Existe la presunción general que todas las discapacidades afectan de algún modo la capacidad y el deseo de tener sexo; debido a la creencia generalizada que son asexuados excluyéndolos de programas de planificación familiar. Estas consideraciones son las que han dado lugar la presente investigación dirigida exclusivamente al análisis de la comunidad sorda, con el propósito de limitar el tema a una discapacidad en particular, en donde ??no oir no significa no entender, no sentir, no querer cuidarse?
Para realizar la investigación recurrimos a entrevistas abiertas y semidirigidas en diferentes instituciones que trabajan con la problemática de los sordos/as; los directivos de todas estas instituciones coincidieron en que no hay personas capacitadas que se ocupen del tema de la Educación Sexual Integral para la comunidad sorda.
La mujer sorda es doblemente discriminada, por ser mujer y por ser sorda. Débil socialmente, víctima de la intolerancia e invisibilidad social. Las mujeres sordas ¿qué defensa pueden tener para evitar la discriminación, el abuso, la victimización de sus cuerpos y de su dignidad?
Este trabajo intentará demostrar la necesidad de capacitar a docentes en Educación Sexual Integral que trabajen con la comunidad sorda y la necesidad de políticas públicas que incluyan en las campañas de Promoción y Prevención de Salud a todas las personas con sus diferencias y diversidades, para el ejercicio de una sexualidad libre y responsable. Acortando la brecha de desigualdades sociales.