Comprender la Neurobiología de la Esquizofrenia
La esquizofrenia, un trastorno mental grave que afecta el pensamiento abstracto y la percepción de la realidad, sigue siendo uno de los mayores desafíos en neurociencia. En particular, los trastornos del pensamiento en esquizofrenia están altamente correlacionados con el funcionamiento reducido de la corteza prefrontal do...
Comprender la Neurobiología de la Esquizofrenia
La esquizofrenia, un trastorno mental grave que afecta el pensamiento abstracto y la percepción de la realidad, sigue siendo uno de los mayores desafíos en neurociencia. En particular, los trastornos del pensamiento en esquizofrenia están altamente correlacionados con el funcionamiento reducido de la corteza prefrontal dorsolateral (CPDL), una región cerebral clave para funciones cognitivas superiores como la memoria de trabajo, el razonamiento abstracto y las funciones ejecutivas.
Esta área, altamente evolucionada en primates, es fundamental para generar representaciones mentales mediante la interconexión de microcircuitos excitatorios en las dendritas de las células piramidales de la capa profunda III de la CPDL. Desde hace casi tres décadas, se ha sabido que los pacientes con esquizofrenia muestran una disminución en el número de espinas dendríticas y conexiones en las células piramidales de la capa III de la CPDL.
Estas alteraciones dendríticas, sin embargo, son específicas de la región, el tipo de célula y la lámina cortical. No se observan en otras capas de la CPDL, como la V o VI, ni en otras áreas como la corteza visual primaria, lo que sugiere que la esquizofrenia afecta selectivamente los circuitos corticales involucrados en el pensamiento abstracto y la memoria de trabajo.
Pérdida Sináptica y Poda Neuronal
Los hallazgos neuropatológicos, junto con estudios de neuroimagen, muestran una pérdida de materia gris en personas en riesgo de esquizofrenia, particularmente durante la adolescencia, cuando comienzan a aparecer los primeros síntomas de la enfermedad.
Esta pérdida sináptica temprana y progresiva en la CPDL ha llevado a la hipótesis de que una poda neuronal excesiva y errónea es una característica clave en el desarrollo de la esquizofrenia. Inicialmente, esta pérdida afecta la CPDL, pero con el tiempo involucra otras cortezas de asociación, lo que sugiere un proceso patológico amplio en la conectividad cortical.
Identificación de Células Vulnerables
Un estudio reciente de Arion et al. intenta capturar la identidad de las células piramidales más vulnerables a la pérdida sináptica en la esquizofrenia. Para ello, los investigadores estudiaron los cambios transcripcionales en la CPDL de macacos desde la prepubertad hasta la adultez temprana.
Este enfoque permite examinar cómo las células piramidales de la capa III maduran y cómo podrían ser afectadas durante el desarrollo.
Anteriormente, se había identificado que existen dos poblaciones de células piramidales en la capa III de la CPDL: las células de proyección callosa (CP), que se proyectan hacia la corteza prefrontal dorsolateral contralateral, y las células de proyección ipsilateral (IP), que se proyectan hacia la corteza parietal. Arion et al. descubrieron que las células IP alcanzan su madurez tempranamente en la vida, mientras que las células CP maduran más tarde, durante la transición de la adolescencia a la adultez temprana, una etapa crítica en el desarrollo de la esquizofrenia.
Vulnerabilidad de las Células CP
Este hallazgo es particularmente relevante para la esquizofrenia, ya que sugiere que las células CP, que maduran más tarde, podrían ser más vulnerables a factores genéticos o ambientales que afectan el cerebro durante la adolescencia, justo cuando los síntomas de la esquizofrenia comienzan a manifestarse. La pérdida de espinas dendríticas y conexiones sinápticas en estas células podría ser una de las causas subyacentes de los déficits cognitivos y las alteraciones del pensamiento que se observan en los pacientes con esquizofrenia.
Conclusión
La esquizofrenia sigue siendo un enigma neurobiológico, pero estudios como el de Arion et al. ofrecen nuevas perspectivas sobre su patogénesis. Al identificar las células piramidales de la capa III de la CPDL como especialmente vulnerables durante la adolescencia, estos hallazgos proporcionan una nueva pista para comprender por qué los síntomas de esquizofrenia emergen durante esta etapa crítica del desarrollo cerebral. Esta investigación subraya la importancia de centrarse en la poda sináptica y los factores de riesgo que afectan la CPDL durante la adolescencia, lo que podría abrir nuevas vías para intervenciones preventivas y terapéuticas en esquizofrenia.
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