desadaptativo de Internet
y que deben de ser estudiados en mayor profundidad. A nivel clínico, puesto que ha surgido una demanda real de
ayuda, se han elaborado algunos instrumentos de evaluación y técnicas de tratamiento, la mayoría adaptadas de
otros trastornos. Debido a la reciente historia de Internet, es un problema de aparición reciente que aún no se ha
estudiado en profundidad. En un reciente artículo, Griffiths (2000) analiza cinco casos clínicos que parecen tener
relación con Internet, concluyendo que solo dos cumplen los criterios para la adicción a Internet. En el mismo
artículo acaba preguntándose cual es el objeto de la adicción y si no será que la adicción a Internet aparece como
una manifestación secundaria de otros problemas primarios. Parece ser que Internet no produce adicción, es solo
lo que provee a conductas reforzantes (sexo, juegos, relaciones interpersonales, etc.) de la capacidad de producir
dependencia. Hemos visto que la gente se hace adicta a multitud de cosas (juego, sexo, compras, ...) algunas de
ellas pueden aumentar su capacidad adictiva usando Internet como medio, sin embargo otras son posible solo en
Internet (chat, búsqueda de información, WWW, etc). Otra cuestión diferente es que se puedan desligar ambas
cosas, ya que en Internet el medio y el mensaje están muy unidos. Internet se introduce poco a poco en nuestra
vida, y las previsiones es que su presencia sea cada día mayor. Es por tanto necesario que nos anticipemos y
aprendamos lo máximo posible sobre como Internet puede tener un impacto negativo en nuestro bienestar
psicológico, no solo desde el punto de vista de la adicción, sino también de los cambios personales y sociales que
puede traernos la llegada del mundo virtual.
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