Se estudian un grupo de 31 pacientes con epilepsia crónica y psicosis asociada, a los que se les aplica el Inventario Psicosocial de Washington (WPSI) que mide: Historia familiar; adaptación emocional; adaptación interpersonal; adaptación vocacional; situación económica; adaptación a los ataques; medicamento y tratamiento médico y funcionamiento psicosocial global o general. A todos estos pacientes se les puso tratamiento para la epilepsia con lamotrigina y no se hizo ningún cambio en la medicación para la psicosis. En casi todos el tratamiento con lamotrigina fue en forma de monoterapia y las dosis variaban entre 200 y 400 mg por día. Después de 6 meses de haber iniciado este tratamiento se comenzó la revalidación de estos enfermos y se observaron cambios significativos en los resultados del WPSI con una disminución significativa de la adaptación vocacional y del funcionamiento psicosocial en general. De los 31 pacientes estudiados antes de tomar la lamotrigina 13 (41,94%) tenían mal funcionamiento psicosocial, mientras que después de 6 meses sólo 4 (12,90%) mantenían mal funcionamiento. Finalmente podemos ver como el funcionamiento psicosocial de estos enfermos llegó a ser mejor que el de un grupo de enfermos con epilepsia y sin psicosis de muy buen pronóstico y que eran atendidos por médicos generales.