La fosfatidilserina (PS) y el ácido α-linolénico (ALA) son compuestos que han demostrado estar asociados positivamente con la función cognitiva en estudios previos. Sin embargo, los efectos combinados de estos dos nutrientes, así como los mecanismos subyacentes que podrían explicar su impacto en la cognición, aún no se comprenden del todo.
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La fosfatidilserina (PS) y el ácido α-linolénico (ALA) son compuestos que han demostrado estar asociados positivamente con la función cognitiva en estudios previos. Sin embargo, los efectos combinados de estos dos nutrientes, así como los mecanismos subyacentes que podrían explicar su impacto en la cognición, aún no se comprenden del todo.
Con este estudio, nuestro objetivo fue investigar los efectos de un suplemento que contiene PS, ALA y otros nutrientes sobre la función cognitiva en pacientes con deterioro cognitivo leve (DCL), así como explorar los mecanismos potenciales que podrían mediar dichos efectos.
Métodos
Este ensayo clínico fue aleatorio, doble ciego y controlado con placebo, y se llevó a cabo en Tianjin, China. En total, participaron 190 pacientes con diagnóstico de deterioro cognitivo leve.
Los participantes fueron asignados aleatoriamente a dos grupos: un grupo de intervención y un grupo placebo, cada uno compuesto por 95 personas. Ambos grupos tomaron dos cápsulas diarias durante un período de 12 meses. Las cápsulas del grupo de intervención contenían 144 mg de ALA, 31, 5 mg de PS y 3, 6 mg de flavonoides totales de Ginkgo biloba, junto con pequeñas cantidades de vitaminas del grupo B (B1, B6) y ácido fólico.
Por otro lado, las cápsulas del grupo placebo eran idénticas en apariencia pero no contenían ingredientes activos. Se evaluó la función cognitiva de los participantes al inicio del estudio y después de 12 meses, al igual que los niveles séricos de ácidos grasos poliinsaturados n-3 (PUFA) y neurotransmisores.
Para analizar los resultados, se utilizaron modelos de efectos mixtos lineales y análisis de mediación causal, con el fin de determinar el impacto de la intervención y los mecanismos involucrados.
Resultados
De los 190 participantes (edad media de 67, 95 años; 36, 8 % hombres y 63, 2 % mujeres), se observaron mejoras significativas en el grupo de intervención en comparación con el grupo placebo.
Estas mejoras se reflejaron en pruebas cognitivas como las pruebas aritméticas (β, 0, 688; IC del 95 %, 0, 103-1, 274), la prueba de similitud (β, 1, 070; IC del 95 %, 0, 472-1, 667) y la memoria a corto plazo. (β, 0, 600; IC del 95 %, 0, 399-0, 800).
Además, en el grupo de intervención se registraron aumentos significativos en los niveles séricos de ALA (β, 1, 620; IC del 95 %, 0, 967–2, 265), ácido docosahexaenoico (DHA) (β, 2, 797; IC del 95 %, 1, 075–4, 532 ) y ácido eicosapentaenoico (EPA) (β, 1, 472; IC del 95 %, 0, 296–2, 643), así como en los neurotransmisores acetilcolina, GABA y serotonina (5-HT). ç
Específicamente, el ALA sérico mostró una relación mediadora en la mejora de la memoria a corto plazo, con una proporción de mediación del 19, 7 % (efecto de mediación causal promedio = 0, 132; IC del 95 %, 0, 053-0, 225).
Conclusiones
Los resultados de este estudio sugieren que un suplemento que combina fosfatidilserina, ALA y otros nutrientes podría mejorar diversas funciones cognitivas en pacientes con deterioro cognitivo leve, especialmente la memoria a corto plazo.
Además, el aumento en los niveles séricos de ácidos grasos poliinsaturados n-3 y ciertos neurotransmisores podría estar vinculado al mecanismo subyacente de estos efectos beneficiosos.
Específicamente, el nivel sérico de ALA parece jugar un papel importante en la mediación de la mejora de la memoria, lo que destaca su potencial como componente clave en intervenciones nutricionales dirigidas a mejorar la cognición en personas con DCL.
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