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Estrés post-traumático en jóvenes desplazados por la violencia política en Colombia
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Autor/autores: Jorge Palacio*, Raimundo Abello*, Camilo Madariaga* y Colette Sabatier**.
,Artículo,Estrés,
Artículo revisado por nuestra redacción
Violencia y DesplazamientoLa violencia en Colombia se ha abordado de manera diferente a nivel de los medios de comunicación internacionales con respecto a situaciones de violencia étnica y religiosa mundialmente mediatizadas (ej. Kosovo). En Colombia se encuentra una dimensión mucho menos mediatizada para una guerra interna igual o aun mas mortífera llamada de manera general Violencia Polític...
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Violencia y Desplazamiento
La violencia en Colombia se ha abordado de manera diferente a nivel de los medios de comunicación internacionales con respecto a situaciones de violencia étnica y religiosa mundialmente mediatizadas (ej. Kosovo). En Colombia se encuentra una dimensión mucho menos mediatizada para una guerra interna igual o aun mas mortífera llamada de manera general Violencia Política. Esta se comprenderá en este estudio como las violencias de orden físico, moral o psicológico sobre una o varias personas o grupos sociales que persigue integrarlos o excluirlos de un sistema social determinado, por lo tanto es utilizada como un instrumento de cambio social. (Dujardin, 1996, utiliza el termino Violencia Publica).
Algunos estudios recientes muestran como la violencia se volvió un hecho normal, aceptado y virtualmente común en Colombia. Varios antropólogos como Taussig (1989) y Uribe (1990), citados por Sadlier (1997), consideran que los colombianos viven en una cultura del miedo donde ellos son permanentemente víctimas o testigos de la violencia. Los grupos armados sin distinción (Rueda, 1998 ; Angarita y coll, 1997 ; Rojas, 1993) han sido los responsables del desplazamiento de por lo menos un millón de colombianos desde 1985 (CODHES, 1997). De allí el interés y la necesidad del estudio de las reacciones psicológicas en niños y jóvenes desplazados por la violencia política en Colombia.
Como desplazado(s) se entenderá a toda persona y/o grupo familiar forzado de emigrar en el interior del país, que deja(n) el lugar donde vive(n) y trabaja(n) porque su(s) vida(s) o su integridad física, su seguridad y libertad personal han sido violadas o son amenazadas por uno o varios eventos mencionados aquí abajo causados por el hombre : conflicto armado interno, problemas y tensiones internas, violaciones en masa de los derechos del hombre, infracciones al derecho internacional humanitario u otras circunstancias originadas por las situaciones anteriores que podrían alterar o alteran de una manera drástica el orden publico (IIDH, 1993).
Para abordar el tema se expondrán algunos estudios sobre el Estres Post-traumatico y la Resistencia Psicológica en los niños desplazados, posteriormente se describirán varios estudios llevados a cabo en Colombia y se terminara con la descripción de la metodología y resultados de esta investigación.
El Estres Post-Traumatico (PTSD) y la Violencia Politica
Uno de los primeros signos o síntomas psicológicos en la población desplazada es el miedo. Miedo que se refleja, por ejemplo, en los campesinos que son uno de los grupos mas afectados, en la inhibición de sus comportamientos de protesta, de contestación, de organización ya que los integrantes o dirigentes de ese tipo de movimientos son amenazados o asesinados, lo cual dificulta aun mas la acción de los líderes comunitarios para su reorganización. El miedo y todas las emociones unidas a el, son el reflejo de los eventos traumáticos vividos por la población que se manifiestan en momentos diferentes después del evento y a través de diferentes reacciones comportamentales, cognitivas y conductuales llamadas generalmente síntomas de Estres Post-Traumatico (PTSD, Post Traumatic Stress Disorder).
De acuerdo al DSMIV, (Baddoura, 1998, citado por Cirulnik, 1998), el Estres Post-Traumatico es una reacción patológica ansiosa que ocurre posteriormente a la exposición de un evento « fuera de lo común y capaz de inducir la tristeza emocional en la mayoría de los individuos ». El desarrollo de este desorden implicaría una predisposición individual de la persona.
Baddoura (1998), señala los síntomas que caracterizan este estado :
El recuerdo insistente del hecho traumatisante (ej. Pesadillas repetidas),
El desorden de los afectos y el evitamiento de todo aquello que esta unido al evento (como la incapacidad de recordarse de los aspectos importantes del evento traumático),
Sintamos de hiperactividad neurovegetativa (palidez, sudor, taquicardia...).
Con respecto al impacto psicológico de la violencia en los desplazados de Colombia, Castaño (1994), en un estudio con 83 pacientes durante 1991 (46 mujeres, 11 hombres y 26 menores de edad), los cuales habían sido víctimas de violencia política, encontró que los sobrevivientes de masacres presentan problemas de adaptación y síntomas de PTSD, así como desconfianza y un miedo crónico. Ella observo también que en ciertos momentos el efecto de la penuria económica era mas devastador que la perdida del ser querido. En esta población encontró que en 23% de los casos se daba una reacción normal al trauma, 19% tendía hacia un problema de adaptación de tipo depresivo, 17% presentaba depresión mayor y 7% un trastorno adaptativo con estado de animo ansioso. Los demás se distribuían en diversos síndromes depresivos y ansiosos, problemas del desarrollo y del aprendizaje, alteraciones de las emociones y del comportamiento. La misma autora señala al interior de las familias un proceso de culpa y destrucción de los lazos afectivos. Se presentaba una perdida del sentido de la vida e identidad de la familia, lo cual llevaba a una reproducción del caos social en su interior.
Estos síntomas de PTSD comunes en los campos de refugiados y en poblaciones que han sido afectadas por eventos catastróficos naturales (tornados, inundaciones, incendios, etc.) como sociales (atentados, guerras, secuestros, etc.), producen un efecto desestabilizador en las poblaciones mas sensibles (niños, mujeres y ancianos), siendo los niños los mas afectados durante el resto de su vida.
El PTSD en niños y jovenes
Ladd y Cairns (1996) en una revisión sobre los efectos de la violencia étnica y política en los niños encontraron que los traumas eran muy variados. Se observaron problemas del comportamiento, alteraciones del sueno, problemas somáticos, disfuncionamientos cognitivos y del razonamiento moral.
En otro estudio de Garbarino y Kostelny (1996) se observo una fuerte correlación en el efecto de este tipo de violencia en los niños palestinos y los problemas comportamentales. Se encontró mas riesgo acumulado para los niños que para las niñas, y mas problemas en los niños mas jóvenes con respecto a los de mas edad.
Punamaki (1996), encontró que la falta de un compromiso ideológico (glorificación de la guerra, patriotismo y comportamiento desafiante al enemigo) parecen en los casos de exposición a la violencia política, aumentar los síntomas de ansiedad, de inseguridad, de depresión y sentimientos de derrota. Esto podría asimilarse a la creencia que da un sentido al evento potencialmente traumático o aun a la resistencia psicológica (Masten y col., 1990, citado por Sadlier, 1997), de esta manera mientras mas sentido tenga el sufrimiento, menos consecuencias traumáticas se presentaran.
Miller (1996), Ajdukovic, M. y Ajdukovic, D. (1993) encontraron una relación entre la salud mental y los niveles de estres de los niños con respecto a los niveles de estres de sus padres. En particular entre los síntomas depresivos en las niñas y un estado de salud degradado de sus madres.
Laor, Wolmer y col., (1996) observaron igualmente una reacción mas elevada al estres en los niños refugiados de la ex-Yugoslavia cuando las madres reaccionaban ellas mismas al desplazamiento con un estres elevado.
Estos estudios indican como las reacciones de los niños frente al traumatismo de la guerra están íntimamente ligadas a las reacciones de su entorno. La actitud de los adultos y en especial la de sus padres modulara la de los niños, y es esta actitud que le dará la connotación al evento traumático mismo, lo que seria el origen del trastorno en el niño Baddoura (1998).
Los estudios realizados durante y después de la Segunda Guerra Mundial permitieron a los investigadores afirmar que cuando el ambiente es peligroso, es preferible que los niños se queden con su familia y no sean separados. Esto se debe a que la ansiedad de los padres y la separación del medio familiar son elementos mas perturbadores que la intensidad de los bombardeos Baddoura (1998).
Leyens y Mahjoub (1994) en una revisión de investigaciones de la Segunda Guerra Mundial sobre los efectos psicosociales en los niños y adolescentes, encontraron que el cambio de vida familiar (37.2%) y la evacuación (32.5%) son los principales orígenes de problemas. En especial para los niños que en ese momento tenían menos de 5 anos y que fueron evacuados. Los problemas mas frecuentes fueron la ansiedad, la falta de concentración, agresividad, perturbaciones del sueno, enuresis y problemas psicosomaticos, presentándose frecuentemente mas de dos síntomas a la vez. Los autores señalan que los factores potencialmente traumáticos (ej. un bombardeo) lo devienen cuando son mediados por otros factores sociales (la muerte de un ser querido, el alejamiento de la familia, o las reacciones familiares a estos eventos).
Con respecto a la situación colombiana, las evacuaciones o desplazamientos masivos o individuales (personas o familias solas), forzados o por incapacidad de vivir en las zonas de conflictos, a generado una serie de trastornos a nivel de la persona, la familia y la sociedad que se vislumbran en la medida que se continúan las investigaciones sobre su impacto, y en particular sobre sus consecuencias en el ciclo reproductor de la violencia de hoy a 20 años.
En Colombia, por ejemplo, al rededor de 412.500 niños han huido con sus familias por la presión de los grupos armados (CODHES, Niños desplazados por violencia, 1997). Su situación difícil solo se agrega a la precaria condición de los niños en Colombia. Según un informe del Estado, en 1994 2.508 niños fueron asesinados, y en 1995 secuestraron a 115 niños (editor@presidencia.gov.co, 1996).
En el estudio de Osorio y Lozano (1995), se encontró que los niños y jóvenes de origen campesino que habían sido desplazados y que eran aun muy dependientes de sus familias estaban al rededor de 57,7%. En el mismo estudio, se observo un índice elevado de abandono del colegio, por la misma situación.
Sadlier (1997) estudio en los niños de Colombia el efecto de la exposición crónica a la violencia socio política y el estado de PTSD unido al medio ambiente social. Se trataba de determinar el nivel de exposición a la violencia socio política de 140 niños colombianos y de establecer la relación de esta violencia con los síntomas de PTSD. 60 niños venían de una escuela de clase alta y 80 de una de clase media. Los niños llenaron un cuestionario sobre « Las cosas que yo he visto y vivido » (Ritchers y Martinez, 1993, citado por Sadlier, 1997), que es una escala sobre el PTSD en los niños, y una escala de actitudes con respecto a la violencia socio-política (creada especialmente para esta investigación).
Los resultados indicaron que casi todos los niños estuvieron expuestos de manera crónica a la violencia socio política, pero pocos presentaron síntomas de PTSD. El autor explica esta ausencia por varias razones, una de ellas es a través del concepto de Resistencia Psicológica (resiliencia psicológica) comprendida como una adaptación funcional a las situaciones potencialmente patógenas o destructoras (Masten, Best y Garmezy, 1990, citado por Cirulnik, 1998). De esta manera los niños viven de manera cotidiana con la violencia sin sentirla como algo traumatisante. Esta resistencia se refuerza por la familia, los estilos de adaptación (coping) y el sistema de creencias (Masten y col., 1990). La pertenencia a una clase acomodada no protegió a los niños ni de la exposición a la violencia ni de los síntomas de PTSD. En este estudio surgen ciertos interrogantes, ambos grupos están en colegios y es legitimo preguntarse si por un lado, los niños en situaciones realmente precarias reaccionarían de la misma forma a esta exposición, y por el otro si la capacidad de la familia a ofrecer el soporte social necesario frente a este tipo de violencia varia en función de su estrato económico. No se conoce tampoco la reacción de las familias y niños que han sido desplazados recientemente.
Este estudio tenia como objetivos saber mas sobre los síntomas de Estres Post-Traumatico en los jóvenes en situación de desplazamiento frente a los jóvenes no desplazados y aumentar el numero de estudios con la población colombiana y en particular en la región del Atlántico.
Metodologia
Sujetos : en un censo de la Cruz Roja, el departamento contaba al rededor de 621 familias desplazadas (2.618 personas) de las cuales 74% (463) estaban en el Municipio de Malambo. En estas familias 1.321 personas eran hombres y 1.297 mujeres (CERES, 1998). Para efectos de la muestra, de la población desplazada de Malambo se escogieron al azar 49 niños y jóvenes de ambos sexos, entre los 7 y los 16 anos, que habían llegado desde hace mas de un mes con sus familias de otras regiones del país. Como grupo de control se escogieron en el mismo barrio 50 sujetos con las mismas características pero que no habían sido desplazados. La muestra total fue de 100 sujetos.
Instrumentos : para obtener los datos, se utilizaron la observación directa y la entrevista semi-directiva a través de tres cuestionarios sobre el impacto de la violencia y los síntomas de PTSD : Childhood War Trauma Questionnaire (Macksoud, 1988, CWTQ) ; Post-Traumatic Stress Reaction Cheklist for Children (Pocaw, 1990, PTSRC) ; Child Behavior Inventory (Pocaw, 1990, CBI). Los cuestionarios fueron validados en una aplicación piloto con 15 sujetos de la misma población.
Procedimiento : inicialmente se contactaron las familias a través de uno de los líderes comunitarios del barrio de invasión (Villa Esperanza) donde viven familias invasoras desplazadas y no desplazadas. La investigación se presento como una entrevista de estudiantes de psicología que estaban haciendo sus practicas de psicología social y sus actividades se dirigirían a los jóvenes de la comunidad. Al interior de cada familia se escogió al azar uno de los jóvenes que respondería los cuestionarios y al terminar la aplicación se explicaba mas en detalle los objetivos que se perseguían. Las respuestas se analizaron con el programa SPSS, a través de tablas de frecuencia y estadísticas inferenciales.
Resultados y discusion
Los resultados indican que los jóvenes desplazados presentaron mas comportamientos depresivos (t=4.748 ; p<0.001) y ansiosos (t=5.62 ; p<0.001) que los jóvenes no desplazados. En estos resultados son los sujetos de sexo femenino los mas marcados en su comportamiento. Las jóvenes presentan significativamente comportamientos mas depresivos (t=-2.57 ; p<0.047) que los otros jóvenes desplazados o no. Las jóvenes desplazadas muestran también mas síntomas de ansiedad (t=-1.97 ; p<0.05).
Para los desplazados en general es mucho mas difícil tener comportamientos planificados, organizados (t=-2.54 ; p<0.013). Sin embargo ellos presentan significativamente mas comportamientos valorados socialmente o dirigidos en forma positiva hacia la sociedad (pro-sociales) (t=3.84 ; p<0.001).
Un 30% de los desplazados llego a identificar un evento traumático preciso, el cual se relacionaba en general con el hecho de haber sido testigo de las amenazas dirigidas contra su familia o uno de sus parientes o vecinos. A continuación se describirán los ítems del cuestionario de PTSD que indicaron diferencias significativas ( X² , p<0.001) en la presencia/ausencia del síntoma. Estos resultados en particular están basados en las respuestas de los 49 jóvenes desplazados:
Item 4 : la mayoría de los jóvenes desplazados tienen miedo o se sienten mal en el momento de pensar en el evento. Esto indica que los jóvenes han identificado al menos un evento doloroso que aun los perturba.
Item 5 : los jóvenes se acuerdan del evento como si fuese una película con las imágenes y sonidos asociados. Es decir que reviven el evento en un sentido casi literal.
Item 13 : los jóvenes después del evento tienen el sentimiento de sobresaltarse mas fácilmente con los ruidos fuertes, de tener mas miedo y pensamientos inesperados. Esto explica el aumento del estado de alerta después del evento.
Item 15 : los jóvenes procuran alejarse de las situaciones o actividades que les recuerdan el evento.
Item 16 : los jóvenes tratan de no hablar o pensar en el evento. Estos dos últimos ítems están relacionados con la disminución de las respuestas ambientales, es decir con comportamientos de aislamiento.
De los 14 ítems, solo el 9 indica una diferencia significativa contraria de carácter positivo. Es decir que la mayoría de jóvenes se sintieron acompañados y que sus amigos y familiares comprendían sus sentimientos. Este ítem puede dar un indicador de Protección.
En esta población se encuentran las características del PTSD : la identificación de un hecho traumático, los sueños e imaginación con ese evento, una disminución de las respuestas en general y un estado de alerta aumentado.
Con respecto a la distribución de la nota de PTSD en los jóvenes desplazados, se encontró que presentaron en promedio 10 síntomas sobre 14, bien que se encuentren dos modas. La desviación estándar fue de 3.28.
Los síntomas mas frecuentes eran un elevado nivel de alerta (30%) y los pensamientos (sueños e ideas) sobre el evento traumático (40%). En una proporción más repartida (12 y 18%), los desplazados presentaron una disminución de sus respuestas hacia el ambiente. 86% de los sujetos señalan haber reaccionado o sentido este tipo de síntomas desde el mismo momento del evento doloroso.
Los factores de Protección Psicológica
Esto nos lleva a preguntarnos si la familia actuaría como un factor de protección o que ayudaría a la resistencia psicológica contra los comportamientos agresivos o de tendencia depresiva ?
Para Guedeney (1998), citado por Cirulnik (1998), la resistencia psicológica se define como el mantenimiento de un proceso normal de desarrollo a pesar de las condiciones difíciles.
Si bien los desplazados han sido mucho mas afectados que los no desplazados, como se esperaba, no sabemos aun porque los sujetos de sexo femenino en todas las condiciones fueron mas afectadas que los de sexo masculino. Un resultado diferente lo encontró Garbarino y Kostelny (1996). Ellos observaron una fuerte correlación entre el efecto de la violencia política en los niños palestinos y los problemas comportamentales. Se daría un riesgo acumulado mayor en los niños que en las niñas, y mas para los pequeños con respecto a los mas grandes.
Una respuesta posible, la encontramos en el comportamiento de las madres :
Miller (1996), Ajdukovic, M. y Ajdukovic, D. (1993) observaron una relación entre la salud mental y los niveles de Estrés de los niños y de sus padres. En particular, entre los síntomas depresivos en las niñas y un estado de salud degradada de sus madres.
Laor, Wolmer y col., (1996) observaron igualmente un nivel mas elevado de reacción al estrés en los niños refugiados de la ex-Yugoslavia cuando las madres reaccionaban al estrés por el hecho del desplazamiento.
Estos estudios nos llevan a preguntarnos si existiría uno o varios factores de protección o de resistencia psicológica con respecto a la depresión en los niños en especial, o seria mas bien al nivel de la relación entre las niñas y sus madres ?
Si existe este factor de resistencia psicológica, el o ellos se relacionarían mas con :
Un ambiente favorable ? :
Para Guedeney (1998), los factores protectores del desarrollo a pesar de unas circunstancias traumatisantes son entre otros :
una actitud parental competente,
una buena relación al menos con uno de los padres,
el apoyo del entorno,
una buena red de relaciones sociales informales y que no estén ligadas a obligaciones sociales o profesionales,
la educación y el compromiso religioso bajo la forma de participación a un grupo de escucha del otro, de reflexión sobre si mismo y sobre el grupo.
O mas bien con una personalidad problemática ?
Para Lemay (1998), citado por Cirulnik (1998), el niño tendría un precio psicológico que pagar por su resistencia, ya que el subraya varias características presentes también en algunos de ellos :
un relativo desprendimiento o indiferencia, diferente del autismo,
la obsesión con respecto a puntos de apoyo en el espacio y el tiempo,
una reconstrucción imaginaria del pasado,
el fantasma de una madre idealizada, sobrepotente que repara la herida narcisista del abandono,
el riesgo de una hiperactividad,
de manifestaciones psicosomaticas que descargan en el cuerpo una sobre carga emocional.
Estas cuestiones nos llevan a proyectar una investigación que profundizará las relaciones entre varias variables a fin de observar las interacciones complejas a la base de los factores protectores y de las estrategias adaptativas tanto a nivel familiar como individual en las familias desplazadas por la violencia en la Costa Caribe colombiana.
REFERENCIAS
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