Investigadores de la Universidad de Birmingham (Reino Unido) han identificado un posible vínculo entre la inflamación y la estructura de regiones específicas del cerebro. El estudio, publicado en la revista 'JAMA Psychiatry', puede ser especialmente relevante para los trastornos psiquiátricos del neurodesarrollo, como el espectro autista y la esquizofrenia.
Los investigadores afirman que los hallazgos podrían abrir un objetivo completamente nuevo para el tratamiento farmacológico de estos trastornos, que no ha cambiado significativamente desde la identificación de los medicamentos antipsicóticos a mediados de finales del siglo XX.
La investigación fue llevada a cabo por un equipo del Instituto de Salud Mental y del Instituto de Cáncer y Ciencias Genómicas de la Universidad, con colaboradores de las universidades de Cambridge, Manchester y Bristol, todas en Reino Unido. Se demostró que los genes asociados a la inflamación, en particular la interleucina (IL) 6, están relacionados con una reducción del volumen de materia gris en determinadas zonas del cerebro que se sabe están implicadas en los trastornos neuropsiquiátricos.
Utilizando los registros del Biobanco del Reino Unido, una base de datos biomédica a gran escala, el equipo pudo comparar las variantes genéticas que afectan a los niveles de IL-6 y otros genes inflamatorios en más de 20.000 pacientes con los cambios en el volumen de materia gris en zonas específicas del cerebro.
Pudieron mostrar fuertes vínculos entre la IL-6 y la estructura cerebral, especialmente en las regiones temporal y frontal. Otros análisis realizados con el Atlas del Cerebro Humano de Allen mostraron que los genes sobreexpresados en estas zonas están asociados a enfermedades como la epilepsia, la disfunción cognitiva y la esquizofrenia.
La profesora Rachel Upthegrove, del Instituto de Salud Mental de la Universidad, autora principal del trabajo, destaca que "este estudio demuestra que el gen de la IL-6, que sabemos que está relacionado con la inflamación sistémica, también afecta a la estructura del cerebro en áreas asociadas a estos trastornos neuropsiquiátricos".
Según apunta, "la comprensión de estos vínculos ofrece una interesante oportunidad para explorar nuevos tratamientos dirigidos a la IL-6. Este podría ser el primer objetivo nuevo para las enfermedades mentales graves, incluida la esquizofrenia, identificado en más de 60 años".
El doctor John Williams, del Instituto de Ciencias Oncológicas y Genómicas de la Universidad, primer autor del trabajo, comenta que "los tratamientos actuales para estas enfermedades actúan sobre la dopamina, un mensajero químico del cerebro asociado al estado de ánimo y la atención. Sin embargo, estos fármacos pueden tener efectos secundarios y no son eficaces en todos los pacientes".
"Ya hay fármacos en el mercado que se dirigen a la inflamación, así como la oportunidad de examinar posibles compuestos nuevos. Encontrar una nueva vía para explorar los vínculos entre la inflamación, la estructura cerebral y los trastornos neuropsiquiátricos es realmente emocionante", reconoce.
El trabajo forma parte del programa PIMS (Psychosis Immune Mechanism Stratified Medicine Study), dirigido por la Universidad de Birmingham y creado para investigar los vínculos entre la inflamación y la psicosis. En la siguiente fase de la investigación, el grupo llevará a cabo estudios experimentales para eliminar la IL-6, además de replicar la investigación del Biobanco en cohortes de pacientes más diversas.