Resumen
Emigrar se puede convertir en un proceso con niveles de estrés tan intensos que puede llegar a superar la capacidad de adaptación de los seres humanos. En el ámbito de la salud mental se están registrando nuevas problemáticas relacionadas con la creciente demanda de inmigrantes. Esta nueva situación requiere una preparación profesional para un contacto intercultural específico. En este estudio expondremos un caso clínico donde abordaremos dichos aspectos culturales.
Se trata de una mujer de 20 años, natural de Marruecos y vecina de una provincia andaluza, que es derivada a nuestro servicio desde Atención Primaria por posibles alteraciones alimentarias y conductuales. En el seguimiento que se realiza en el dispositivo se objetiva alteraciones conductuales y alimentarias, crisis de ansiedad y leve hipotimia. La paciente refiere consumo diario de THC. Durante el proceso consulta numerosas veces al servicios de urgencias por crisis de pánico y clínica conversiva. Asimismo, la paciente verbaliza sentimientos de incomprensión, soledad y abandono circunscrito especialmente al ámbito familiar. En su familia predominan los valores magrebíes por los cuales rigen y juzgan la conducta de ésta. Por el contrario, ella se siente identificada con los valores y modos de vida occidentales. Este choque cultural provoca repetidas desavenencias y malestar general entre todos los miembros de la familia. El abordaje inicial que se ensayó fue a nivel individual, no obstante, en este caso se incorporó un tratamiento intercultural que resultó beneficioso no sólo para la paciente designada sino también para el sistema familiar.
Para acceder al texto completo es necesario consultar las características de suscripción de la fuente original: http://www.psiquiatria.com/revistas/index.php/psiquiatriacom/index/