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Connection between academic performance, symptoms of depression, age, and gender in a teenager community.

Fecha Publicación: 07/06/2010
Autor/autores: Francisco Díaz Atienza , Mercedes Prados Cuesta, Santiago López Galán

RESUMEN

Objetivo. El objetivo del estudio fue analizar la relación entre el rendimiento académico, los síntomas depresivos, la edad y el género en una muestra de adolescentes escolarizados en centros públicos y concertados de Granada. Sujetos y método. Se trata de un estudio exploratorio y transversal. Los sujetos de estudio fueron examinados mediante la aplicación del Children´s Depressión Scale (CDS; Lang y Thisher, 1978) y para la evaluación del rendimiento escolar se tuvo en cuenta las calificaciones obtenidas al final de curso. Además se recogió información sobre la edad, el género y el tipo de colegio. La muestra estuvo compuesta por 264 sujetos entre 12 y 16 años de edad, de los cuales 123 (46 %) eran varones y el resto mujeres. Resultados. La presencia de síntomas depresivos se asoció de forma estadísticamente significativa con el peor rendimiento escolar. Aparecen diferencias por género en tal asociación, pues son las mujeres las que presentan una relación lineal, es decir, más síntomas depresivos a peor rendimiento. Los sujetos de mayor edad presentaban más síntomas depresivos que los de menor edad aunque este aumento era debido exclusivamente por la aportación del subgrupo de mujeres mayores de 15 años. No aparecieron diferencias significativas entre las variables estudiadas con relación al tipo de colegio. Discusión. Nuestros datos parecen confirmar la importancia que el contexto escolar y en concreto la evaluación sistemática del rendimiento académico tienen para el despistaje, la detección precoz y el tratamiento de los trastornos depresivos en la adolescencia. Sería importante confirmar mediante otros estudios si las mujeres mayores de 15 años con un rendimiento académico deficiente conforman un subgrupo de alto riesgo para la depresión. Corroborar si es a la edad aproximada de los 15 años cuando las mujeres empiezan a manifestar más síntomas depresivos que los varones aportaría nuevos datos de cara al establecimiento de hipótesis etiopatogénicas.


Palabras clave: Depresión; Rendimiento Académico; Adolescencia; Edad; Género.
Área temática: .

Relación entre rendimiento académico, síntomas depresivos, edad y género en
una población de adolescentes.
(Connection between academic performance, symptoms of depression, age, and gender in a teenager community.)
FUENTE: PSIQUIATRIA.COM. 2002; 6(2)

Francisco Díaz Atienza*, Mercedes Prados Cuesta** y Santiago López Galán***.
* Psiquiatra Infantil. Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil (Jaén), España.
** Psicóloga. Equipos de Orientación Escolar (Granada), España.
*** Psiquiatra. Equipo de Salud Mental de Distrito (Almería), España.
Correspondencia:
Francisco Díaz Atienza
C/ Curro Cuchares, 78
18014 Granada
E-mail: fatienza@eresmas.net
PALABRAS CLAVE: Depresión, Rendimiento Académico, Adolescencia, Edad, Género.
KEYWORDS: Depression, Academic Performance, Adolescence, Age, gender.)

Resumen
Objetivo. El objetivo del estudio fue analizar la relación entre el rendimiento académico, los síntomas depresivos,
la edad y el género en una muestra de adolescentes escolarizados en centros públicos y concertados de Granada.
Sujetos y método. Se trata de un estudio exploratorio y transversal. Los sujetos de estudio fueron examinados
mediante la aplicación del Children´s Depressión Scale (CDS; Lang y Thisher, 1978) y para la evaluación del
rendimiento escolar se tuvo en cuenta las calificaciones obtenidas al final de curso. Además se recogió
información sobre la edad, el género y el tipo de colegio. La muestra estuvo compuesta por 264 sujetos entre 12
y 16 años de edad, de los cuales 123 (46 %) eran varones y el resto mujeres.
Resultados. La presencia de síntomas depresivos se asoció de forma estadísticamente significativa con el peor
rendimiento escolar. Aparecen diferencias por género en tal asociación, pues son las mujeres las que presentan
una relación lineal, es decir, más síntomas depresivos a peor rendimiento. Los sujetos de mayor edad
presentaban más síntomas depresivos que los de menor edad aunque este aumento era debido exclusivamente
por la aportación del subgrupo de mujeres mayores de 15 años. No aparecieron diferencias significativas entre las
variables estudiadas con relación al tipo de colegio. Discusión. Nuestros datos parecen confirmar la importancia
que el contexto escolar y en concreto la evaluación sistemática del rendimiento académico tienen para el
despistaje, la detección precoz y el tratamiento de los trastornos depresivos en la adolescencia. Sería importante
confirmar mediante otros estudios si las mujeres mayores de 15 años con un rendimiento académico deficiente
conforman un subgrupo de alto riesgo para la depresión. Corroborar si es a la edad aproximada de los 15 años
cuando las mujeres empiezan a manifestar más síntomas depresivos que los varones aportaría nuevos datos de
cara al establecimiento de hipótesis etiopatogénicas.
Abstract
Aims: The aim of the research was to analyse the link between academic achievement, symptoms of depression,
age, and gender, in a sample of teenagers educated in public and private schools in Granada.
Subjects and method: It has to do with an exploratory and transversal research. The subjects of this research
were examined by using the Children's Depression Scale method (CDS; Lang y Thisher, 1978), and it was taken
into account the final marks to do the school performance evaluation. Furthermore, there was recovered
information about age, gender, and type of school. The sample was made up of 264 subjects between 12 and 16
years old, out of which 123 (46%) were male subjects and the rest female ones.
Results: The presence of symptoms of depression was associated statistically relevant with the worst school
performance. There were differences in terms of gender in such association, due to the fact that female subjects
did show a lineal connection i.e., the more symptoms of depression the worse academic achievement. The older
subjects did show more symptoms of depression than the younger ones, although this increase was exclusively
due to the presence of over 15 female subgroups. There were not appear highlighted differences within the
variables connected to the type of school.
Discussion: Our data confirm the importance that the schooling context and relevance of the systematic
evaluation of the academic performance have on screening, the early detection and the treatment of disorders of
depression in adolescence. There would be important to confirm through other studies whether over 15 female

subjects with a low academic performance constitute a high risk subgroup for depression. To corroborate whether
15 is the estimated age when female subjects begin to show more symptoms of depression than male ones,
would contribute to find new information in order to establish etiological and pathogenenic hypotheses.

1. INTRODUCCIÓN
La prevalencia de los trastornos depresivos en la infancia y adolescencia varían según diversos estudios alrededor
de un 6% para el trastorno distímico y de 1,8% para la depresión mayor (1-4). Estas cifras parecen que son
menores en la etapa preescolar y más elevadas en la adolescencia (3).
Actualmente es aceptado por la mayoría de los investigadores y clínicos que el síndrome depresivo afecta a los
niños y adolescentes de forma similar al de los adultos aunque se discrepa en la forma en que pueda manifestarse
(5). No existen criterios diagnósticos específicos para los niños usándose normalmente los de la CIE-10 y el DSMIV, aunque muchos autores consideran que se debería de hacer un esfuerzo para introducir criterios específicos
para la infancia y adolescencia que tuviesen en cuenta los aspectos evolutivos del síndrome y la edad. Con los
criterios actuales no sabremos realmente cual es la incidencia y la prevalencia de los síndromes afectivos en los
diferentes periodos cronológicos del niño, pues las diferencias encontradas bien pueden deberse a dificultades
metodológicas debidas a variaciones de la sensibilidad y especificidad de los instrumentos diagnósticos cuando se
aplican a diferentes edades.
La depresión es un síndrome que invade todas las áreas de funcionamiento del sujeto, siendo de especial interés
en el caso del niño y adolescente su relación con el rendimiento escolar. Un niño deprimido presenta desinterés,
dificultades en la concentración y en la atención que pueden influir en el rendimiento académico cuando su
duración se prolonga en el tiempo. Algunos estudios se han realizado en este sentido. Cabe resaltar el estudio
efectuado en nuestro país por A. Polaino y E. Domènech (2) en el año 1985 en una muestra de 6432 de niños
escolarizados en 4º de EGB y en donde se abordó el tema de depresión infantil y rendimiento académico,
encontrándose que los niños repetidores manifestaban unas puntuaciones más altas en síntomas depresivos que
los no repetidores.
No son muchos los estudios que se hayan centrado en la relación entre morbilidad psiquiátrica y rendimiento
escolar; la mayoría de ellos no han analizado de forma específica y con detenimiento el rendimiento. Se han
encontrado relaciones significativas entre el rendimiento académico deficiente y los trastornos por abuso de
substancias (6-9), trastornos de déficit de atención (10,11), trastornos por estrés postraumático (12) y trastornos
depresivos (13-17). Sorprende que no sean muchos los estudios y más aún cuando gran número de dispositivos
asistenciales de psiquiatría infantil reconocen que uno de los motivos más frecuentes de consulta es precisamente
el bajo rendimiento escolar (18,19). Sin embargo la literatura médica no ha tenido en cuenta la enfermedad
afectiva o psiquiátrica en general en la infancia como causa de los déficits sociales, físicos o académicos (20), y a
pesar de ello nadie duda que la mayoría de las alteraciones psiquiátricas provocan conflictos en el contexto
escolar y en otras situaciones sociales.

Volviendo a la relación entre enfermedad afectiva y rendimiento académico, apuntar que las habilidades escolares
de los niños depresivos no difieren de las de otros niños y que la evaluación de la inteligencia y de los trastornos
de aprendizaje nos muestran que no existen diferencias entre los niños deprimidos y no deprimidos, pudiendo
considerar por tanto que los problemas escolares son, al menos en parte, secundarios a una alteración cíclica de
la conducta (7).
El rendimiento escolar deficiente y duradero va a dar lugar al fracaso escolar. Éste es cada vez más frecuente y su
aumento va paralelo con un mayor nivel de exigencia y complejidad de la enseñanza. Con la aplicación de la ley
de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE) en el año 1990 que obliga a todos los alumnos a estar
escolarizados hasta los 16 años muchos de ellos con rechazo escolar y/o bajos rendimientos académicos se ven
obligados a continuar en el colegio, emergiendo una nueva situación que entre otros aspectos ha propiciado la
aparición de nuevos problemas en el contexto escolar y familiar (violencia, aumento del número de fracasos,
conflictos padres-hijos y padres-escuela). Para estos nuevos problemas, de momento, no hemos sabido ofrecer
soluciones. Teniendo en cuenta sólo las razones individuales y excluyendo los déficits instrumentales (trastornos
específicos, inteligencia...) nos encontramos que un alumno puede entrar en fracaso escolar por (19) :
1. Desinterés, cuando el niño entra en una desgana electiva con todo lo relacionado con la escolaridad y sin
embargo puede mostrarse muy interesado por otras actividades, incluso intelectuales que no forman parte de su
programa escolar.
2. Pasividad escolar, que es cuando el niño logra realizar sus tareas sólo si es estimulado y confortado
constantemente.

3. La oposición escolar, el niño manifiesta su malestar y rechazo al colegio de forma clara, pudiendo presentar
alteraciones de conducta de tipo perturbador, absentismo, falsificación de notas etc.

Las tres situaciones mencionadas pueden ocasionar con el tiempo la aparición de trastornos afectivos en el niño
debido a que la escolarización se convierte en un estresor potente (también para los padres y profesores)
influyendo negativamente sobre la autoestima, percepción de las competencias sociales y las expectativas futuras.
No cabe duda que todas las personas implicadas de forma consciente o inconsciente consideran que el niño con
fracaso escolar tiene fuertemente disminuidas sus posibilidades de integrarse de forma satisfactoria en el mundo
socio-laboral y esto, de forma directa o indirecta se le es transmitido continuamente al niño.
El presente trabajo no intenta dilucidar si los desajustes escolares producen los problemas emocionales en el niño,
o si son éstos los que ocasionan los desajuste escolares. Para ello sería necesario otro tipo de diseño de
investigación y analizar con más profundidad las características personales de los niños, las circunstancias
específicas de cada colegio y por último explorar el funcionamiento y la estructura familiar, los estilos educativos y
la existencia de conflictos entre los padres. Partimos de la base que el modelo que mejor explica las causalidades
sería el circular y que las interacciones en juego son complejas y circulares. Es decir que un trastorno depresivo
puede producir, aunque no siempre, un bajo rendimiento escolar y éste si es prolongado en el tiempo puede
ocasionar, aunque no siempre, alteraciones emocionales. También es probable que ambos fenómenos, bajo
rendimiento y depresión, puedan aparecer conjuntamente sin que entre ellos exista ningún tipo de relación.
Nuestra meta es examinar las relaciones entre síntomas depresivos, rendimiento académico, edad y género en los
adolescentes pero sin extraer conclusiones sobre donde se encuentra el origen del problema. Para ello, como ya
hemos comentado, se necesitaría otros modelos de estudio.

2. OBJETIVOS
El objetivo del estudio fue analizar la relación entre síntomas depresivos, rendimiento académico, edad y género
en una muestra de adolescentes (n: 264) de entre 13 y 16 años provenientes de centros públicos y privadosconcertados de Granada.

3. SUJETOS Y MÉTODOS
En la tabla 1 se presentan las características de la muestra (tamaño, distribución por género, rendimiento
académico, tipo de centro escolar y por grupos de edad) .
Los síntomas depresivos se evaluaron por medio del Children's Depression Scale (CDS; Lang y Tisher, 1978) en la
adaptación española de Seisdedos, (TEA Ediciones, 1983 [20]). El periodo escogido para la aplicación de la prueba
fue un mes antes de la finalización del curso académico. Para la evaluación del rendimiento escolar se tuvo en
cuenta las calificaciones escolares obtenidas a final de curso, subdividiéndose éstas en las siguientes categorías:
-

(1)
(2)
(3)
(4)
(5)

Rendimiento
Rendimiento
Rendimiento
Rendimiento
Rendimiento

Excelente (el alumno obtiene nota media de sobresaliente)
Muy Bueno (el alumno obtiene nota media de notable)
Bueno (el alumno tiene todas las asignaturas aprobadas en Junio)
Deficiente (el alumno suspende en Junio de una a tres asignaturas)
Muy Deficiente (el alumno suspende en Junio más de tres asignaturas).

El CDS es un cuestionario formado por 66 ítems y que conforman ocho subescalas; seis de ellas son de tipo
depresivo (Respuesta afectiva, Problemas sociales, Autoestima, Preocupación por la muerte, Sentimientos de
culpabilidad y Depresivos varios) y de las cuáles se obtiene una puntuación total TD (Total Depresivo) que es la
que se ha tenido en cuenta en el presente estudio para la evaluación de los síntomas depresivos. Las dos
subescalas restantes son de tipo positivo (Ánimo-alegría y Positivos varios) obteniéndose una puntuación total TP
(Total Positivos). Ambos conjuntos, TD y TP, se mantienen separados y permiten dos subescalas generales
independientes.
El tratamiento estadístico (comparación de medias independientes y análisis de la varianza) se ha efectuado
mediante el paquete SPSS-10.

4. RESULTADOS
En la tabla 1 aparecen las puntuaciones en síntomas depresivos en relación con el género, el rendimiento
académico, tipo de centro escolar y la edad, recodificada ésta en cuatro grupos.
Observamos como las niñas puntúan globalmente más en síntomas depresivos que los niños siendo las diferencias
estadísticamente significativas.
Con relación al rendimiento escolar se muestra claramente que los síntomas depresivos van aumentando
conforme el rendimiento académico es más deficiente. Es de señalar que los niños/as con rendimiento "muy
bueno" expresan menos síntomas negativos que aquellos con rendimiento "excelente" aunque las diferencias
entre estos grupos no son significativas. Las diferencias estadísticamente significativas entre los diferentes grupos
de rendimiento académico se muestra también en la Tabla 1. Si recodificamos la variable "Rendimiento
Académico" sólo en dos categorías: 1, Rendimiento Académico Bueno (Excelente, Muy Bueno y Bueno) y 2,
Rendimiento Académico Malo (Deficiente y Muy Deficiente) y la relacionamos con los síntomas depresivos
encontramos igualmente que las diferencias son estadísticamente significativas (t: 5,14; gl:262; p:0,000).
Los alumnos escolarizados en Centros Concertados versus Centros Públicos presentan escasas diferencias (no
significativas) en síntomas depresivos.
Los sujetos de más de 15 años son los que más síntomas depresivos presentan pero las diferencias sólo son
estadísticamente significativas si las comparamos con las obtenidas con el grupos de 15 años y no con los otros
grupos de edad.

Tabla 1. Descripción de la muestra y relación del género, rendimiento académico, tipo de
centro escolar y la edad con los síntomas depresivos.

Figura 1. Relación entre los síntomas depresivos, la edad y el sexo.

En la figura 1 se observa que la presencia de síntomas depresivos se da por igual en ambos sexos hasta la edad
de 15 años y es partir de aquí cuando las niñas empiezan a mostrar más síntomas depresivos que el resto de los
subgrupos. En la tabla 2 se muestra las puntuaciones detalladas en síntomas depresivos obtenidas por los
varones y mujeres en función de la edad. Se comprueba que tanto los niños como en niñas presentan las
puntuaciones más bajas (estadísticamente significativas) a la edad de 15 años y es a partir de los 15 cuando las
niñas expresan más síntomas depresivos que los niños como ya hemos comentado anteriormente.

Tabla 2. Síntomas depresivos según la edad y el género.

En la tabla 3 aparecen las diferencias por género en síntomas depresivos cuando lo relacionamos con rendimiento
académico. Se sigue manteniendo tanto en los niños como en las niñas las puntuaciones más bajas en el
subgrupo de rendimiento académico "muy bueno". Las niñas en general presentan más síntomas depresivos
conforme el rendimiento es más deficiente. Sin embargo, en los niños las puntuaciones más altas en depresión no
se da en la categoría "muy deficiente" sino en la categoría "deficiente" no encontrándose, por tanto, la relación
lineal de más síntomas depresivos a peor rendimiento como si sucede en el caso de las niñas.

Tabla 3. Síntomas depresivos según el rendimiento académico y el género

5. DISCUSIÓN
Síntomas depresivos edad y género
Lo primero que encontramos es que las mujeres presentan más síntomas depresivos que los varones. Este dato
apunta en la línea de numerosas investigaciones previas que afirman que en las poblaciones preadolescentes no
existen diferencias por sexo en la expresión de depresión 2 y los que sí encuentran lo hacen a favor de los
varones (22) . En la adolescencia se invierte la tendencia y son las mujeres las que presenta mayor frecuencia de
síntomas depresivos.
Lo que no queda claro es definir el periodo cronológico concreto en donde las adolescentes empiezan a presentar
más trastornos depresivos. Muchos estudios (21, 22) lo sitúan al comienzo de la pubertad (¿cambios
hormonales?). Sin embargo, nuestros datos no parecen corroborar esta hipótesis, pues cuando desglosamos las
puntuaciones por grupos de edad, observamos que la mayor puntuación en síntomas depresivos de los
adolescentes se produce por la aportación exclusiva de las adolescentes mayores de 15 años. De todas maneras
hay que ser cautos, pues la falta de concordancia entre las investigaciones podrían deberse a las diferencias
muestrales, al uso de distintos instrumentos de medida y la utilización de diferentes puntos de corte en las
escalas. Somos conscientes de las limitaciones metodológicas de nuestro trabajo entre ellas, quizás la más
importante, el no tratarse de una muestra aleatorizada; también el haber utilizado el CDS como medida de
síntomas depresivos, cuando otras investigaciones han aplicado el CDI (Cuestionario de Depresión Infantil de
Kovacs) no permitiendo que la comparación sea totalmente válida. Además en nuestra muestra la población
mayor de 15 años es pequeña (n:41), y el azar hubiera podido producir estos resultados. A pesar de todo ello
pensamos que clarificar y verificar los datos anteriores sería de utilidad en la medida que nos permitiría
profundizar en la etiología de los cuadros depresivos desde otra perspectiva: emocional, cognitiva y social,
además de la implicación de los cambios hormonales.

Síntomas depresivos y Tipo de Colegio
Al igual que en el estudio de Polaino et cols (2) no se han encontrado diferencias significativas en la expresión de
síntomas depresivos con relación al tipo de centro escolar. Algunos trabajos han comunicado mayor incidencia de
trastornos depresivos en los centros escolares privados.
Síntomas depresivos y Rendimiento Académico
En general se acepta que los niños con rendimiento académico deficiente presentan más morbilidad psiquiátrica
en general (4,6-12) y depresiva en particular (2, 13-15, 25). Nuestros datos, por tanto, apuntan en el mismo
sentido de otras investigaciones que hallan una fuerte asociación entre síntomas depresivos y mal rendimiento
académico. El sustrato etiopatogénico de tal relación habría que buscarlo, entre otras razones, en que el
rendimiento académico es uno de los indicadores más valorados por padres y maestros cuando se trata de
evaluar y juzgar los comportamientos de los hijos/alumnos (26). Un bajo rendimiento académico va a generar
consecuencias muy diversas y de índole negativa en las relaciones familiares (desacuerdos entre los padres,
conflictos padres-hijos y conflictos familia-escuela) y que a su vez inducirán en el joven sentimientos de
culpabilidad, percepción negativa de su autoconcepto y de sus habilidades académicas y que vendrán a sumarse a
los factores que ya estuvieran influyendo sobre el mal rendimiento (16, 27).
De igual Modo que un mal rendimiento escolar puede provocar un trastorno depresivo, un trastorno depresivo

puede originar un fracaso en el rendimiento. El niño depresivo tiene disminuidas sus capacidades cognitivas, no
muestra interés y sus expectativas futuras son negativas con lo cual su rendimiento y adaptación escolar se
puede ver afectada.
Por tanto la relación entre síntomas depresivos y rendimiento académico probablemente sea bidireccional y sólo la
evaluación individualizada de cada niño nos permitirá hipotetizar sobre el sentido en el que actúan los factores
causales implicados. Tampoco se podría descartar que algunos niños estuvieran depresivos presentaran mal
rendimiento y sin embargo ambas variables no estar correlacionadas. Hay niños que mejoran de la depresión y
sin embargo han continuado mostrando desinterés por las tareas escolares.
Diferencias por género en la relación de Síntomas depresivos y Rendimiento Académico
Nos ha sorprendido encontrar diferente tipo de relación entre síntomas depresivos y rendimiento académico
dependiendo del sexo. En la búsqueda bibliográfica que hemos realizado no hemos encontrado referencias a este
aspecto. Aunque en términos globales depresión rendimiento están asociados, se observa que son las mujeres con
un rendimiento académico muy bajo las que conforman el grupo de mayor riesgo de depresión. Además en las
mujeres, la relación síntomas depresivos y rendimiento es prácticamente lineal, es decir más síntomas depresivos
a peor rendimiento. En los varones sin embargo no es así no son los de peor rendimiento los que tienen más
síntomas depresivos. Quizás este subgrupo presente otro tipo de psicopatología como por ejemplo mayor
incidencia de trastornos disociales. No hemos elaborado, de momento, una explicación teórica para estos datos.
Como ya hemos comentado anteriormente nos sería necesario replicar el estudio con muestras más amplias,
aleatorizadas y específicamente diseñadas para validar las hipótesis planteadas.

6. CONCLUSIÓN
1. Las mujeres adolescentes presentan más síntomas depresivos que los varones adolescentes.
2. A mayor edad de los sujetos más síntomas depresivos.
3. El mal rendimiento escolar se ha relacionado directamente con la presencia de síntomas depresivos, de tal
manera que a peor rendimiento escolar, mayor puntuación en síntomas depresivos.
4. Como hallazgos secundarios y que habría que verificar en estudios posteriores con muestras más amplias y
específicamente diseñados a tal fin, encontramos que:
4.1. El aumento de síntomas depresivos con la edad se efectúa exclusivamente por la mayor puntuación obtenida
por las mujeres mayores de 15 años.
4.2. Las mujeres empiezan a presentar más síntomas depresivos que los varones a partir de los 15 años y no al
principio de la adolescencia.
4.3. La asociación entre rendimiento académico y síntomas depresivos es diferente entre los varones y mujeres.
En la mujer la relación es más directa y lineal que en los varones; además las mujeres de más de 15 años y con
rendimientos académicos muy deficientes conforman el subgrupo con mayores puntuaciones en síntomas
depresivos.
Por último concluimos, a partir de los datos expuestos, que el contexto escolar y en concreto la evaluación
sistemática del rendimiento académico debería convertirse en variable clave para el despistaje y la detección
precoz de los trastornos depresivos en la adolescencia. Además habría que confirmar si las adolescentes mayores
de 15 años con rendimientos académicos muy deficientes conforman un subgrupo de alto riesgo para los
trastornos depresivos.

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