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La depresión es habitual en los supervivientes a un ataque cardiaco, y más personas podrían necesitar ayuda
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Fecha de publicación: 26/04/2016
Artículo revisado por nuestra redacción
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16 de abril de 2016 (HealthDay News) Aunque se sabe que la depresión, el estrés y el agotamiento aumentan el riesgo de ataque cardíaco, las personas que ya han sufrido un ataque cardíaco quizá no estén recibiendo el tratamiento necesario para estas afecciones, sugiere una investigación reciente. El estudio sueco incluyó a más de 800 personas menores de 75 años. Su promedio de edad ...
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16 de abril de 2016 (HealthDay News) Aunque se sabe que la depresión, el estrés y el agotamiento aumentan el riesgo de ataque cardíaco, las personas que ya han sufrido un ataque cardíaco quizá no estén recibiendo el tratamiento necesario para estas afecciones, sugiere una investigación reciente.
El estudio sueco incluyó a más de 800 personas menores de 75 años. Su promedio de edad fue de 62 años. Todas sufrieron un ataque cardíaco. Los investigadores compararon este grupo con una cantidad igual de personas de una edad similar que nunca habían sufrido un ataque cardíaco.
El 14 por ciento de las del grupo del ataque cardíaco presentaron síntomas de depresión, en comparación con el 7 por ciento de las del grupo de control, encontró el estudio. Los síntomas de depresión o de agotamiento se asociaron con un riesgo el doble de alto de sufrir un ataque cardíaco, aunque el estudio no demostró que en realidad provocaran los ataques cardíacos.
Pero solamente al 16 por ciento de los pacientes que habían sufrido un ataque cardíaco y con depresión se les recetaron antidepresivos, en comparación con el 42 por ciento de las personas del grupo de control con depresión.
Los pacientes que sufrieron un ataque cardiaco también eran más propensos que los del grupo de control a sufrir estrés en casa (un 18 por ciento frente al 11 por ciento) y en el trabajo (un 42 por ciento frente al 32 por ciento). El estudio halló que incluso los niveles moderados de estrés en casa se asociaron con un riesgo el doble de alto de sufrir un ataque cardíaco.
El estudio se presentó en la reunión de la Sociedad Europea de Cardiología (European Society of Cardiology, ESC) en Atenas, Grecia.
El estudio sueco incluyó a más de 800 personas menores de 75 años. Su promedio de edad fue de 62 años. Todas sufrieron un ataque cardíaco. Los investigadores compararon este grupo con una cantidad igual de personas de una edad similar que nunca habían sufrido un ataque cardíaco.
El 14 por ciento de las del grupo del ataque cardíaco presentaron síntomas de depresión, en comparación con el 7 por ciento de las del grupo de control, encontró el estudio. Los síntomas de depresión o de agotamiento se asociaron con un riesgo el doble de alto de sufrir un ataque cardíaco, aunque el estudio no demostró que en realidad provocaran los ataques cardíacos.
Pero solamente al 16 por ciento de los pacientes que habían sufrido un ataque cardíaco y con depresión se les recetaron antidepresivos, en comparación con el 42 por ciento de las personas del grupo de control con depresión.
Los pacientes que sufrieron un ataque cardiaco también eran más propensos que los del grupo de control a sufrir estrés en casa (un 18 por ciento frente al 11 por ciento) y en el trabajo (un 42 por ciento frente al 32 por ciento). El estudio halló que incluso los niveles moderados de estrés en casa se asociaron con un riesgo el doble de alto de sufrir un ataque cardíaco.
El estudio se presentó en la reunión de la Sociedad Europea de Cardiología (European Society of Cardiology, ESC) en Atenas, Grecia.

