Cardoso-Moreno MJ. Psicologia.com. 2011; 15:66.
http://hdl.handle.net/10401/4744
Artículo original
Influencia de patrones de personalidad sobre la
recuperación postquirúrgica
Cardoso-Moreno MJ1*, Ramos-Fuentes MI, Vaz-Leal FJ2, Rodríguez-Santos L3,
Férnandez-Sánchez N4.
Resumen
Objetivos: El objetivo del presente trabajo es analizar si determinados patrones de personalidad
pudieran estar relacionados con la posterior recuperación de los pacientes que han sido
sometidos a una intervención quirúrgica. Además, consideramos que determinadas variables
individuales, en este caso la edad, pueden modular esta posible relación entre personalidad y
recuperación postquirúrgica. Metodología: La muestra de nuestro estudio estaba compuesta por
42 pacientes ingresados en el Servicio de Cirugía del Hospital Infanta Cristina de Badajoz y que
iban a ser intervenidos quirúrgicamente. La variable edad se agrupó en joven (25-40 años) y en
maduro (41-70 años). Antes de la intervención se administró el MCMI-II. La variable
recuperación se codificó como buena o mala en base a la presencia de dolor, vómitos, infección y
fiebre. Resultados: Para el análisis de los datos utilizamos Análisis de Varianza. Los resultados
indican que los sujetos de mayor edad, que presentaron una peor recuperación postquirúrgica,
muestran mayores puntuaciones en las Escalas de Fobia (F = 11.65, p = 0.005) y Depresión
Mayor (F = 9.13, p = 0.010). Nuestros datos indican que los pacientes con mayor edad que
presentan mayores puntuaciones en las Escalas de Fobia y Depresión Mayor tienen una peor
recuperación postquirúrgica. Conclusiones: Está ampliamente descrito como diversos factores
psicológicos tienen un efecto clínicamente significativo sobre el curso o evolución de la
enfermedad. Nuestros resultados indican que determinados patrones de personalidad pueden
situar al paciente en una situación de riesgo elevado provocando una evolución adversa en
aquellos pacientes que han sido intervenidos quirúrgicamente.
Recibido: 08/12/10 - Aceptado: 09/01/11 Publicado: 02/11/11
* Correspondencia: mcarmor@unex.es
1,2,3 y4 Universidad de Extremadura
Psicologia.com ISSN: 1137-8492
© 2011 Cardoso-Moreno MJ, Ramos-Fuentes MI, Vaz-Leal FJ, Rodríguez-Santos L, Férnandez- Sánchez N.
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Introducción
El proceso quirúrgico es un evento estresante y ansiógeno, es decir, es un acontecimiento que
provoca estrés en el sujeto y, además, sus efectos perduran en forma de ansiedad, de tal forma
que puede tener distintas repercusiones, tanto en el proceso operatorio en sí como en la
recuperación inmediata y posterior del paciente. Este proceso, como situación nueva para el
paciente, implica una serie de adaptaciones, tanto físicas como psíquicas al denominado "estrés
quirúrgico". El enfermo quirúrgico se enfrenta a la ansiedad, la incertidumbre y la indefensión
[1]. Los cuidados prequirúrgicos se vuelven esenciales para que el paciente llegue a la
intervención en las condiciones más adecuadas posibles.
Son muchos los factores que van a interactuar e influir en el estado psíquico del paciente que va
a ser sometido a una intervención quirúrgica y, de la misma manera, su recuperación, va a
depender de otra serie de factores que se unirán a la influencia de los preoperatorios [2]. La
identificación de los mismos serviría de cribado (screening) para detectar a aquellos pacientes
que podrían presentar riesgo en relación a los resultados postoperatorios [3]. Hay estudios en
los que se ha señalado la probable relación entre el estado psicológico preoperatorio y la
aparición de complicaciones orgánicas postoperatorias [4], de forma que una personalidad
patológica implica un riesgo diez veces mayor de desarrollar una adaptación también patológica
frente al estrés quirúrgico [5]. El tipo de personalidad del paciente también puede intervenir
según sean los estilos de afrontamiento de la ansiedad de cada persona [6] o según la persona
tienda a ser más o menos ansiosa en su vida cotidiana, por ejemplo, se ha relacionado la alta
ansiedad-rasgo con la aparición de dolor postoperatorio moderado e intenso [7]. Por otro lado,
también hay estudios que señalan factores de personalidad que actuarían como protectores. El
hecho de ser optimista, según parece, se asocia positivamente con la disminución de la ansiedad
prequirúrgica [8], menos días de estancia hospitalaria y mejor calidad de vida postoperatoria
[9]; el tener expectativas de autocontrol de la situación después de la intervención, se relaciona
positivamente con la recuperación rápida y el acortamiento de la estancia hospitalaria [10].
El objetivo del presente trabajo es analizar si determinados patrones de personalidad pudieran
estar relacionados con la posterior recuperación de los pacientes que han sido sometidos a una
intervención quirúrgica. Además, consideramos que determinadas variables individuales, en
este caso la edad, pueden modular esta posible relación entre personalidad y recuperación
postquirúrgica.
Material y método
Ámbito de estudio
La población de estudio fueron los pacientes que iban a ser sometidos a una intervención
quirúrgica en un centro de referencia para el Área sanitaria de la Comunidad Autónoma de
Extremadura. Los criterios de inclusión fueron tener edades comprendidas entre 20 y 70 años, y
tener un nivel educativo básico en lectura y escritura que hicieran posible la participación en el
estudio. Los criterios de exclusión fueron presentar defícits cognitivos o con trastornos
psiquiátricos diagnosticados o haber sido sometidos anteriormente a una intervención de la
misma patología por la que habían sido ingresados. Para descartar una posible alteración
cognitiva se les administró el Mini-Examen Cognitivo. Se seleccionaron a aquellos pacientes con
puntuaciones igual o superior a 28 puntos.
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Muestra
En el presente trabajo participaron de forma voluntaria los pacientes ingresados para ser
intervenidos en el servicio de Cirugía del Hospital Infanta Cristina de Badajoz. La edad de los
sujetos estaba comprendida entre 25 y 70 años y al menos poseían un nivel educativo básico. La
variable edad se agrupó en joven (25-40 años) y en maduro (41-70 años). De los 42 pacientes
que componen la muestra, 19 eran jóvenes y 23 maduros. Se comprobó que ninguno presentaba
alteración cognitiva y que no habían sido operados anteriormente de la misma patología.
Instrumentos
Datos personales
Los datos personales fueron recogidos a través de un protocolo creado para este estudio. Se
obtuvieron datos generales, datos sobre el estado de salud general y datos sobre la recuperación.
También contemplamos el grado de información del que disponía el paciente. Todos los sujetos
fueron informados del proceso a seguir y consideramos que el sujeto no demandaba más
información. El sujeto refería que la información recibida era suficiente.
Inventario Clínico Multiaxial de Millon
El principal objetivo del MCMI-II [11] es proporcionar información en tareas de evaluación y
tratamiento de personas con dificultades emocionales y personales. También es importante su
uso en proyectos de investigación. A pesar del amplio rango de aplicaciones clínicas, la teoría
está basada en las derivaciones de una combinación simple de variables. Principalmente,
considera 10 estilos básicos de funcionamiento de la personalidad originados a partir de 2
dimensiones. La primera dimensión constituye la fuente primaria de la que los sujetos obtienen
reforzamientos positivos (búsqueda de placer) y reforzamiento negativo (evitación del
displacer). La segunda dimensión refleja el modelo básico de afrontamiento del paciente para
conseguir el máximo de satisfacción y minimizar el dolor.
El MCMI-II mide los patrones de personalidad a través de 13 escalas basadas en los criterios del
DSM-III-R. Las escalas son las siguientes: esquizoide, fóbica, dependiente, histriónica,
narcisista, antisocial, compulsiva, pasivo-agresiva, esquizotípica, límite, paranoide, ansiedad,
histeriforme. Además, mide hipomanía, neurosis depresiva, abuso de alcohol, abuso de drogas,
pensamiento psicótico, depresión mayor y trastorno delirante.
Las puntuaciones individuales y los perfiles pueden utilizarse para generar y probar gran
variedad de hipótesis. Este inventario es de fácil aplicación, consta de 175 Items y dispone de
corrección mecanizada. Este inventario presenta una buena fiabilidad y validez [11].
Procedimiento
Los sujetos aceptaban participar en el estudio de forma voluntaria, firmando un consentimiento
informado. En un primer momento, se aplicaba un cuestionario diseñado para este estudio
donde se registraban datos personales, datos sobre salud general y sobre la medicación
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utilizada. También se anotaba el tipo de intervención, fecha de ingreso y datos sobre la
evolución del paciente una vez que había sido intervenido.
Tras haber obtenido los datos generales sobre el paciente se administraba el Inventario Clínico
Multiaxial de Millon. Tras la intervención, se registraba diariamente la evolución del paciente.
Se controlaba si se alimentaba de forma correcta, si tenía dolor, si descansaba de forma
adecuada, si tenía fiebre u otras complicaciones. La variable recuperación se codificó como
buena o mala en base a la presencia de dolor, vómitos, infección y fiebre.
Una vez finalizada la recogida de los datos, se procedió al análisis de los mismos. Los datos del
MCMI-II fueron analizados a través de ANOVA.
Resultados
En primer lugar, comparamos si las puntuaciones obtenidas en las distintas Escalas del MCMIII se relacionan con una mejor recuperación tras la intervención. Encontramos que los pacientes
que presentan mayores puntuaciones en las Escalas de Fobia (F = 6.43; p = 0.012),
Autodestructiva (F = 6.94; p = 0.012), Ansiedad (F = 4.65, p = 0.037), Neurosis Depresiva (F =
7.16; p = 0.011) y Depresión Mayor (F = 5.80, p = 0.021) muestran una peor recuperación
postquirúrgica (Figura 1).
Figura 1. Media de las puntuaciones en varias escalas del
recuperación
MCMI-II en función de la
Postquirúrgica.
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A continuación estudiamos la posible relación entre la edad de los sujetos, los patrones de
personalidad y la recuperación postquirúrgica. Los resultados obtenidos indican que los sujetos
de mayor edad, que presentaron una peor recuperación postquirúrgica, muestran mayores
puntuaciones en las Escalas de Fobia (F = 11.65, p = 0.005) y Depresión Mayor (F = 9.13, p =
0.010). Nuestros datos indican que los pacientes con mayor edad que presentan mayores
puntuaciones en las Escalas de Fobia y Depresión Mayor tienen una peor recuperación
postquirúrgica (Figuras 2 y 3).
Figura 2. Media de las puntuaciones obtenidas en la Escala Fobia en función de la edad y de
la recuperación postquirúrgica.
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Figura 3. Media de las puntuaciones obtenidas en la Escala Depresión Mayor en función de
la edad y de la recuperación postquirúrgica.
Discusión
El objetivo del presente trabajo es analizar si determinados patrones de personalidad pudieran
estar relacionados con la posterior recuperación de los pacientes que han sido sometidos a una
intervención quirúrgica. Establecer unos criterios apropiados para categorizar una recuperación
como "buena" o "mala" no es una tarea fácil y puede generar controversias. En nuestro estudio
hemos seguido las pautas establecidas en estudios anteriores en los que el estado psicológico
prequirúrgico tuvo efecto, en alguna medida, sobre cuatro de los siete indicadores de
recuperación evaluados (consumo de analgésicos y sedantes, duración de la hospitalización y
dolor).
Hay estudios que consideran que la ansiedad prequirúrgica está relacionada con la personalidad
del paciente y sus estrategias de afrontamiento [6]. Nos gustaría resaltar la alta correlación entre
ansiedad y depresión. Aunque se consideran categorías diagnósticas diferentes, suelen estar
íntimamente relacionadas. Aunque la depresión y la ansiedad son consideradas entidades
independientes suele ser raro encontrarlas en estado puro. Lo más habitual, en la práctica
médica, es la presentación de síntomas ansiosos y depresivos mezclados en mayor o menor
grado en un mismo paciente.
El principal objetivo de nuestro estudio era comprobar si existe una relación entre determinados
patrones de personalidad y la posterior recuperación del paciente. Comprobamos que los
pacientes con mayores puntuaciones en las escalas de Fobia, Autodestructiva, Ansiedad,
Neurosis Depresiva y Depresión Mayor se recuperaron peor tras la intervención. Calden,
Hokanson y Lewis [12] fueron unos de los primeros autores en relacionar factores
psicosomáticos con una posterior recuperación del paciente. Estos autores comprobaron que los
pacientes con puntuaciones elevadas en Hipocondría, Depresión e Introversión social se
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recuperaban más lentamente de tuberculosis que los pacientes con menores puntuaciones en
dichas escalas de personalidad.
Está ampliamente descrito que la presencia de sintomatología depresiva repercute sobre la
recuperación física y social. Berger [13] estudió diversos patrones de personalidad a través de la
administración del MMPI en pacientes con glaucoma. Los resultados de este estudio mostraron
un mayor grado de ansiedad y depresión en los pacientes que padecían un glaucoma. En este
trabajo se pone de manifiesto la relación entre el estado emocional del paciente y la presión
intraocular. Frasure-Smith [14] realizó una revisión de los trabajos que relacionaban rasgos de
personalidad y enfermedad coronaria. Estos autores llegaron a la conclusión de que la ansiedad,
la depresión y la hostilidad son los rasgos de personalidad que más inciden sobre la enfermedad
coronaria en pacientes sin patología psiquiátrica. Posteriormente, otros estudios han constatado
una relación entre sintomatología depresiva y enfermedad coronaria. Krittayaphong, Cascio,
Light, Sheffield, Golden, Finkel et al. [15] comprobaron que los pacientes con mayores
puntuaciones en las escalas de depresión presentaban mayor riesgo de problemas coronarios.
Otros estudios [16, 17] han confirmado la asociación entre Hostilidad, patología coronaria y
mortalidad. Los datos de estos estudios indican que las personas con mayores puntuaciones en
las escalas de Hostilidad tienen más riesgo de padecer alguna enfermedad coronaria y un mayor
porcentaje de mortalidad. Denollet y Brutsaert [18] consideran que un incremento de la
susceptibilidad ante estresores emocionales puede ser el responsable del alto riesgo de
mortalidad en pacientes con patrón de personalidad de tipo A. Yeung, Vekshtein, Krantz, Vita,
Ryan, Ganz et al. [19] han comprobado en pacientes con enfermedades coronarias que
determinados estresores de tipo psicosocial pueden provocar vasoconstricción. Por último, un
trabajo de Yaffe, Edwards, Covinsky, Lui y Eng [20] ha constado que una sintomatología
depresiva aumenta la mortalidad y la estancia hospitalaria, manifestando una recuperación más
lenta.
Otro aspecto que nos interesaba comprobar era si la edad de los sujetos podía modular la
relación existente entre patrones de personalidad y recuperación postquirúrgica. La ansiedad
como síntoma es muy frecuente en la edad madura. En ocasiones, se ha considerado un
componente típico de la vejez mientras que otras veces se ha manifestado a través de la
somatización. Los cuadros de depresión asociados a factores físicos suelen presentarse en
sujetos con más edad . Las depresiones neuróticas en la tercera edad se caracterizan por
ansiedad, sentimiento de vacío, pérdida de la autoestima, quejas hipocondríacas y su
organización en formas socializadas. En la edad madura es típico que el sujeto dirija su atención
hacia sus funciones corporales. Las preocupaciones por las comidas, funciones digestivas, de
evacuación, las molestias y dolores físicos, mareos son típicas fuentes de preocupaciones
hipocondríacas. Las relaciones se hacen más egocéntricas y la inseguridad conduce a la
dependencia.
Nuestros resultados indican que determinados patrones de personalidad pueden situar al
paciente en una situación de riesgo elevado provocando una evolución adversa en aquellos
pacientes que han sido intervenidos quirúrgicamente. Además, encontramos que la variable
edad puede acentuar dicha influencia.
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Trabajo seleccionado para su publicación en la revista Psicologia.com, de entre los presentados al XII
Congreso Virtual de Psiquiatría Interpsiquis 2011.
Cite este artículo de la siguiente forma (estilo de Vancouver):
Cardoso-Moreno MJ, Ramos-Fuentes MI, Vaz-Leal FJ, Rodríguez-Santos L, FérnandezSánchez N. Influencia de patrones de personalidad sobre la recuperación postquirúrgica.
Psicologia.com [Internet]. 2011 [citado 02 Nov 2011]; 15:66. Disponible en:
http://hdl.handle.net/10401/4744
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IMPORTANTE: Algunos textos de esta ficha pueden haber sido generados partir de PDf original, puede sufrir variaciones de maquetación/interlineado, y omitir imágenes/tablas.