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La alimentación incorrecta de la madre en el embarazo induce cambios en los circuitos cerebrales del bebé que controlan el metabolismo y predisponen a la obesidad y la diabetes
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Noticia |
Fecha de publicación: 24/01/2014
Artículo revisado por nuestra redacción
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Las mujeres obesas o con diabetes tipo 2 tienen mayor probabilidad de que sus hijos desarrollen con el tiempo trastornos metabólicos semejantes. Los mecanismos moleculares y celulares que explican esa tendencia, denominada programación metabólica, se desconocían hasta ahora. Un trabajo de la Universidad de Yale publicado en la revista Cell los ha descubierto y ha encontrado que la alimenta...
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Las mujeres obesas o con diabetes tipo 2 tienen mayor probabilidad de que sus hijos desarrollen con el tiempo trastornos metabólicos semejantes. Los mecanismos moleculares y celulares que explican esa tendencia, denominada programación metabólica, se desconocían hasta ahora. Un trabajo de la Universidad de Yale publicado en la revista Cell los ha descubierto y ha encontrado que la alimentación incorrecta de la madre durante el embarazo induce cambios en los circuitos cerebrales relacionados con el metabolismo en los bebés en gestación. Unos cambios que aumentan el riesgo de obesidad y desarrollar anomalías duraderas en el metabolismo de la glucosa.
En un modelo de ratón, los investigadores han comprobado que una dieta rica en grasa durante la lactancia predispone a las crías a la obesidad y a la diabetes porque se alteran sus conexiones cerebrales en el hipotálamo, una estructura clave del cerebro que regula el metabolismo energético y de la glucosa.
Los bebés roedores tenían modificaciones en el circuito cerebral de la insulina, fundamental para controlar los niveles de glucosa en sangre. Estos cambios en los circuitos cerebrales inducidos por la alimentación materna conducen a las crías a la obesidad y a desarrollar anomalías en el metabolismo de la glucosa durante toda su vida.
Aunque desarrollada en roedores, la investigación se puede trasladar a humanos, pero hay que tener en cuenta que mientras los circuitos cerebrales del hipotálamo continúan desarrollándose en los roedores después de nacer, en los humanos se completan antes del nacimiento. Según esto, el tercer trimestre del embarazo es una etapa crítica en la formación en humanos de este circuito cerebral que controla el metabolismo y predispone a la obesidad y otras patologías relacionadas.
Y es al final del embarazo cuando una alimentación inadecuada de la madre puede afectar a largo plazo la salud de sus hijos. En concreto, el consumo excesivo de grasas durante esta etapa crítica del desarrollo aumenta en el riesgo de tener una descendencia con problemas de peso durante toda la vida o desarrollar diabetes. Según el estudio, esta predisposición se puede controlar o incluso revertir con una dieta adecuada de la madre durante esa etapa.
Para acceder al texto completo es necesario consultar las características de suscripción de la fuente original: http://www.cell.com/home
En un modelo de ratón, los investigadores han comprobado que una dieta rica en grasa durante la lactancia predispone a las crías a la obesidad y a la diabetes porque se alteran sus conexiones cerebrales en el hipotálamo, una estructura clave del cerebro que regula el metabolismo energético y de la glucosa.
Los bebés roedores tenían modificaciones en el circuito cerebral de la insulina, fundamental para controlar los niveles de glucosa en sangre. Estos cambios en los circuitos cerebrales inducidos por la alimentación materna conducen a las crías a la obesidad y a desarrollar anomalías en el metabolismo de la glucosa durante toda su vida.
Aunque desarrollada en roedores, la investigación se puede trasladar a humanos, pero hay que tener en cuenta que mientras los circuitos cerebrales del hipotálamo continúan desarrollándose en los roedores después de nacer, en los humanos se completan antes del nacimiento. Según esto, el tercer trimestre del embarazo es una etapa crítica en la formación en humanos de este circuito cerebral que controla el metabolismo y predispone a la obesidad y otras patologías relacionadas.
Y es al final del embarazo cuando una alimentación inadecuada de la madre puede afectar a largo plazo la salud de sus hijos. En concreto, el consumo excesivo de grasas durante esta etapa crítica del desarrollo aumenta en el riesgo de tener una descendencia con problemas de peso durante toda la vida o desarrollar diabetes. Según el estudio, esta predisposición se puede controlar o incluso revertir con una dieta adecuada de la madre durante esa etapa.
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