Cuestionario de estrategias de acoso psicológico: El LIPT -60.
(Leymann Inventory of Psychological Terrorization)
FUENTE: PSIQUIATRIA.COM. 2003; 7(5)
José Luis González de Rivera; Manuel Rodríguez-Abuin.
Instituto de Psicoterapia e Investigación Psicosomática,
Avenida de Filipinas, 52
28003 Madrid
E-mail: psy@terra.es
PALABRAS CLAVE: LIPT, Leymann, Acoso, Mobbing, Maltrato psicológico, Estrés.
Resumen
El LIPT-60 es un cuestionario escalar autoadministrado que objetiva y valora 60 diferentes estrategias de acoso
psicológico, derivado del LIPT original dicotómico de 45 items de Leymann. En una muestra de 125 sujetos de
ambos sexos, participantes voluntarios en programas de información y/o atención sobre el acoso psicológico en el
trabajo, la media de conductas de acoso experimentadas (NEAP) por los sujetos acosados fue de 29, con una
intensidad media por cada conducta de acoso (IMAP) de 2,32. Los sujetos no acosados sufrieron una media de 4
conductas de acoso, con un IMAP de 1,23. El indice global de acoso psicológico (IGAP) fue de 1,23 para los
acosados y 0,09 para los no acosados. Existe una importante correlación entre los indices de acoso y la edad del
sujeto, pero no con su género. Las 17 estrategias más frecuentes e intensas pretenden incomunicar, intimidar,
desprestigiar y entorpecer el progreso de la victima, y afectan al 70% de los acosados. Las estrategias de acoso
menos frecuentes son conductas groseras, evidentes o que dejan huella, lo que confirma que, a diferencia de
otras formas de violencia en el trabajo, el acoso psicológico consiste en estrategias sofisticadas y bien planeadas y
no en meros arrebatos o exabruptos.
Desarrollo histórico
En 1984 Heinz Leymann, psiquiatra alemán afincado en Suecia, publicó su primer estudio piloto sobre la violencia
psicológica en el trabajo, fenómeno ya conocido y estudiado, aunque de manera menos sistemática, con
anterioridad (Brodsky, 1972). En 1990 Leymann presentó en el Congreso sobre Higiene y Seguridad en el Trabajo
de Hamburgo una ponencia sobre mobbing, dando el primer impulso a un término que ha hecho fortuna desde
entonces. En 1993 publicó en alemán su libro Mobbing, traducido en 1996 al francés. Poco después, aparecieron
otras dos obras más con el mismo título, ambas claramente influidas por Leymann: Una en Estados Unidos,
(Davenport, 1996) y otra en España (Piñuel, 1991). Sin embargo, el término inicialmente preferido por Leymann
para designar el fenómeno del maltrato psicológico en el entorno laboral era el de "terror psicológico" o
"psicoterrorización", mucho más gráfico e impactante. La definición que da Leymann de Mobbing o terror
psicológico es la siguiente:
El mobbing o terror psicológico en el ámbito laboral consiste en comunicación hostil y sin ética, dirigida de manera
sistemática por uno o varios individuos contra otro, que es así arrastrado a una posición de indefensión y
desvalimiento, y activamente mantenido en ella. Estas actividades tienen lugar de manera frecuente (como
criterio estadístico, por lo menos una vez a la semana) y durante largo tiempo (criterio estadístico: por lo menos
seis meses). A causa de la elevada frecuencia y duración de la conducta hostil, este maltrato acaba por resultar
en considerable miseria mental, psicosomática y social.
Las posibilidades de actuación hostil en el terreno de la comunicación son muy variadas, desde insultos directos
hasta insinuaciones, comentarios y "puntas" mal intencionadas , pasando por actos de negación de la
comunicación ("ninguneo"), tales como ignorar un saludo, no responder a una pregunta, actuar como si
determinada persona no estuviera presente, etc.
Además de crear el concepto, abrir el campo y realizar los primeros estudios clínicos y epidemiológicos, (la
mayoria, desgraciadamente, publicados sólo en sueco), Leymann describió de manera operativa, o sea,
objetivamente demostrable, 45 actividades características de mobbing. La lista de estas actividades en forma de
cuestionario se denomina LIPT (Leymann Inventory of Psychological Terrorization), y ha sido utilizada, entre
otras, en su gran investigación en la mayor fabrica de acero de Suecia (Leymann, 1989). Conceptualmente,
Leymann clasifica las estrategias de acoso psicológico en cinco grandes apartados, que hemos denominado
coloquialmente "Las cinco maniobras principales para destruir a un buen profesional":
Limitar su comunicación : El acosador impone con su autoridad lo que puede decirse y lo que no. A la víctima se le
niega el derecho a expresarse o a hacerse oír. (preguntas 1-11 del LIPT)
Limitar su contacto social:: No se dirige la palabra a la víctima, procurando además que nadie lo haga. Se le
cortan las fuentes de información, se le aisla físicamente de sus compañeros (preguntas 12-16 del LIPT)
Desprestigiar su persona ante sus compañeros: Bromas y burlas sobre la víctima, su familia, orígenes,
antecedentes y entorno (preguntas 17-31)
Desacreditar su capacidad profesional y laboral : Se asigna a la víctima tareas muy por debajo o muy por encima
de su capacidad, o no se le permite hacer nada; se le critican los más mínimos errores o defectos; se desprecia su
trabajo y sus capacidades profesionales (preguntas 32-38)
Comprometer su salud : Aparte de ataques directos, el mero sometimiento a un régimen de acoso psicológico ya
tiene efectos negativos, psicológicos y psicosomáticos, pero lo que se evalúa en este cuestionario son las
conductas del acosador /es, no su repercusión en el acosado. (preguntas 39-45)
La versión española del LIPT
Desde finales de 1999, el Instituto de Psicoterapia e Investigación Psicosomática de Madrid ha ampliado su
tradicional interés en los síndromes de estrés para incluir entre sus lineas de investigación y asistencia clinica los
trastornos relacionados con el acoso psicológico en el trabajo. Desde nuestros primeros casos, hemos detectado
estrategias de acoso, relativamente frecuentes en España, que no están en la lista de Leymann. Por eso, nuestra
primera modificación del cuestionario original ha sido añadir 15 de estas conductas a continuación de las 45
tipificadas por Leymann (preguntas 46-60). Además, hemos modificado las posibilidades de respuesta al
cuestionario, inicialmente de tipo dicotómico, para permitir la valoración por el sujeto de la intensidad con que es
afectado por cada una de las estrategias de acoso.
Tenemos así dos versiones españolas del LIPT, la dicotómica, en la que se añaden 15 items a los 45 originales de
Leymann, conservando las mismas instrucciones de administración y la misma metodología de respuesta, y la
escalar, igual en cuanto a la descripción de los items, pero en la que se amplian las posibilidades de respuesta
para incluir en ella una valoración tipo Likert de la intensidad con que cada una de las conductas de acoso ha
afectado al sujeto, desde cero (la conducta no ha tenido lugar) hasta cuatro (conducta de intensidad máxima).
Las instrucciones de administración son modificadas en esta versión de manera apropiada. El LIPT escala se
presenta en el apéndice, y el procedimiento para su corrección se describe a continuación:
Para la correción del LIPT escala, por analogía con el procedimiento seguido en otros instrumentos de medida,
como el cuestionario de 90 sintomas de Derogatis (Gonzalez de Rivera y cols. 2002), hemos establecido tres
parámetros globales: el número total de estrategias de acoso psicológico, (NEAP), el indice global de acoso
psicológico (IGAP) y el indice medio de acoso psicológico (IMAP) El cálculo de estos parámetros globales se
efectua de la manera siguiente:
NEAP: Contaje simple de todas las respuestas distintas de cero. Esta medida es conceptualmente la misma que el
LIPT total calculado con el cuestionario dicotómico, aunque presenta diferencias de orden metodológico que
después discutiremos.
IGAP: Indice global, obtenido sumando los valores asignados a cada estrategia de acoso psicológico y dividiendo
esta suma entre el número total de estrategias consideradas en el cuestionario, es decir, entre 60.
IMAP: Indice medio de intensidad de las estrategias de acoso psicológico experimentadas, obtenido dividiendo la
suma de los valores asignados a cada estrategia entre el número total de respuestas positivas. Este número es
variable, y viene determinado por el NEAP
IMAP = Suma de los valores asignados a cada estrategia / NEAP
La administración de nuestro instrumento de medida del mobbing puede hacerse según dos métodos diferentes:
1) Autoadministrado o por autorespuesta, consistente en pedir al sujeto que responda directamente a las
preguntas, bien de manera afirmativa o negativa (LIPT dicotómico), o bien aplicando un criterio graduado desde
cero (no ocurre la conducta de mobbing), pasando por 1 (conducta minima o dudosa), 2 (conducta segura y
molesta) 3 (mobbing importante) 4 (máxima intensidad de la conducta de mobbing) LIPT en escala
2) Heteroadministrado, en el que un observador externo identifica y valora cada conducta de mobbing, valiéndose
de criterios operativos que le permiten objetivar las situaciones.
En este estudio presentamos los resultados obtenidos en la autoadministración de nuestra adaptación del LIPT a
125 sujetos, todos ellos participantes voluntarios en programas de información y/o asistencia sobre síndromes de
acoso psicológico en el trabajo, organizados por los autores durante los años 2001 y 2002. La mayoria de estos
sujetos (n = 109) presentaban alteraciones psicopatológicas atribuidas al efecto de estrategias de acoso
psicológico en el trabajo, bien por ellos mismos o sus familiares, bien por sus médicos de familia o sus
psiquiatras. La relación entre los parámetros del LIPT y el tipo e intensidad de psicopatologia se discuten en otro
trabajo.
Resultados
1. LIPT dicotómico
La versión original del Leymann Inventory of Psychological Terrorization está construida de manera dicotómica, es
decir, se pregunta al sujeto si determinada estrategia de acoso psicológico ha tenido lugar, dándole como únicas
opciones de respuesta Si ó No. En nuestra primera versión de la adaptación española del LIPT conservamos esta
misma estructura dicotómica.
El LIPT dicotómico fue administrado a 28 sujetos, 13 hombres y 15 mujeres. La edad media de la muestra fue de
42,47 años, con una desviación típica de 7,58. El rango de edades estuvo comprendido entre un mínimo de 30 y
un máximo de 62 años.
El LIPT total, definido como el número de respuestas positivas al cuestionario o número total de diferentes
estrategias de acoso psicológico experimentados por el sujeto es, como media del grupo, de 22,64 (d.t. = 8,6),
con un rango de 7 a 42. Las frecuencias de respuestas positivas a cada estrategia se presentan en la primera
columna de la Tabla 1.
Al establecer la comparación por sexos, se detectan ligeras diferencias en el LIPT total, que no son significativas.
La media en los hombres es de 23, 69 (dt 8,30), ligeramente superior a la de las mujeres, que es de 21,73 (dt
9,05). No encontramos tampoco correlaciones significativas entre la edad y el LIPT total (corr.0,017, ns)
Tabla 1
2. LIPT escala
El mero conocimiento de que una determinada conducta de acoso ha tenido lugar no es suficientemente
informativo; nos interesa, además, saber la intensidad, gravedad y frecuencia de esta conducta, y, sobre todo, el
grado en el que ha afectado al bienestar, equilibrio psicológico e integridad del sujeto que la sufre. Por eso hemos
desarrollado una segunda versión del cuestionario, en la que incluimos varias opciones de respuesta tipo Likert,
graduadas desde el 0 (no ocurre la conducta) hasta el cuatro (intensidad máxima). El texto estandar para la
administración del cuestionario ha sido modificado de "... marque la que haya experimentado " (versión
dicotómica) a " ... marque en cada una de ellas el grado en que la ha experimentado "
El LIPT en su versión escalar fue administrado a 79 sujetos afectados por experiencias de acoso y a 16 sujetos no
afectados.
En el grupo de sujetos afectados (n = 79) hay 23 hombres y 56 mujeres, con una edad media de 41,5 años
(desviación tipica 11,15 años). La edad media de los hombres es de 41,9 años y la de las mujeres 41,3 años. El
rango de edades va desde un mínimo de 17 años a un máximo de 67.
Los valores de los indices del LIPT fueron los siguientes (v. tabla 2):
Tabla 2
NEAP, número total de estrategias de acoso: Los sujetos de la muestra experimentaron 29,18 estrategias de
acoso psicológico por termino medio, con una desviación tipica de 12,1. El rango de conductas sufridas va desde
un minimo de 5 hasta un máximo de 53.
No hay diferencias significativas entre el valor medio en hombres 31,09 (dt 11,18) y en mujeres 28,4 (dt 12,5).
IGAP, Intensidad global de acoso psicológico: el valor medio es 1,23, con desviación tipica de 0,81. Tampoco hay
diferencias significativas entre hombres y mujeres. El rango de valores para esta variable va desde un minimo de
0,08 a un máximo de 3,07
IMAP, intensidad media de las estrategias de acoso, es de 2,32, con una desviación tipica de 0,87 y rango desde
un valor minimo de 1 hasta un máximo de 4. Tampoco hay diferencias significativas entre hombres y mujeres (los
resultados del test estadistico de los indices globales por sexo se presentan en tabla 3).
Tabla 3 VALORES GLOBALES DE LIPT EN ACOSADOS POR SEXO
(contraste de medias por t student)
Al aplicar el analisis estadistico de Pearson a los resultados se pone en evidencia una altamente significativa
correlación entre la edad y los tres indices de acoso. Cuanto mayor es la edad del sujeto, tanto más numerosas e
intensas son las estrategias de acoso percibidas (tabla 4).
Tabla 4
Los sujetos no afectados a los que se administró el LIPT escala fueron 16 asistentes a un curso sobre estrés
profesional en el Colegio de Médicos de Madrid, 4 hombres y 12 mujeres. Su edad media es 35,5 años, con una
d.t. de 10,35 años y un rango de 17 a 52 años. En este grupo no hay correlaciones significativas entre el LIPT y la
edad, ni tampoco diferencias relacionadas con el sexo. Como cabia esperar, las puntuaciones medias de los
indices LIPT son muy bajas, con una media de NEAP de 4,19 (d.t. = 4,21; rango 0 13) IGAP 0,09 (dt = 0,1;
rango 0 - 0,32) e IMAP de 1,23 (dt= 0,78; rango 0- 3)
Discusión
El cuestionario de estrategias de acoso psicológico en el trabajo es, en cierta forma, similar a otros cuestionarios
de acontecimientos vitales, con la diferencia de que cada uno de los acontecimientos encuestados constituye un
microtrauma especifico que daña la autoestima, dignidad y sentido de competencia de quien lo sufre. Los sujetos
en estas circunstancias acaban por desarrollar diferentes sintomas psicológicos y psicosomáticos, fenómeno
inicialmente puesto de manifiesto por Leymann, y corroborado después por otros autores (Piñuel, 2001 ; Gonzalez
de Rivera, 2002, 2003). Conceptualmente, hemos clasificado los trastornos por acoso psicológico entre los
sindromes de estrés producidos por un estresor traumático crónico (Gonzalez de Rivera, 2001). Naturalmente, la
presencia ocasional de una o varias de las conductas traumatizantes tipificadas en el LIPT no indica
necesariamente que el mobbing esté teniendo lugar. Es necesario además que:
a) Se presenten varias de ellas, cuantas más, más grave, intensa y generalizada es la situación. De todas formas,
una sola conducta de acoso puede ser suficiente, si es lo bastante importante y traumática, si destruye de manera
eficaz aspectos clave del autoconcepto y la autoestima, si causa desmoralización insuperable, o si pone en marcha
rumiaciones autodestructivas en circulo vicioso, o "autoestrés".
b) Se repitan con frecuencia, es decir, constituyan una pauta de acoso, no exabruptos, groserías o ejemplos
aislados de irritabilidad o de mala educación. Convencionalmente, se acepta como suficiente (pero no necesario)
el criterio estadístico de una frecuencia mínima de una vez a la semana.
c) Sean persistentes en el tiempo, o sea, que no sean transitorias o debidas a circunstancias pasajeras o sin
relación con un propósito consistente de dañar al acosado. Convencionalmente, el criterio estadístico de un
mínimo de seis meses se considera suficiente, pero no necesario.
El número de diferentes estrategias de acoso experimentadas por los sujetos identificados como "acosados" en
nuestro estudio es relativamente alto, 29 por término medio, con una desviación estandar de ( + 12). En
contraste, la media en sujetos no acosados es siete veces menor, una diferencia tan llamativa que no es necesario
aplicar pruebas estadisticas para estar seguros de su importancia. De todas formas, esta comparación tiene sólo
un valor indicativo de momento, siendo necesarios estudios más amplios, con mayor número y diversificación de
sujetos. El numero total de estrategias marcadas como positivas en la encuesta tipo Likert (LIPT escala) es mayor
que el reportado con el LIPT dicotómico (29 vs. 22 por término medio).
Estas pequeñas diferencias se mantienen al comparar las frecuencias relativas para la mayoria de los items. Es
posible que la graduación progresiva de la escala permita dar como positivas conductas de acoso muy
intermitentes o de baja intensidad, probablemente despreciadas en la encuesta dicotómica. Muchas estrategias
valoradas con intensidad minima (uno), que son positivas en la escala LIPT y por lo tanto contabilizan para
calcular el NEAP (número de estrategias de acoso psicológico) pueden no ser reportadas en el cuestionario
dicotómico, que fuerza una decisión entre "si" y "no".
La frecuencia y/o intensidad de cada conducta de acoso viene expresada por el valor asignado, cuyas medias se
presentan en la tabla 1 para cada item del LIPT. Asi, el item 1 "sus superiores no le dejan expresarse o decir lo
que tiene que decir" parece ser una estrategia bastante tipica, puesto que ha sido experimentada por 91 % de los
acosados, con una intensidad próxima al 3.
Otras estrategias muy tipicas, al menos en nuestra muestra, son las que pretenden incomunicar al acosado
(interrumpirle cuando habla, no mirarle o hacerlo con desprecio, ignorarle), intimidarle (gritarle o regañarle en
voz alta, criticar su trabajo, amenazarle verbalmente), desprestigiarle (calumniarle y murmurar a sus espaldas,
hacer circular rumores, evaluar injusta, parcial o maliciosamente su trabajo, minimizar sus logros, exagerar sus
fallos, informar mal sobre su permanencia y dedicación) y entorpecer su progreso (cuestionar y contrariar sus
decisiones, cortar sus iniciativas, no permitirle desarrollar sus ideas, ocultar sus habilidades y competencias
especiales, provocarle para que reaccione emocionalmente).
Todas estas estrategias tienen una frecuencia superior al 70 %, es decir, son experimentadas por más del 70 por
ciento de las personas que sufren acoso psicológico en el trabajo, y ello con un nivel de intensidad que deja claro
que se tratan de conductas claramente frecuentes y persistentes. La lista completa de las 17 estrategias de acoso
más frecuentes se presenta en la tabla 6. Es interesante hacer notar que cinco de estas 17 estrategias
corresponden a items del LIPT añadidos por los autores en nuestra versión española, lo cual confirma el acierto de
esta modificación.
Tabla 6 ESTRATEGIAS DE ACOSO MAS FRECUENTES SEGUN EL LIPT
Curiosamente, las estrategias de acoso menos frecuentes son, precisamente, las más groseras, evidentes o que
pueden dejar huella, como las insinuaciones o agresiones sexuales, las amenazas y ataques físicos, las burlas y
ridiculizaciones sobre defectos fisicos o sobre la procedencia regional o étnica, y las llamadas o escritos
amenazantes. Estos resultados confirman la impresión general de los expertos en el sentido de que, a diferencia
de otras formas de violencia en el trabajo, el acoso psicológico se ejerce a través de estrategias sofisticas y bien
planeadas, que parecen perseguir un objetivo concreto, y no son meros arrebatos o exabruptos irreflexivos.
La administración de la versión escalar del LIPT, además de informar sobre la presencia e intensidad de cada
conducta de acoso, permite establecer tres indices globales que cuantifican distintos aspectos complementarios de
la situación. Con el contaje simple del total de diferentes estrategias de acoso sufridas, único parámetro global
medido por el LIPT dicotómico, se obtiene en el LIPT escala el NEAP, número de estrategias de acoso psicológico.
De la intensidad asignada a las diferentes estrategias de acoso se deriva el IGAP, indice global de acoso
psicológico, que estima el efecto que las estrategias de acoso tienen sobre la victima de ellas. Por ejemplo, dos
personas diferentes pueden sufir el mismo número de conductas de acoso, digamos que ambas tienen un NEAP =
10. Esta es una cifra relativamente baja, que, como hemos visto en la sección de resultados al estudiar los rangos
de NEAP , puede tanto corresponder a una persona que sufre acoso como a una que no. Sin embargo, si uno de
estos sujetos presenta un IGAP alto, superior a 1,2, nos inclinaremos a clasificarle entre los acosados, mientras
que si lo presenta bajo, inferior a 0,8 nos inclinaremos en sentido contrario. El IMAP, indice medio de acoso
psicológico, cuantifica el valor medio asignado a las respuestas positivas, es decir, a la intensidad y frecuencia de
las conductas de acoso sufridas.
Naturalmente, su valor es siempre más alto que el IGAP, pero se aproxima a él cuanto mayor sea el NEAP, o sea,
el número de estrategias de acoso experimentadas. Diferencias muy notables entre IMAP e IGAP indican que el
sujeto sufre pocas conductas de acoso, pero que éstas son muy intensas. Un trabajador, por ejemplo, a quien su
jefe le grita continuamente y no le deja nunca hablar ni explicarse puede marcar en el LIPT solamente estas dos
conductas, es decir, su NEAP seria de 2, un valor muy bajo. Su IGAP seria igualmente bajo, puesto que 2/60 =
0,03. Sin embargo, su IMAP tendria probablement un valor bastante alto, digamos 3,5 si valora los dos únicos
items que se le aplican, el 1) el 4), con un cuatro y un tres respectivamente. Este tipo de discrepancias orientaria
hacia la existencia de conflictos o malencuentros en el trabajo, pero es poco indicativo de una situación de acoso
psicológico
NEAP y el
importante
exentos de
propiamente dicho. Notemos que los sujetos no- acosados de nuestro estudio, cuyas medias en el
IGAP son apropiadamente bajas (NEAP = 4,2; IGAP = 0,09) presentan un IMAP relativamente
(IMAP = 1,23), lo cual sugiere que, si bien no están en una situación de acoso, no están por ello
conflictos y tensiones en su trabajo.
Particular comentario merece la correlación hallada entre la edad y todas las medidas globales de acoso (tabla 4),
lo cual parece confirmar que, en nuestra muestra de acosados, la percepción de estrategias de acoso aumenta
según aumenta la edad del trabajador. No tenemos información suficiente para explicar este hallazgo, que puede
ser una mera casualidad en necesidad de comprobación y confirmación por estudios independientes. Sin embargo,
de momento, aporta cierta confirmación a la impresión generalizada de que las personas mayores tienden a ser
más rechazadas y perseguidas en sus lugares de trabajo que las más jóvenes.
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(El LIPT incluido en la primera edición es una versión preliminar incompleta; los items definitivos del LIPT se
presentan en la segunda edición).
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LI PT 60 © Leymann Inventory of Psychological Terrorization. Versión modificada y adaptada al
español por González de Rivera
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