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desarrollo emocional y motivacional. Tal como se describen los diferentes Trastornos de la Comunicación en el DSM-IV, conllevan un gradiente de gravedad que, necesariamente, repercutirán de forma desigual en su expresión clínica neuropsicológica y conductual. Estudiamos, con un diseño observacional descriptivo, el trastorno fonológico (F80.0), el trastorno del lenguaje expresivo (F80.1) y el trastorno mixto del lenguaje receptivo-expresivo (F80.2) en una muestra de niños de ambos sexos, tanto a nivel neuropsicológico como psicopatológico. Para la valoración neuropsicológica, y dependiendo de la edad, hemos utilizado la Escala del Desarrollo Brunet-Lèzine, el McCarthy, el WPPI y el WISC-R. La evaluación conductual se ha realizado con el CBCL de Achenbach. Nuestro objetivo ha consistido en ponderar estadísticamente la asociación entre el déficit del lenguaje, el perfil neurocognitivo y las alteraciones conductuales y emocionales. Los resultados evidencian un determinado repertorio conductual dependiente de la gravedad del trastorno del lenguaje, aunque modulado en su semiología por las características de índole temperamental. Proponemos un fenotipo conductual, temperamental-dependiente, y neuropsicológico para cada una de las categorías diagnósticas estudiadas, siendo de especial interés por sus repercusiones pronósticas el síndrome de hiperreactividad.