IntroducciónLas emociones están presentes en todas las áreas de nuestra vida constituyendo una distinción cualitativa de la raza humana. Se componen de una compleja combinación de las esferas fisiológica, psicológica y social del ser humano apareciendo como réplica a un estímulo externo y/o interno. Las emociones pertenecen a la esfera de la afectividad conformando junto con los sentimien...
Introducción
Las emociones están presentes en todas las áreas de nuestra vida constituyendo una distinción cualitativa de la raza humana. Se componen de una compleja combinación de las esferas fisiológica, psicológica y social del ser humano apareciendo como réplica a un estímulo externo y/o interno. Las emociones pertenecen a la esfera de la afectividad conformando junto con los sentimientos, deseos y pasiones un complejo mundo interno lleno de variabilidad en cada sujeto.
JM Crespo (1) define emoción como estado de ánimo producido por impresiones de los sentidos, ideas o recuerdos que con frecuencia se traduce en gestos, actitudes u otros formas de expresión. El miedo, la angustia, la rabia o la cólera son para él ejemplos de emociones. Otros autores Ekman (2) han definido como emociones básicas: tristeza, sorpresa, alegría, disgusto, miedo e ira. Según R. Segarra Echevarria et al. (3) las emociones son sentimientos breves, de aparición normalmente abrupta y manifestaciones físicas evidentes (agitación, palpitaciones, palidez, rubor, etc..
En el día a día de nuestra unidad se hace patente la gran carga emocional que conlleva el trabajo con el paciente psiquiátrico. Es frecuente el desbordamiento emotivo de pacientes que se encuentran en la fase aguda de patologías caracterizadas a menudo por la desorganización mental. No es extraño, por tanto, que un compañero exprese su claudicación ante la dificultad de mantener una relación terapéutica ante un paciente que pone a prueba de forma continua su control emocional. Blay (4) comenta que en la relación profesionalpaciente aflora un componente subjetivo (
) del que forman parte nuestras emociones y sentimientos, es lo que hace que unos pacientes nos caigan bien y otros despierten sensaciones negativas (contrarias a toda objetividad científica que deberíamos mantener).
El aprendizaje del mundo de las emociones constituye un área de lento y arduo aprendizaje. Por todo ello nos propusimos llevar a cabo un trabajo que se centrase en las emociones percibidas por el profesional de enfermería en la atención al paciente con patología psiquiátrica.
Objetivos
o Buscar la intensidad en la respuesta a diferentes emociones surgidas de la interacción con el paciente psiquiátrico así como la dificultad con que nos encontramos para su control.
o Determinar las diferencias en la intensidad de las emociones surgidas de los distintos cuadros sintomáticos.
o Conocer la influencia que los condicionantes de sexo, años de profesión y unidad de trabajo en las emociones sugeridas por el paciente psiquiátrico.
Desarrollo
Hemos utilizado un cuestionario (anexo l)en el cual se recoge la edad, años de profesión, sexo y unidad de trabajo del profesional de enfermería (enfermero y auxiliar indistintamente).
A continuación deben rellenar 8 items acerca de la respuesta del profesional ante las emociones surgidas en la interacción con el paciente psiquiátrico.
Consideramos especialmente importante el lugar en que trabaja el profesional con todos sus condicionantes externos asociados por lo que la muestra ha sido tomada de distintas áreas del hospital de la siguiente forma:
- Unidad de agudos de psiquiatría del hospital Son Dureta: 20 cuestionarios
- Unidad de agudos de psiquiatría del hospital Son Llàtzer: 20 cuestionarios
- Unidad de urgencias del hospital Son Dureta: 40 cuestionarios
- Unidades de hospitalización médico quirúrgica del hospital Son Dureta: 40 cuestionarios
De los cuestionarios entregados, unos 150, se desecharon 30 cuestionarios por errores o falta de datos siendo válidos los reseñados anteriormente. La explotación de los datos se llevó a cabo con la hoja de cálculo Microsoft Excel.
En cada una de las unidades estudiadas los profesionales de enfermería han intervenido en la atención del paciente con patología psiquiátrica ya sea en el momento de una reagudización de sus síntomas o en el curso de otra patología.
Las encuestas se han pasado de forma personal con una explicación previa acerca de las cuestiones a cubrir.
Resultados
Los datos recogidos y explotados se han ordenado en las siguientes tablas:
. Intensidad y control de cada emoción. Hemos utilizado la media de Likert.
Según la tabla y en cuanto a nuestro primer objetivo nuestro estudio determina una mayor intensidad en cuanto a la emoción compasión (1.975) seguida de satisfacción (1.691) y del miedo (1.525).
En cuanto al control de las mismas las mayores dificultades las encontraríamos en el miedo (1.57), el enojo (1.38) y la compasión (1.45).
. Intensidad de la emoción asociado a los distintos cuadros sintomáticos. Los resultados están expresados en %.
En la asociación de las distintas emociones con respecto a los diferentes cuadros sintomáticos los datos más significativos son los siguientes:
- Miedo: El 75% de los encuestados lo asocian al paciente agresivo. La razón la podemos encontrar en la tremenda dificultad para controlar los cuadros de heteroagresividad lo cual desborda a los profesionales.
- Enojo: A un 73.31% el cuadro sintomático que más enojo le genera es el paciente antinormativo. Para el profesional existe una gran dificultad para empatizar con él. Cabe resaltar que tal vez la patología más tendente a la falta de corrección normativa es el trastorno de personalidad al cual se alude frecuentemente como el cuadro más difícil de manejar por el profesional.
- Compasión: Las características peculiares del paciente depresivo generan esta emoción en un 67.16% de los profesionales. El pozo en el cual se encuentran frecuentemente sumidos este tipo de pacientes provoca una gran necesidad de ayuda por nuestra parte.
- Aversión: De nuevo es el paciente antinormativo con un 43.33% el principal cuadro que se asocia a esta emoción. Es frecuente que los pacientes más antinormativos cambien de facultativo en cada ingreso debido a que acaban generando una pérdida en la capacidad terapéutica por parte del profesional que los trata.
- Hilaridad: En general ningún cuadro con un 49.16% suscita esta emoción en los profesionales. Podríamos resaltar a los pacientes delirantes y maniacos que con su falta de continencia verbal y de comportamiento hacen que a veces nos sea difícil controlar una sonrisa.
- Indiferencia: Abrumadoramente con un 66.66% ningún cuadro suscita esta emoción. Un paciente psiquiátrico difícilmente consigue pasar inadvertido para un profesional.
- Satisfacción: Resulta sorprendente que triunfe ninguno con un 35,83%. El estigma que ha perseguido al paciente psiquiátrico de forma histórica sigue provocando una gran falta de empatía incluso entre los profesionales sanitarios de marcado carácter vocacional.
. Según los condicionantes de sexo, años de profesión y unidad de trabajo y en cuanto a la intensidad y el control de las emociones obtendríamos las siguientes tablas. Se ha utilizado la media de Likert:
Las diferencias más significativas establecidas por los diferentes condicionantes de los profesionales encuestados serían:
Sexo: La mujeres sienten significativamente un mayor nivel de compasión y miedo pero una menor aversión. Asimismo les cuesta más controlar en general su repuesta emocional, principalmente el miedo, la aversión y la indiferencia.
Años de profesión: Hay una mayor intensidad emocional a partir de los 20 años de experiencia seguidos por los de menos de 10. La misma significación encontramos para el control de las emociones.
Unidad de trabajo: Existe una clara diferencia en el grado de enojo y aversión en la unidad de urgencias mientras que el miedo se mantiene en unos niveles bajos en la unidad de psiquiatría y la satisfacción es significativamente mayor en esta unidad. Sin embargo el control de las emociones es significativamente más difícil de llevar a cabo en las unidades de hospitalización.
Discusión
En cuanto al primer objetivo nuestro estudio determina una mayor intensidad en cuanto a la emoción COMPASIÓN (1.975) seguida de SATISFACCIÓN (1.691) y del MIEDO (1.525).
Por cuadros sintomáticos los datos más significativos son los siguientes:
P. agresivo: Genera fundamentalmente miedo seguido de lejos por aversión
P. delirante: Provoca hilaridad seguido de compasión
P. antinormativo: Abrumadoramente enojo seguido de aversión.
P. maniaco: En primer lugar hilaridad seguido de satisfacción.
P. deprimido: Sobretodo compasión seguido de satisfacción.
En general: La emoción menos suscitada es la indiferencia seguida por la hilaridad.
Las diferencias más significativas establecidas por los diferentes condicionantes serían:
Sexo: La mujeres sienten significativamente un mayor nivel de compasión y miedo pero una menor aversión. Asimismo les cuesta más controlar el miedo, la aversión y la indiferencia.
Años de profesión: Hay una mayor intensidad emocional a partir de los 20 años de experiencia seguidos por los de menos de 10. La misma significación encontramos para el control de las emociones.
Unidad de trabajo: Existe una clara diferencia significativa en el grado de enojo y aversión en la unidad de urgencias mientras que la satisfacción es significativamente mayor en la unidad de psiquiatría. Sin embargo el control de las emociones es significativamente más difícil de llevar a cabo en las unidades de hospitalización.
Bibliografía
1. Crespo JM. Psicopatología de la afectividad. En: Vallejo J. Introducción a la psicopatología y a la psiquiatría. Barcelona: Masson; 2003; 221.
2. Ekman P, Sorenson ER, Fresen WV: Pan-cultural elements in facial displays of emotion. Science, 164:4, 1969.
3. Segarra R, Eguíluz I, Guadilla ML, Erroteta JM. Psicopatología de la afectividad. En: Segarra R, Eguíluz I. Introducción a la psicopatología. Barcelona: Ars Médica; 2005. 173.
4. Blay C. Actuación ante los pacientes de trato difícil. FMC;1996. 4: 243-250.