El nuevo modelo de atención en salud mental para jóvenes de entre 15 y 25 años, llamado Espacios LibreMente, propuesto por la Comunidad de Madrid, ha sido recibido con escepticismo por parte del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid y los sindicatos de la Mesa Sectorial de Sanidad. Aunque reconocen la importancia de abordar la creciente demanda en salud mental infanto-juvenil, expresan preocupaciones sobre su implementación y la necesidad de dotar de recursos suficientes a estos centros.
Durante el Debate del Estado de la Región, la presidenta Isabel Díaz Ayuso anunció la creación de estos espacios "informales y accesibles" donde los jóvenes podrán acudir sin cita previa para recibir atención de psicólogos, enfermeros, trabajadores sociales y terapeutas ocupacionales.
Aunque el anuncio ha sido bien recibido en términos de intención, tanto el Colegio de Psicología como los sindicatos han planteado dudas sobre la capacidad de implementar estos centros sin aumentar significativamente los recursos humanos y garantizar la calidad del servicio.
Mercedes Bermejo, psicóloga y vocal del Colegio de Psicología, expresó su satisfacción por la propuesta, pero subrayó la necesidad de contar con profesionales especializados y una metodología rigurosa.
Además, destacó que en España hay solo seis psicólogos por cada 100.000 habitantes, una cifra muy baja en comparación con la media europea de 18 por cada 100.000, lo que hace urgente la creación de más plazas en el sistema público de salud.Por su parte, los sindicatos han mostrado una postura crítica.
Desde CC.OO. Sanidad Madrid consideraron el anuncio como "papel mojado", criticando la falta de refuerzo en los servicios de salud mental públicos y la necesidad de contratar más personal especializado. También han señalado la responsabilidad de reducir las listas de espera en psiquiatría y psicología, mencionando que se necesitan al menos 18 psiquiatras por cada 100.000 habitantes, tal como recomienda la Organización Europea de Salud Mental.
Desde UGT Sanidad Madrid, la crítica se enfocó en la falta de transparencia sobre quién gestionará estos nuevos espacios y los fondos destinados a ellos, insinuando que podrían beneficiar más a empresas privadas que a la sanidad pública. Asimismo, Amyts destacó la importancia de ampliar la iniciativa a edades más tempranas, como los 12 o 13 años, y enfatizó que la prevención y la atención inmediata son cruciales para abordar problemas de salud mental en jóvenes.
El sindicato Satse señaló que, aunque la propuesta es positiva, necesita ser respaldada por los recursos materiales y humanos adecuados. Satse también recordó que ya existen Unidades de Salud Mental en la Comunidad de Madrid con enfermeros especialistas, que están infradotadas y podrían mejorar su rendimiento con más personal.
Finalmente, desde la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid se criticó el deterioro continuo de la sanidad pública y la falta de medidas concretas para mejorar el acceso a la atención hospitalaria y resolver los graves problemas que enfrenta la población madrileña.
En resumen, aunque la iniciativa de los Espacios LibreMente ha sido vista como un paso positivo, la implementación efectiva dependerá de una dotación adecuada de personal, recursos y coordinación con el sistema de salud pública existente.