La luz es esencial para la vida y desempeña un papel fundamental en nuestro bienestar físico y emocional. Además de proporcionarnos la capacidad de ver, la luz también influye en nuestro reloj biológico y en la producción de hormonas en el cuerpo. La que obtenemos de los propios rayos del Rey sol es una fuente importante de vitamina D, que es esencial para la salud de los huesos y del sistema inmunológico. Pero también ayuda a regular el ritmo circadiano del cuerpo, lo que nos ayuda a mantener un patrón regular de sueño-vigilia y a sentirnos más alerta durante el día.
Y por si esto fuera poco, y con la salud mental en boga, la ciencia y sus expertos nos confirman desde hace mucho tiempo que la luz ambiental tiene la capacidad de influir en nuestros sentimientos y nuestro estado de ánimo. Aunque, a menudo, preferimos creer que nuestras emociones tienen causas más profundas y no están determinadas por factores externos, son muchas las personas que creen que la falta de sol en ciertos lugares puede aumentar la probabilidad de depresión, mientras que los cielos despejados y el buen tiempo pueden mejorar nuestro estado de ánimo. Y la realidad es que es una verdad empírica que la falta de luz puede agudizar los factores que provocan la depresión.
Por ello, desde hace años, la fototerapia o terapia de luz se ha posicionado como un tratamiento complementario para tratar y mejorar los síntomas de la depresión.
Esta terapia novedosa desde hace años, consiste en una técnica de tratamiento que utiliza una luz brillante para simular la luz natural y ayudar a regular el reloj biológico del cuerpo, lo que puede ser útil para las personas que tienen dificultades para dormir o mantener un horario regular. La teoría detrás de la terapia de luz para la depresión es que la exposición a una luz brillante puede regular los niveles de serotonina y otros neurotransmisores en el cerebro, mejorando el estado de ánimo y reduciendo los síntomas depresivos.
Eso sí, aunque se ha utilizado durante décadas para tratar trastornos afectivos estacionales y otros trastornos del estado de ánimo, aún se están investigando sus efectos en la depresión resistente al tratamiento. Por ejemplo, un estudio de 2015 encontró que la fototerapia solo era efectiva junto con la medicación antidepresiva, con mejoras significas en los síntomas de pacientes con depresión resistente al tratamiento. Pero, ¿En qué consiste?, y
¿Cómo funciona e influye sobre el estado de ánimo? La teoría detrás de la influencia de la luz en el estado de ánimo
Existen datos que reflejan este fenómeno como los estudios realizados en la Universidad de Southampton en Inglaterra, los cuales indican que la gran mayoría de los adultos, alrededor del 90%, experimentan alteraciones leves en su estado de ánimo, nivel de energía y patrones de sueño cuando hay cambios estacionales. Además, en naciones como el Reino Unido, donde hay notables variaciones climáticas, se pierden numerosas horas laborales durante los meses de invierno debido a la depresión invernal.
La teoría detrás de las fluctuaciones en el estado de ánimo a causa de la luz es que los receptores de vitamina D están presentes en gran parte de nuestro tejido cerebral y ayudan en el desarrollo de las neuronas en el cerebro. Si estos receptores no funcionan adecuadamente, puede afectar la función general del cerebro y tener un impacto negativo en nuestra salud mental y, en consecuencia, en los trastornos mentales asociados. Estos trastornos pueden ser permanentes o, simplemente, manifestarse en los meses invernales.
Esto último se conoce como trastorno afectivo estacional (TAE), una depresión que sigue un patrón estacional, es decir, que ocurre solo en un período específico del año. En el trastorno afectivo estacional, el paciente presenta síntomas de depresión en otoño y/o invierno, cuando los días son más cortos y las horas de luz solar se reducen.
En este contexto, muchos médicos recomiendan la exposición diaria a la luz solar para permitir que la piel sintetice la vitamina D necesaria para un mejor funcionamiento del cerebro. De esta manera, podemos asegurarnos de que nuestro cerebro tenga lo que necesita para trabajar de manera óptima.
¿En qué consiste?
El método es simple: se trata de someterse a la luz brillante emitida por una lámpara de fototerapia, que imita la luz natural exterior. La lámpara de fototerapia utiliza tecnología LED para emitir una luz brillante con una alta concentración de fotones, cuya intensidad se mide en lux. Esta luz tiene una intensidad de entre 5000 y 10.000 lux, lo que se asemeja a la luminosidad que se experimenta en verano. En contraposición, la luz tenue del invierno solo tiene alrededor de 500 lux.
Así, durante esta exposición, se activan las sustancias químicas en el cerebro relacionadas con el estado de ánimo y el sueño, lo que lleva a aliviar los síntomas del trastorno afectivo estacional o de la depresión más resistente. En este sentido, un estudio, publicado en la revista de la Journal of the American Medical Association (JAMA), nos demuestra que el tratamiento con luz o fototerapia, podría ser efectivo también para el tratamiento de la depresión mayor.
Un equipo de investigadores canadienses realizó un estudio en el que se analizaron a 122 personas con diagnóstico de depresión mayor, durante un período de dos meses.
Estas personas fueron divididas en cuatro grupos: aquellos que recibieron solo terapia de luz, solo medicamentos antidepresivos, terapia de luz combinada con medicamentos antidepresivos, y un grupo de control que recibió placebos.
Luego de la evaluación, se encontró que los grupos que presentaron una mejor respuesta a la fototerapia fueron el que solo recibió terapia de luz y el que combinó esta con medicamentos antidepresivos, con una tasa de éxito en el control de la depresión del 44% y 59%, respectivamente.
Además, la luz de las lámparas LED fomenta la estimulación mitocondrial. Las mitocondrias son orgánulos presentes en todas las células del cuerpo, las cuales se encargan de realizar el proceso de respiración celular. Este proceso transforma la glucosa en una molécula denominada ATP, la cual provee la energía necesaria para las reacciones químicas en nuestro cuerpo y son importantes para la salud, la enfermedad y el envejecimiento De hecho, si fallan las mitocondrias se disparan procesos inflamatorios y aparecen enfermedades metabólicas bien conocidas, desde la obesidad hasta la aterosclerosis, Alzheimer e incluso el cáncer.
Asimismo, las lámparas de banda ancha, que son las que se usan en esta terapia, tienen un efecto positivo para algunos procesos inflamatorios y para dolencias dermatológicas que crean un prurito intenso, como la psoriasis, alopecia aerata, algunas infecciones por hongos o vitíligo.En este punto, es importante tener en cuenta que la fototerapia no funciona para todas las personas con depresión resistente al tratamiento y que se necesitan más estudios para determinar su efectividad a largo plazo. Además, la terapia de luz no debe ser utilizada como sustituto de otros tratamientos para la depresión, como la terapia cognitivo-conductual (TCC) o los medicamentos antidepresivos.