El Hospital del Mar Research Institute está dispuesto a consolidar en los próximos meses una nueva línea de investigación con el objetivo de investigar un biomarcador útil para el diagnóstico de la depresión en mujeres. Al comparar los niveles de ADN fetal masculino en células del neuroepitelio olfatorio en siete mujeres, se han observado niveles de ADN fetal masculino más elevados en las mujeres sanas, lo que sugiere que la mayor presencia de microquimerismo fetal podría constituir un factor de protección para la depresión. Ahora, y con la financiación que ofrecerá el Instituto de Salud Carlos III, se ampliará la muestra a 150 mujeres para intentar corroborar estos resultados y lograr un potencial biomarcador.
Pilar Álvarez, investigadora del Grupo de investigación en Salud Mental del Hospital del Mar Research Institute, es una de los principales artífices de esta nueva investigación. La especialista afirma en Redacción Médica que han decidido estudiar el microquimerismo fetal en mujeres debido a que “la depresión es dos veces más frecuente en mujeres que en hombres y su prevalencia aumenta en determinados periodos de su ciclo vital, como el posparto”.
Los resultados cosechados en siete mujeres han revelado datos interesantes, aunque la investigadora considera que, “pese a que los resultados son prometedores, es necesaria una muestra mucho más grande”. Para ello, se espera reclutar a reclutar 50 mujeres diagnosticadas de Trastorno depresivo mayor (TDM) con inicio en el postparto, 50 mujeres con TDM sin inicio en el postparto y 50 mujeres sanas.
Para poder reclutar a un total de 150 pacientes, el hospital catalán ha liderado una coalición en que formarán parte, tal y como anuncia Álvarez, “los servicios psiquiátricos del Parc Sanitari Sant Joan de Déu, el Hospital Germans Trias i Pujol y el Hospital de Sant Pau”.
Actualmente la Psiquiatría sigue sin contar con biomarcadores eficaces para poder diagnosticar los diferentes trastornos psiquiátricos, y la especialista considera que “el neuroepitelio olfatorio constituye un buen modelo para su estudio, dado que se han identificado neuronas en él y está conectado con el cerebro y, por tanto, podría reflejar mejor lo que sucede en el sistema nervioso central que los modelos periféricos”.
Álvarez reconoce que no es posible afirmar que “contaremos pronto con un nuevo biomarcador para ser usado en la clínica”, debido a que lo primero que se debe lograr es “confirmar los resultados preliminares en una muestra suficientemente grande, como la que se ha propuesto”.