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Entre febrero y junio de 2007, se examinaron a 337 familias al inicio del estudio, de los cuales 331 fueron elegibles. De éstas, 262 completaron las tres evaluaciones y fueron incluidas en los datos de salud mental sostenida. Los problemas de salud mental de los adolescentes eran comunes, pero 53 (20%) de los 262 adolescentes mostraron una buena salud mental sostenida. El índice de la emoción expresada positiva de los padres (odds ratio 1 · 91 [IC 95% 1 · 31-2 · 79]; p = 0 · 001), el apoyo co-padre (1 · 90 [1 · 38-2 · 62]; p <0 · 0001), las relaciones sociales de buena calidad (2 · 07 [1 · 35-3 · 18]; p = 0 · 001), la autoeficacia (1 · 49 [1 · 2.5 · 11]; p = 0 · 03), y el ejercicio frecuente (2 · 96 [1 · 26-6 · 92]; p = 0 · 01) se asociaron con una buena salud mental sostenida. Los análisis que representaban la severidad de la depresión de los padres fueron consistentes, pero sólo el ejercicio frecuente predijo mejor de lo esperado de salud mental relacionado con el estado de ánimo (? = -0 · 22; p = 0 · 0004) pero no de la salud mental conductual, mientras que la expresión de los padres de emociones positivas predijo mejor salud mental conductual de lo esperado (? = -0 · 16; p = 0 · 01) pero no salud mental relacionado con el estado de ánimo. Se requieren factores de protección múltiples para los hijos de estar libre de problemas de salud mental (factor protector cero o uno, 4% buena salud mental sostenida, dos factores de protección, 10%, tres factores de protección, 13%, cuatro factores de protección, 38%, y cinco factores de protección, 48%).
Los adolescentes con problemas de salud mental son comunes, pero no inevitables, aun cuando la depresión de los padres es severa y recurrente. Estos hallazgos sugieren que los programas de prevención tendrán que mejorar varios factores de protección a través de diferentes dominios de funcionamiento.