Vallejos M. Psiquiatria.com. 2014; 18:17.
http://hdl.handle.net/10401/6635
Artículo original
Trauma, criminología y trastornos psiquiátricos: análisis
de una población femenina privada de su libertad
Trauma, criminology and psychiatric disorders: analysis of female population deprive of their liberty
Miguel Vallejos1*, Matías S Bertone2, Jessica Muniello3
Resumen
Objetivo: Numerosos estudios previos han demostrado altos índices de trastornos psiquiátricos
y elevadas tasas de experiencias traumáticas en la infancia en las personas que se hallan
detenidas y privadas de su libertad en instituciones carcelarias. En este estudio se decidió
investigar la prevalencia de los diferentes tipos de experiencias adversas infantiles y la
prevalencia de trastornos psiquiátricos y de intento de suicidio en pacientes- internas alojadas
en una institución Psiquiátrica- Penitenciaria.
Materiales y método: Se realizó un estudio epidemiológico, entre mayo del 2012 y Diciembre
del año 2013, en el cual se evaluaron a 25 internas-pacientes que pertenecían al Dispositivo de
Tratamiento de Mujeres del Programa Interministerial de Salud mental Argentino (PRISMA)
ubicado en el predio del Complejo Penitenciario Federal IV, Ezeiza, República Argentina.
Se utilizaron las escalas: SCID I y II, y la ACE (Adverse Childhood Experience).
Resultados: se halló que el 92 % de las participantes había padecido alguna experiencia
adversa en su infancia. Se encontró una elevada tasa de abusos en sus distintas formas: sexual
(56 %), físico (76 %), emocional (80 %) y de negligencia (56 %). A su vez se observó que todas
las pacientes presentaban algún trastorno mental y más de la mitad cumplía criterios
diagnósticos para dos o más trastornos psiquiátricos. El diagnostico más frecuente es el
trastorno de personalidad (60 %). Asimismo se encontró que el 68 % habían cometido, al menos
una vez, un intento de suicidio.
Conclusiones: al igual que en otros estudios en instituciones penitenciarias, hallamos altas
tasas de prevalencia de experiencias adversas infantiles y de trastornos psiquiátricos.
Palabras clave: Maltrato
psiquiátrico.,Escala ACE.
infantil,
Abuso
Infantil,
Mujeres
detenidas,
Trastorno
Abstract
Objective: Numerous previous studies have shown high rates of psychiatric disorders and high
rates of traumatic experiences in childhood in people who are arrested and deprived of his
freedom in prison institutions. In this study we decided to investigate the prevalence of different
types of adverse childhood experiences and the prevalence of psychiatric disorders and suicide
attempts in patients-internal-housed in a prison psychiatric institution.
Materials and Methods: A descriptive study was carried out between May 2012 and
November of this year, in which 25 inner-patients belonged to Treatment Device Women's
Interministerial Program Argentino Health (PRISMA) were evaluated are located on the campus
of the Federal Correctional Complex IV, Ezeiza, Argentina.
Psiquiatria.com ISSN: 1137-3148
© 2014 Vallejos M, S Bertone M, Muniello J.
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Results: was found that 92% of participants had had any adverse experience in childhood.
Sexual (56%), physical (76%), emotional (80%) and neglect (56%): a high rate of abuse in its
various forms was found. At the same time it was noted that all patients had a mental disorder
and more than half met diagnostic criteria for two or more psychiatric disorders. The most
common diagnosis is personality disorder (60%). It also found that 68% had made at least once
a suicide attempt.
Conclusions: As in other studies in correctional institutions, we found high prevalence rates of
adverse childhood experiences and psychiatric disorders.
Keywords: Maltreatment childhood, Child abuse, Women arrested, Psychiatric disorder, ACE
scale.
Recibido: 07/05/2014 Aceptado: 17/10/2014 Publicado: 24/11/2014
* Correspondencia: dr_mvallejos@yahoo.com.ar
1 Médico especialista en Psiquiatría y Medicina Legal. Médico psiquiatra de planta del Programa PRISMA.
Docente de la Cátedra de Medicina Legal y Deontología de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
2 Licenciado en Psicología. Coordinador del dispositivo de evaluación del Programa PRISMA. Doctor en
Psicología.
3 Licenciada en Psicología. Coordinadora del Programa PRISMA. Asesora de la Subsecretaría de Gestión
Penitenciaria.
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Introducción
En los últimos años se han realizado numerosos estudios (Arnow, B.A., 2004; Kendler, K..S.,
Bulik, C.M. & Silberg, J., 2000) que han demostrado que determinadas experiencias infantiles
(antes de los 18 años) producen situaciones de vulnerabilidad psíquica y a su vez, se ha
observado que existe una asociación significativa, entre quienes padecieron maltrato infantil y el
desarrollo en la adultez, tanto de padecimientos mentales como de problemas físicos.
Hace algunos años se pensaba que el abuso sexual y el abuso físico, eran las situaciones más
traumáticas dentro de las experiencias que un sujeto podía padecer durante su infancia.
Actualmente se considera que experiencias, tanto de abuso emocional como de negligencia
física y emocional, constituyen eventos disruptivos que influyen en la estructuración psíquica de
un sujeto y que se producen en mayor amplitud y de manera menos visible, lo que contribuye a
su cronicidad y a la dificultad de implementación de estrategias terapéuticas y sociales
apropiadas.
Armow, B.A, (2004) observó que los estudios que se han realizado para estimar la prevalencia
de experiencias adversas en la infancia difieren en diversos factores metodológicos, tales como
las definiciones de los términos (abuso, infancia) y la delimitación de la población estudiada;
consiguientemente se presentan dificultades al intentar comparar los resultados de los mismos.
El CDC (Center for desease Control and Prevention) realizó un estudio, en el año 2010, sobre
26.229 personas de la población general, de ambos sexos y de cinco estados diferentes de
Estados Unidos que consistía en realizar entrevistas telefónicas y las personas respondían las
preguntas de la encuesta ACE. El estudió arrojó como resultados que el 59,4 % había padecido
algún evento adverso en la infancia y que el 8.7 % reportó haber sufrido cinco o más
experiencias adversas. Además se halló, que del total de experiencias adversas, el 25 % padeció
abuso verbal, el 15 % abuso físico y el 12 % abuso sexual, encontrándose diferencias clínicamente
significativas entre ambos sexos (17 % en mujeres vs. 6.7% en hombres).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) realizó en el año 2012 un estudio en 21 países de
distintos continentes sobre la prevalencia de experiencias adversas infantiles en población
general y obtuvo como resultado que el 38 % había padecido alguna experiencia adversa.
En la República Argentina se observa una importante carencia de estudios científicos
epidemiológicos que analicen la prevalencia de maltrato infantil en distintos grupos de personas
(población general, personas con padecimientos mentales), lo cual impide realizar análisis de
manera adecuado y serio sobre esta problemática, y a su vez imposibilita la implementación de
estrategias apropiadas tanto de prevención como terapéuticas a personas que fueron víctimas de
estas situaciones.
De los escasos estudios confeccionados en nuestro país, ubicamos dos que aportan datos sobre
el maltrato infantil. Bringiotti M.I. & Raffo P.E. (2010), realizaron un estudio en 2750
estudiantes Universitarios, de ambos sexos, de un rango etario entre 18-63 años para evaluar la
prevalencia de maltrato infantil. Del total de los que manifestaron haber padecido maltrato
infantil, 45 % refirieron abuso físico, 36 % negligencia física y psicológica y 19 % abuso sexual.
En el año 2011, Sanchez, N.I. & Cuenya, L., efectuaron un estudio en la Provincia de Buenos
Aires, en Argentina, en el que se evaluaron a 5341 niños y adolescentes que habían sido
maltratados; los resultados revelaron que el maltrato físico era el más frecuente, seguido de
negligencia y abuso sexual.
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Gould, D.A., Stevens, N.G., Ward, N.G. & et al., (1994) confeccionaron un estudio en los Estados
Unidos de América, sobre un grupo de pacientes que se encontraban recibiendo tratamiento en
atención primaria, el 44 % reportó haber padecido en su infancia algún tipo de abuso (sexual,
físico o emocional) y el 22 % manifestó haber sufrido múltiples tipos de abuso. A su vez se
observó que las mujeres reportaron más abuso sexual que los hombres.
Briere J. & et al., (1997) realizaron un estudio para evaluar la presencia de maltrato infantil en
pacientes mujeres que se encontraban en una sala de emergencia psiquiátrica y hallaron tasas
de prevalencia de abuso infantil más altas que en los estudios de población general. El 53 %
manifestó haber padecido abuso sexual y el 42 % reportó abuso físico.
Los resultados de numerosos estudios (Clements-Nolle, K, Wolden, M. & Bargmann-Losche, J. ,
2009; Driessen, M., Schroeder, T., Widman, B. & et al., 2006; Friestad, C., Ase-Bente, R. &
Kjelsberg, E., 2012) sostienen la hipótesis que las mujeres detenidas han experimentado eventos
adversos en la infancia en mayor medida que la población general.
En un estudio llevado a cabo en Alemania, Driessen, M. & et al., (2006), analizaron distintas
variables de una población carcelaria, evaluando detenidos de ambos sexos. En el estudió se
halló que del total de sujetos estudiados, el abuso más frecuentemente hallado era el emocional
(54 %), seguido por abuso físico (49 %) y abuso sexual (23 %). Con respecto a este último abuso
se observó una diferencia significativa entre ambos sexos, ubicando que las mujeres habían
padecido más historias de abuso sexual. Asimismo se reportó una tasa de 70 % de negligencia
emocional y 40 % de negligencia física.
En otro estudio, Clements-Nolle, K., Wolden, M. & Bargmann-Losche, J. (2009), evaluaron a
247 mujeres detenidas en una cárcel de los Estados Unidos de América y encontraron altas
tasas de traumas infantiles: abuso emocional (58%), abuso físico (54%), abuso sexual (51%),
negligencia emocional (53%), y negligencia física (41%).
Friestad, C., Ase-Bente, R. & Kjelsberg, E.,(2012), realizaron un estudio en Noruega, en el cual
analizaron a 141 mujeres privadas de su libertad. Este estudió arrojó como resultado que el 83 %
habían padecido alguna experiencia adversa antes de los 18 años y ubicaba una prevalencia de
39 % de abuso emocional, 36 % de abuso físico, 33 % de negligencia y en menor medida abuso
sexual (19 %).
Asimismo algunos estudios (Driessen, M., & et al, 2006; Fazel, S. & Seewald, K., 2012; Mundt,
A.P., Alvarado, R., Fritsch, R., Poblete, C., Villagra, C., Kastner, S. & Priebe, S., 2013) han
demostrado una alta prevalencia de trastornos psiquiátricos entre los internos alojados en
instituciones penitenciarias, ubicando a los trastornos de personalidad, trastornos por consumo
de sustancias y a los trastornos del estado de ánimo, como los más prevalentes.
Las revisiones sistemáticas (Fazel, S. & Seewald, K., 2012) sugieren que numerosos trastornos
mentales, tales como trastorno de personalidad y trastorno del estado de ánimo, son más
frecuentes en la población carcelaria que en la población general.
La mayoría de los estudios realizados en establecimientos penitenciarios fueron llevados a cabo
en Europa o en Estados Unidos de América, por lo cual existen pocos datos sobre la prevalencias
de padecimientos mentales de personas detenidas en Latinoamérica.
En el estudio llevado a cabo en una cárcel de Alemania, Driesen M. & et al., (2006), encontraron
que el 83 % de los participantes padecía algún trastorno en el eje I del DSM IV. A su vez hallaron
una alta prevalencia de los siguientes trastornos mentales: Trastorno por abuso de sustancias
(77%), trastornos de personalidad (53 %) - principalmente trastornos borderline (23 %) y
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antisocial (31.7 %). En menor medida puntuaron los Trastornos de ansiedad (44 %) y los
trastornos del estado de ánimo (36 %).
Mundt, A.P., Alvarado, R., Fritsch, R., Poblete, C., Villagra, C., Kastner, S. & Priebe, S. (2013)
realizaron un estudio en un país sudamericano, Chile, el cual les permitió observar tasas de
prevalencia significativamente mayor entre los presos, en comparación con la población general
en trastornos tales como depresión mayor y consumo de drogas ilícitas.
A su vez en otro estudio en un país Latinoamericano, Pondé, M.P., Freire, A.C. & Mendonça,
M.S. (2011) evaluaron a 497 prisioneros de una cárcel de Brasil y observaron altos índices de
trastornos mentales tales como Trastorno por abuso de sustancias, trastornos de personalidad
borderline y antisocial y trastornos de ansiedad.
El objetivo del presente estudio es: 1) evaluar la prevalencia de experiencias adversas en la
infancia (antes de los 18 años de edad) 2) analizar la prevalencia de trastornos psiquiátricos
tanto en el eje I como en el eje II, según los criterios del Manual Diagnóstico y Estadístico de los
Trastornos Mentales (DSM)
Las hipótesis del presente estudio son que existe una alta prevalencia de trastornos psiquiátricos
en sujetos que se encuentran alojados en una institución Psiquiátrica Penitenciaria y que, a su
vez, existen altos índices de eventos traumáticos en la infancia en estas pacientes-internas.
Materiales y métodos
Participantes
Se realizó un estudio epidemiológico descriptivo, no experimental, que tiene las características
de ser un estudio analítico donde se evalúan distintas variables, tanto estáticas como dinámicas,
de pacientes que fueron alojadas en una Institución Psiquiátrica-Penitenciaria.
El estudio fue realizado entre Julio del año 2012 y Noviembre del año 2013.
En el estudio participaron 25 internas-pacientes que pertenecían al dispositivo de Mujeres del
Programa Interministerial de Salud mental Argentino (PRISMA) ubicado en el predio del
Complejo Penitenciario Federal IV, Ezeiza, República Argentina.
El PRISMA, que se encuentra bajo la órbita del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la
Nación y del Ministerio de Salud, fue creado con el objeto de tratar las problemáticas de Salud
Mental de mujeres y hombres alojados tanto en las instalaciones de los establecimientos
penitenciarios especializados en materia psiquiátrica del servicio Penitenciario federal (SPF)
como en otras Unidades del SPF. Para lograr sus objetivos y en el marco de distintas
disposiciones legales, el PRISMA dispondrá de diversos dispositivos (Evaluación, Tratamiento,
Egreso) con actividades y finalidades diferentes y específicas, a fin de garantizar la mejor
atención posible de esta problemática particular, la de las personas con trastornos mentales en
las cárceles.
Los profesionales de salud Mental del dispositivo de Mujeres del Programa PRISMA son
personal civil, que pertenece al Ministerio de Justicia y derechos Humanos de la Nación.
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La investigación se realizó de conformidad con la Declaración de Helsinki (2003) sobre
principios éticos para la investigación médica en seres humanos y a la Ley 26.529 "Derechos del
Paciente en su relación con los profesionales e Instituciones de la Salud" (2009).
Todas las personas que participaron del estudio dieron su consentimiento de manera voluntaria
para participar en el trabajo científico. El mismo fue revisado y aprobado por un Comité de Ética
Independiente (C.E.I.) del centro de estudios en Neurociencia Cognitiva Aplicada SERES
Instrumentos
La recolección de datos fue realizada a través de entrevistas semiestructuradas individuales
realizadas por un profesional de Salud mental especialista en Psiquiatría. Se utilizaron la Escalas
SCID I y II y la escala ACE.
Entrevista Clínica Estructurada para el DSM (SCID). El SCID (Spitzer, R., Williams, J.W.,
Gibbon, M., & First, M., 1994), es la entrevista más utilizada para evaluar los desórdenes
psiquiátricos del Eje I y II. Consiste de módulos separados para las categorías diagnósticas más
comunes según los criterios diagnósticos del Manual diagnostico y estadístico de los trastornos
mentales.
La información acerca de las experiencias en la infancia de los participantes se obtuvo a través
de las preguntas de la Escala que se utilizó en el Estudio de experiencias adversas infantiles
(Felitti, V.J. & et al., 1998) (traducido al español por Carolina Whitelegg y retraducido por
Gabriela Cecilia Kardos).
La ACE (Adverse Childhood Experience) es una escala heteroaplicada. Se ha utilizado en varios
estudios (Felitti, V.J. & et al., 1998; Friestad, C., Ase-Bente, R. & Kjelsberg, E., 2012). Consta de
10 preguntas que permiten evaluar si las personas durante su infancia, considerada como el
período previo a sus 18 años, fueron objeto de distintas situaciones: abusos en sus distintas
formas (físico, sexual y emocional), negligencia física y/o emocional y problemas de su grupo
familiar tanto psiquiátricos como de índole legal.
Asimismo se revisaron las historias clínicas de cada uno de las participantes.
De la información obtenida se analizaron las siguientes variables: sociodemográficas (edad,
estado civil y escolaridad), Historia criminológica (antecedentes de causas penales y causa penal
actual); antecedentes psiquiátricos (antecedentes de tratamientos psiquiátricos previos);
historia de eventos traumáticos; antecedentes de intentos de suicidio; diagnóstico psiquiátrico
actual, según el DSM IV.
Resultados
Análisis Sociodemográfico
La población estudiada tenía una distribución heterogénea con respecto a la edad, con una edad
media de 33.6 años de edad (rango 21-60 años), observándose que la mayoría se encontraba
dentro del rango de 21 a 30 años de edad (40 %).
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Otra de las variables sociodemográficas evaluada fue la del estado civil, hallándose que tres
cuartos de las mismas eran solteras (Tabla 1).
Con respecto a la escolaridad de las internas evaluadas, se encontró que un alto porcentaje de
las mismas poseían un nivel de escolaridad bajo.
Tabla 1. Características Sociodemográficas
n
%
Estado Civil
Soltera
19
76
Casada
2
8
Divorciada
2
8
Viuda
2
8
20
80
Secundaria
3
12
Terciario
1
4
Universitario
1
4
Escolaridad Finalizada
Primaria
Historia Criminológica
Más de la mitad de las pacientes- internas eran primarias, lo cual significa que nunca habían
sido condenadas por alguna conducta típica y antijurídica según el Código Penal Argentino.
Del análisis del resto de las pacientes evaluadas (40 %) que ya habían sido condenadas por
haber cometido al menos un delito penal, las que son consideradas reincidentes desde el punto
de vista penal, se encontró que la mayoría (60 %) habían sido detenidas por dos delitos previos,
principalmente por tentativas de robo.
En relación a la causa de su detención actual se ubica que casi la mitad de las pacientes fueron
detenidas por causas relacionadas con tráfico de estupefacientes (Tabla 2).
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Tabla 2. Delitos imputados en su última detención.
Delito imputado
%
n
Ley de drogas
44
11
Robo
28
7
Homicidio
20
5
Tentativa de Robo
4
1
Fraude
4
1
Historia de eventos traumáticos
A partir del análisis de la Escala ACE se observa que la puntuación media fue de 5.12 (Grafico 1).
Se puede observar que el 92 % de las participantes habían padecido alguna experiencia adversa
en su infancia. Asimismo se halló que la mayoría de las pacientes (76 %) puntuaban 4 o más
puntos en la escala ACE, lo cual da cuenta de que las participantes habían padecido varios
experiencias adversas durante su infancia.
Gráfico 1. Porcentaje de puntuación de la escala ACE
Del análisis de los distintos ítems de la escala, tales como abusos en sus distintas formas (sexual,
físico, emocional) y negligencia, se encontró una alta prevalencia de abuso físico y emocional y
en menor medida se ubican al abuso sexual y negligencia física y /o emocional (Tabla 3).
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Tabla 3. Variables analizadas de la Escala ACE
Variables
%
n
Abuso sexual
56
14
Simple
36
9
Acceso carnal
20
5
Abuso físico
72
18
Abuso emocional
80
20
Negligencia (física y/o emocional)
56
15
Familiar con problemas psiquiátricos
44
11
Antecedentes de intentos de suicidio
El análisis arrojó como resultado que 17 (68 %) pacientes habían intentado al menos una vez
quitarse la vida en algún momento de su vida. La mayoría (58 %) cometió un solo intento
previo de autolisis. Al analizarse los métodos utilizados para intentar quitarse la vida, se
encontró que un gran porcentaje de las pacientes (58%) utilizó psicofármacos, en segundo
lugar emplearon el método del ahorcamiento (52%), seguidos en frecuencia por lesiones
cortantes en antebrazos y utilización de arma de fuego.
Trastornos psiquiátricos
Más de la mitad (56 %) de las pacientes-internas refirieron haber recibido tratamiento
psiquiátrico y/o psicológico previo a su detención actual.
Con respecto al diagnóstico psiquiátrico, todas las participantes presentaban algún trastorno
psiquiátrico, objetivado según los criterios del DSM IV.
El 56 % (n: 14) de las internas presentaban más de un diagnóstico psiquiátrico, tanto en el eje I
como en el eje II del DSM IV.
Se observó que el trastorno psiquiátrico que más se encontró, utilizando las escalas SCID I y II,
fue el trastorno de la personalidad, siendo el trastorno borderline el más frecuente.
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A su vez se encontró que la comorbilidad más frecuentemente hallada era el trastorno por
consumo de sustancias psicoactivas (Tabla 4).
Tabla 4. Diagnósticos Psiquiátricos
DIAGNOSTICO PSIQUIATRICO
%
n
60
15
Antisocial
16
4
Borderline
40
10
Paranoide
4
1
Trastornos por consumo de sustancias
36
9
Trastorno de ansiedad
24
6
8
2
16
4
12
3
Esquizofrenia
8
2
Retraso mental
4
1
20
5
T. Depresivo mayor
16
4
T. Bipolar
4
1
Trastorno de la personalidad
Trastorno por estrés postraumático (TEPT)
Trastorno de ansiedad generalizada
Trastorno delirante
Trastorno del estado de animo
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Conclusiones
El estudio arrojó como resultado una prevalencia más elevada de experiencias adversas
infantiles en comparación con otros estudios realizados en Instituciones Penitenciarias de otros
países (Clements-Nolle, K, Wolden, M. & Bargmann-Losche, J. , 2009; Driessen, M., Schroeder,
T., Widman, B., von Schoefeld, C. & Schneider F., 2006; Friestad, C., Ase-Bente, R. & Kjelsberg,
E., 2012)
Asimismo se encontró que todas las pacientes padecían algún trastorno mental, según el DSM
IV. A su vez se observó una tasa de prevalencia elevada de algunos tipos de trastornos mentales,
similar a las halladas en otros estudios con sujetos privados de su libertad. La diferencia que
encontramos es una menor prevalencia de Trastornos por consumo de sustancias en
comparación a otros estudios (Driessen, M., Schroeder, T., Widman, B. & et al, 2006; Fazel, S. &
Seewald, K., 2012; Mundt, A.P., Alvarado, R Priebe, S. & et al., 2013; Pondé, M.P., Freire, A.C.
& Mendonça, M.S., 2011).
Nuestro estudio tiene algunas limitaciones, en primer lugar, por las características de la muestra
de las participantes, ya que el programa PRISMA fue creado para abordajes terapéuticos de
determinados padecimientos mentales y esto podría sesgar el tipo de población donde se realizó
el estudio. Además el Programa se halla ubicado en el predio del Complejo penitenciario IV, en
donde se encuentran otros dispositivos de Tratamiento para padecimientos mentales específicos
que se encuentran a cargo de profesionales de la Salud Mental pertenecientes al Servicio
Penitenciario Federal. Estos dispositivos se encargan de abordajes específicos de detenidas con
Trastornos por consumo de sustancias y con Trastornos de personalidad, lo cual podría también
podría explicar algunas diferencias entre nuestros resultados en comparación con otros
estudios.
En segundo lugar, la imposibilidad de comparar con otros grupos de sujetos. En nuestro país no
se han realizado, en los últimos años, estudios epidemiológicos sobre maltrato infantil y
padecimientos mentales en distintos grupos de personas (población general, pacientes
psiquiátricos ambulatorios y/o internados) lo cual impide realizar un análisis más claro sobre la
dimensión de la salud mental en sus distintos contextos sociales e institucionales. A su vez esto
imposibilita realizar adecuados abordajes terapéuticos y sociales, tanto a nivel preventivo como
de tratamiento.
En tercer lugar, a nivel metodológico, puede considerarse una limitación el número de la
muestra estudiada (n= 25) por considerarse pequeño. A su vez, al ser un estudio epidemiológico
descriptivo, las conclusiones son inferencias a partir de la medición de variables de una
población determinada: al no contarse con un grupo control para comparar los resultados, las
variables pierden consistencia para evaluar una asociación estadística con los resultados
obtenidos.
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En este sentido consideramos necesario para avanzar en este ámbito de investigación, analizar
las variables utilizadas en esta exploración, en estudios de corte analíticos y explicativos, para
darle una mayor consistencia estadística a los resultados encontrados.
En conclusión, al analizar las distintas variables, se puede inferir que la mayoría de las pacientes
que participaron del estudio, presentaban algún tipo de vulnerabilidad, relacionado con las
numerosas experiencias infantiles adversas padecidas.
Hermann, J. (2004), manifiesta que a los individuos que han sufrido múltiples eventos
traumáticos, y especialmente si estos fueron sufridos de forma crónica, es necesario abordarlos
con estrategias que permitan construir un espacio de confianza con el terapeuta, ayudando a que
el sujeto pueda darle un significado a su tragedia personal, a que pueda integrarla en su
narrativa y que pueda darle un sentido a sus sufrimientos.
Conflictos de Interés
Los autores declaran no tener conflictos de interés.
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Vallejos M. Psiquiatria.com. 2014; 18:17 - http://hdl.handle.net/10401/6635
Cite este artículo de la siguiente forma (estilo de Vancouver):
Vallejos M, S Bertone M, Muniello J. Trauma, criminología y trastornos psiquiátricos: análisis
de una población femenina privada de su libertad. Psiquiatria.com [Internet]. 2014 [citado 24
Noe 2014];18:17. Disponible en: http://hdl.handle.net/10401/6635
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