Casi la mitad de jóvenes declara haber tenido ideaciones suicidas en algún momento del pasado año, según advierte el estudio 'Salud mental y desigualdad de Jóvenes en España', realizado por Fad Juventud con la colaboración de Oxfam Intermón y el Consejo de la Juventud de España, que se ha dado a conocer este jueves en el marco del Día Mundial de la Salud Mental.
Según datos del informe, casi seis de cada diez jóvenes reportaron haber experimentado malestar psicológico en algún momento del 2023, y el número de quienes lo han sufrido con frecuencia (17,4 por ciento) se ha triplicado desde 2017 (6,2 por ciento).
Los síntomas y malestares vinculados con la salud mental más experimentados son el cansancio (46,2 por ciento), los problemas de concentración (44,9 por ciento), tristeza (44,2 por ciento), miedo al futuro (42,7 por ciento), desinterés por hacer cosas (40,7 por ciento) y problemas para dormir (39,2 por ciento).
Además, más de la mitad (52,1 por ciento) han sufrido más de cinco síntomas, como el cansancio, la falta de concentración, la tristeza, el miedo ante el futuro, el desinterés, los problemas para dormir, la sensación de ansiedad o los pensamientos reiterativos, mientras que el porcentaje para quienes no sufren carencias es del 34,2 por ciento. A su vez, un 27,8 por ciento destaca haber necesitado calmarse con alcohol o pastillas, frente a únicamente el 12,1 por ciento de jóvenes sin carencias materiales.
Por otra parte, sigue existiendo la brecha de género en la autopercepción de la salud mental. Las cifras se mantienen con respecto al año pasado, solo tres de cada 10 chicas declaran que nunca han experimentado problemas de salud mental frente a cuatro de cada 10 chicos.
Para la directora general de Fad Juventud, Beatriz Martín Padura, es fundamental reducir las barreras económicas para que ningún joven se quede sin atención ante problemas de malestar emocional. "La precariedad y la desigualdad están afectando directamente al bienestar emocional de la juventud española. No se trata de abordarlo como un problema individual, sino como un desafío social que requiere de un compromiso colectivo", ha añadido.
LA ATENCIÓN A LA SALUD MENTAL
De las personas que declaran haber sufrido problemas psicológicos, psiquiátricos o de salud mental en los últimos doce meses, un 62,3 por ciento recurrió a ayuda profesional para tratarlo, frente a un 37,5 por ciento que no buscó ayuda.
A pesar de ello, y atendiendo a datos del Barómetro Sanitario 2023 del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), solo el 17,4 por ciento de jóvenes son atendidos por especialistas en menos de un mes, mientras que el 34,5 por ciento espera más de tres meses para recibir la atención que necesita.
Estos tiempos de espera prolongados, junto con la saturación de los servicios, dificultan el acceso oportuno y adecuado a la atención que muchos jóvenes requieren.
Como viene pasando en los dos últimos años, el motivo principal por el que no se busca ayuda profesional ante problemas de salud mental, es el coste económico (37,8 por ciento). A este le siguen la sensación de no necesitarla (28,3 por ciento) y la percepción de que no es un problema tan grave (27,3 por ciento).
Aproximadamente la mitad (45,7 por ciento) de las personas jóvenes señalan haber sido diagnosticadas con algún trastorno psicológico, psiquiátrico o de salud mental por un profesional (médico de cabecera, psicólogo, psiquiatra, etc.) a lo largo de su vida, un porcentaje casi 10 puntos superior al que se apuntaba en 2021 (36,2 por ciento). De entre los problemas detectados, destacan especialmente aquellos relacionados con la depresión (17,7 por ciento) y la ansiedad (15,9 por ciento).
RECOMENDACIONES
Para hacer frente a esta problemática, el informe sugiere varias medidas. En primer lugar, destaca que resulta crucial abordar los factores socioeconómicos que agravan los problemas psicológicos de la juventud a través de políticas que promuevan la igualdad de oportunidades, especialmente en materia de empleo y acceso a recursos básicos.
La generación y mejora de recursos asistenciales a la salud mental también es fundamental. La creación de recursos específicos (como hospitales de día, servicios ambulatorios y programas de hospitalización juvenil) es una prioridad en cinco comunidades autónomas, apunta el informe.
Además, enfatiza la necesidad de aumentar la ratio de psicólogos especializados en el sistema público, alineándose con las recomendaciones internacionales que proponen un mínimo de cinco psicólogos clínicos por cada 100.000 habitantes.
Finalmente, resulta esencial reducir el estigma asociado a los problemas de salud mental, y concebir el bienestar emocional como una parte integral de la salud en general. Se recalca la importancia de educar sobre salud mental desde una perspectiva preventiva, promoviendo una cultura de autocuidado y apoyo colectivo que permita a los jóvenes acudir tanto a sus redes de apoyo social como a profesionales sin que esto sea visto como un signo de debilidad.