6 de junio de 2017 (HealthDay News) -- Las personas que consumen alcohol en niveles moderados podrían observar que sus habilidades mentales decaen con mayor rapidez a medida que envejecen, sugiere un nuevo estudio. Los investigadores encontraron que los que bebían alcohol con regularidad mostraban un mayor encogimiento cerebral que los abstemios en la vejez. También perdieron más "fluidez" lingüística, una medida de las habilidades de memoria y pensamiento. Los hallazgos publicados en la revista BMJ se basaron en 550 adultos británicos que al inicio del estudio tenían una edad promedio de 43 años. A lo largo de los 30 años siguientes, reportaron su salud y hábitos de estilo de vida, aproximadamente cada cinco años. También recibieron pruebas estándar de memoria y otras habilidades mentales. Hacia el final del estudio, se sometieron a IRM del cerebro. El estudio encontró que, en general, las personas que consumían alcohol con regularidad mostraban una mayor atrofia en una región del cerebro llamada hipocampo, frente a los que habían sido bebedores ocasionales de forma constante o los abstemios. El tamaño del hipocampo se vincula con la memoria, explicó la investigadora líder, la Dra. Anya Topiwala. La atrofia en esa región del cerebro es uno de los cambios tempranos que se observan en la enfermedad de Alzheimer, dijo. El estudio encontró que, en general, los bebedores moderados tenían tres veces más probabilidades que los abstemios de mostrar unos niveles anómalos de atrofia en el hipocampo derecho. Esto incluyó a personas que bebían en promedio de 14 a 21 "unidades" de alcohol cada semana. Eso equivale a más o menos de cuatro a seis pintas de cerveza, o de cinco a siete copas de vino, por semana, según el equipo de Topiwala. De forma similar, los bebedores moderados y más empedernidos mostraron un declive más rápido en la fluidez lingüística a lo largo de los 30 años: una reducción de entre un 14 y un 17 por ciento más grande, frente a los abstemios. Topiwala dijo que no hubo evidencias de que unas cantidades más leves de alcohol "protegieran" al cerebro, en comparación con la abstinencia. Por otro lado, el estudio encontró que los hábitos de consumo de alcohol de las personas no se vinculaban con su rendimiento en otras pruebas de agudeza mental, incluyendo la memoria a corto plazo. Topiwala dijo que esto resultó sorprendente, dados los hallazgos sobre el tamaño del hipocampo y planteó que una posibilidad es que el hipocampo podría encogerse antes de que se presenten los problemas con la memoria a corto plazo y otras funciones mentales. Acceso gratuito al texto completo.