En diciembre, la depresión y los suicidios alcanzan cifras considerablemente altas, contrario a ser un mes lleno de espiritualidad, paz y celebraciones, al conmemorar la Navidad y celebrar el año nuevo, en algunas personas puede disparar sus problemas emocionales .
Se debe más a las connotaciones cognitivas, a las evaluaciones que las personas hacen con relación a la Navidad y comienzan a hacer balances de su vida personal, de su relación con su familia y su entorno”, explica María Luisa Meneses, médico especialista en Psiquiatría, líder de Salud Mental del Hospital Abel Gilbert, Guayaquil. Acota también que se distorsiona el sentido espiritual por el consumismo comercial.
“En estos tiempos comienzan a plantearse sus experiencias pasadas, y lo comienzan a relacionar con lo que están viviendo ahora. Entonces se activa la nostalgia, vamos a las calles, encontramos a la gente de aquí para allá y recuerdan: ‘mi mamá cuando preparaba las cosas y ahora estoy sola o solo, etc.”, comentó.
Añade que en estos días, la persona “se contagia, de alguna manera, de las conductas de los demás, recordando siempre que nosotros tenemos una neurona que se llama neurona espejo, a través de la cual actuamos a través de la imitación, entonces lo que estamos haciendo es una respuesta colectiva a un sentir que está alrededor nuestro”, en referencia a la ‘felicidad’ que observa en los demás, en su entorno.
En cuanto al suicidio, indica que “se habla mucho de la carga genética”, es decir antecedentes familiares; y otro factor es no reconocer la depresión y permitir que progrese hasta una “situación biológica desastrosa que nos lleva a una percepción errónea de la vida, decir que nadie nos estima, que no hay futuro, que no valgo nada”, indicó Meneses. (F)
Cómo superarlo
A nivel mundial existe una campaña para superar la depresión, denominada ‘Habla’, “es decir que expresemos lo que estamos sintiendo, es una gran estrategia para desarrollar buenos hábitos, de alimentación, de ejercicios (distraerse en algún deporte o rutinas de resistencia), es decir de salud... están relacionados la actividad física, nutrición y la salud emocional”, explicó la psiquiatra M. Meneses.
De este modo, agrega, el momento en que lleguen los problemas se darán cuenta que no están solos, que hay un amigo(a), que están los padres, alguien en alguna parte que puede escucharlos, y los medios existen de sobra gracias a la tecnología. “A veces se hace caótica nuestra conducta porque tendemos a disfrazar o minimizar la tristeza, a través de otro tipo de conductas”, agregó la experta.
Qué causa la vulnerabilidad
Frente a una situación adversa en la vida existen tres caminos, menciona María Luisa Meneses, psiquiatra.
Estas son: “ser resiliente ante lo adverso y seguir adelante; el otro, desarrollar ansiedad y depresión; y un tercer grupo, minoritario, que desarrolla conductas extremas, por ejemplo conductas psicopáticas o pensamientos muy rígidos, en este gran grupo es en donde quedamos de vulnerables a la depresión y ansiedad; la violencia nos hace vulnerables, las pérdidas, el duelo, pérdida muy temprana de padres, madre, nos hace vulnerables, también la falta de técnicas de afrontamiento a situaciones estresantes como son los factores económicos, de pareja”, detalló.
Qué debe hacer la persona
La pérdida de un ser querido, deudas económicas, no poder comprar el regalo para los hijos, y otros problemas pueden provocar depresión. En esos casos se debe mejorar las habilidades de comunicación, sobre todo las asertivas; dentro de la familia, fomentar el diálogo, no minimizar síntomas, inclusive los dolores de cabeza ‘sin razón’, en lugar de comunicarlo o preguntarle ‘qué sucede’ a quien lo padece. Los signos suelen ser dolores del cuerpo, cansancio extremo, fatiga, deseos de no trabajar, de no estudiar, cosas que indican que algo está mal.
Ayuda a un amigo o familiar
Quienes están alrededor de la persona deprimida es identificar esa emoción, tomar conciencia de que se trata de una enfermedad que sí tiene tratamiento, que sí se cura, entonces empoderarse de eso y ayudar al otro, así tendrá más poder de convencimiento, decirle lo que ha observado en él o ella, como descuido personal, falta de ánimo, bajas notas, etc. Sugerirle acompañarlo a una consulta con un especialista, incentivarlo, decirle que sí puede cambiar, que lo quiere, que lo aprecia y estima, o sea, connotaciones positivas, invitarlo a salir, a caminar.
La activación de recuerdos pasados frente a un colectivo contagioso en festividad... podría afectar el futuro de la persona.
