Según un estudio publicado en Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry, la relación existente entre el delirium y el desarrollo de una futura demencia subraya la gravedad del delirium y la importancia de un rápido diagnóstico y tratamiento de la causa subyacente.
En el análisis retrospectivo se incluyó a 12.949 pacientes mayores de 65 años a los que se les diagnosticó un episodio de delirium y que, en un principio, no padecían demencia al inicio del mismo. Los investigadores calcularon la incidencia acumulada de demencia, teniendo en cuenta el riesgo de muerte sin diagnóstico de demencia, y modelaron los efectos de la edad, el sexo y la privación socioeconómica sobre el riesgo específico de demencia.
Los resultados muestran que la incidencia acumulada estimada de demencia era del 31 % a los cinco años, mientras que la incidencia acumulada estimada del riesgo competitivo de muerte sin demencia era del 49,2 %.
El riesgo de demencia por causa específica aumentó con los niveles más altos de privación y también con el avance de la edad a partir de los 65 años, estabilizándose y disminuyendo a partir de los 90 años. Sin embargo, no parece haber una relación con el género.
Los autores concluyeron que es necesario realizar investigaciones futuras para determinar si el reconocimiento y el tratamiento temprano del delirium podrían reducir el riesgo de demencia o muerte posteriores.