El 6 por ciento de la población sufre actualmente algún tipo de fobia, si bien este porcentaje resulta "difícil" de estimar porque hay pacientes que no acuden a la consulta para tratar este problema, según ha comentado el vicepresidente de la Sociedad española de Psiquiatría, Julio Bobes, en el marco del 'XXIII Curso de Actualización en Psquiatría', celebrado en Vitoria.
Se trata de un temor persistente, excesivo e irrazonable a una situación, actividad u objeto, que conduce a un deseo impulsivo de evitarlo, creando una limitación e incapacidad frente a lo temido.
Actualmente de consideran que hay tres tipos de fobias: específica, social y agorafobia. La primera se caracteriza por el miedo o ansiedad intensa por un objeto o situación específica, como a los aviones, alturas, animales, inyecciones o dentistas; mientras que la fobia social consiste en un miedo o ansiedad intensa en una o más situaciones sociales en las que el individuo está expuesto a ser evaluado por parte de los demás, como una conversación, reunirse con extraños, ser observado comiendo en público o actuar delante de otras personas.
Por su parte, la agorafobia originalmente era el miedo intenso a los espacios abiertos aunque, tal y como ha explicado el profesor titular de psiquiatría en la Universidad de Cádiz, Leonardo Casáis, actualmente el concepto se ha ampliado al uso de transporte público, sitios cerrados, hacer cola, estar en medio de una multitud o estar fuera de casa sólo.
"El individuo teme o evita todas estas situaciones por la dificultad que implica escapar de ellas o no poder recibir asistencia si le sobreviene una crisis de angustia, por eso, en un campo de fútbol, o en una iglesia, por ejemplo, siempre se situarán al lado de la puerta o de la salida", ha remarcado Bobes.
LAS FOBIAS TIENEN CURA
Ahora bien, ambos especialistas han asegurado que las fobias se curan, pero para ello hay que identificarlas y empezar a tratar cuanto antes. "El hecho de que algunas fobias tengan protagonismo cinematográfico como la aracnofobia de Indiana Jones, o mediática como Pastora Soler o Joaquín Sabina, ayuda a que algunos fóbicos "salgan del armario" animados por los buenos resultados de la combinación de terapias biológicas y psicológicas", ha señalado Casáis.
Lo importante, apostilla Bobes, es detectarlas cuanto antes, ya que cuanto antes empiece el tratamiento más posibilidades de recuperación habrá. Y es que, las fobias crean trastornos de ansiedad pero también molestias físicas como dolores torácicos o pérdida del control.
Por ello, el tratamiento se hace de manera psicoterapeuta con técnicas de relajación y entrenamiento, reproduciendo escenarios de realidad virtual como, por ejemplo, poniendo ruidos del motor de un avión, para que el paciente aprenda a vivir con ello.
"También se trata de manera psicofarmacológica, ya que ayuda a controlar el nivel de ansiedad, y se ha demostrado que los antidepresivos son antifóbicos", ha concluido Bobes.