La ziprasidona es un medicamento que se utiliza terapéuticamente para el tratamiento de la esquizofrenia en adultos, y también se indica para el tratamiento de episodios maníacos asociados con trastornos bipolares en adultos y niños adolescentes.
En la revista European Psychiatry, se ha publicado un estudio farmacocinético que analiza la interacción de la administración oral de la ziprasidona con la ingesta de alimentos cuantificando el impacto de absorción de este fármaco. Primero, se investigó la absorción de ziprasidona en personas sanas. Los sujetos recibieron ziprasidona oral (20, 40 y 80 mg) después de un ayuno de 8 horas o inmediatamente después de una comida estándar con un 60% grasa. Después, se exploró el impacto de la grasa dietética en la absorción de ziprasidona en sujetos sanos. Los sujetos recibieron ziprasidona (40 mg) bajo 3 condiciones: en ayunas, con una comida estándar de un 60% de grasa y con una comida con un 30% de grasa.
Los resultados concluyeron que las personas que habían ingerido alimentos justo antes de la administración del fármaco, su AUC era mayor respecto a los sujetos que la habían tomado en ayunas. El AUC, hace referencia al área debajo de la curva, es decir, la cantidad de fármaco que hay en un momento en el organismo.
Con la segunda parte del estudio, se observó que los sujetos que tenían una comida con un 60% de grasa, su AUC del fármaco aumentaba más respecto a los que habían tomado una dieta con un 30% de grasa.
Estos niveles más altos del fármaco, pueden atribuirse a una mayor solubilización de ziprasidona. Causada por la interacción de las grasas de la comida con el fármaco. Ya que las grasas mejoran la liposolubilidad del fármaco causando un aumento en la velocidad por el paso de membranas biológicas, lo que lleva a una mayor absorción intestinal. Además, los estudios farmacocinéticos han demostrado que la biodisponibilidad de ziprasidona se incrementa hasta el 100% en presencia de alimentos, Es decir, que la proporción del fármaco administrado por la vía determinada llegará inalterado a la circulación sistémica y que producirá un efecto, será del 100% si se administra con comida.
En conclusión, vemos como estos resultados demuestran que la administración de ziprasidona con alimentos puede influir mucho, ya que garantiza una buena absorción y necesaria para que se produzca una farmacocinética lineal, y además esto conllevará a que permitirá un mejor control de los síntomas y tolerabilidad.