La mayoría de nosotros conoce los enormes beneficios físicos que tiene hacer ejercicio: aporta un control del peso, contribuye a una presión arterial más baja, reduce el riesgo de diabetes y aumento la energía, solo por nombrar algunos. Pero, ¿qué pasa con los beneficios psicológicos del ejercicio? Van desde aliviar los síntomas de depresión y ansiedad hasta mantener la memoria aguda.
Tanto si buscas motivación para ir al gimnasio como si simplemente la necesitas para dar un paseo a buen ritmo y estar en forma, estos cinco beneficios psicológicos de hacer ejercicio harán que te ates los cordones y salgas por la puerta:
El ejercicio es un estimulante del estado anímico y está científicamente probado que disminuye los síntomas tanto de la depresión como de la ansiedad. La actividad física aumenta los niveles de endorfinas, la famosa hormona de la felicidad producida por el cerebro y la médula espinal que produce sentimientos de euforia y alegría. Incluso el ejercicio moderado puede mejorar la depresión y la ansiedad.
Otro beneficio mental del ejercicio es la reducción de los niveles de estrés, algo que puede hacernos más felices a todos. El aumento de la frecuencia cardíaca puede revertir el daño cerebral inducido por el estrés al estimular la producción de neurohormonas como la norepinefrina, que no solo mejoran la cognición y el estado de ánimo, sino que también mejoran el pensamiento nublado por eventos estresantes. El ejercicio también obliga a los sistemas nerviosos central y simpático del cuerpo a comunicarse entre sí, mejorando la capacidad general del cuerpo para responder al estrés.
Desde mejorar la resistencia hasta perder peso y aumentar el tono muscular, no faltan las “medallas” que se obtienen con el ejercicio físico. Todos esos logros pueden sumarse a un enorme impulso de autoestima y la confianza que viene con él.
Si tienes problemas para dormir bien por la noche, hacer ejercicio también puede ayudarte con eso. La actividad física aumenta la temperatura corporal, lo que puede tener efectos calmantes en la mente, lo que se traduce en que cuentes menos ovejas y te duermas más rápido.
Desde desarrollar la inteligencia hasta fortalecer la memoria, el ejercicio aumenta la capacidad intelectual de varias formas. Los estudios en ratones y humanos han demostrado que hacer ejercicio cardiovascular crea nuevas células cerebrales, un proceso llamado neurogénesis, y mejora el rendimiento general del cerebro. También previene el deterioro cognitivo y la pérdida de memoria al fortalecer el hipocampo, la parte del cerebro responsable de la memoria y el aprendizaje. Además, la actividad física aumenta la creatividad y la energía mental. Así que si necesitas inspiración, la gran idea que buscas podría estar a mitad de la carrera que te espera ahí a fuera.
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