Antecedentes
La compasión corporal ha sido identificada como un factor protector en el contexto de los trastornos alimentarios (TCA), ya que se ha asociado con una mayor apreciación del cuerpo y una reducción de la vergüenza corporal. Aunque estos hallazgos son prometedores, se requieren más estudios para comprender a fondo cómo la compasión corporal...
Antecedentes
La compasión corporal ha sido identificada como un factor protector en el contexto de los trastornos alimentarios (TCA), ya que se ha asociado con una mayor apreciación del cuerpo y una reducción de la vergüenza corporal. Aunque estos hallazgos son prometedores, se requieren más estudios para comprender a fondo cómo la compasión corporal puede influir en el riesgo de desarrollar TCA.
Los objetivos de este estudio fueron:
(1) analizar las propiedades psicométricas de la adaptación española de la escala de Compasión Corporal (BCS) y
(2) explorar si la apreciación corporal y la vergüenza corporal actúan como mediadores en la relación entre la compasión corporal y el riesgo de TCA.
Método
La muestra del estudio estuvo compuesta por 288 mujeres españolas de la población general, con edades comprendidas entre 18 y 40 años (M = 24, 65 ± 5, 02). Las participantes completaron una serie de cuestionarios en línea, incluyendo la adaptación española de la BCS.
Se realizaron análisis estadísticos para evaluar las propiedades psicométricas de la escala y se aplicó un modelo de mediación serial y paralelo para investigar las relaciones entre compasión corporal, apreciación corporal, vergüenza corporal y riesgo de TCA.
Resultados
La adaptación española de la BCS demostró ser una herramienta confiable y válida para medir la compasión corporal en la población estudiada. Los análisis del modelo de mediación serial y paralelo confirmaron que la compasión corporal tiene un papel protector significativo contra el riesgo de TCA.
En particular, las mujeres que mostraban una mayor compasión hacia su cuerpo tendían a tener una mayor apreciación corporal, lo que a su vez estaba asociado con una menor vergüenza corporal y un menor riesgo de desarrollar TCA. El modelo propuesto explicó el 68, 88% de la varianza, lo que indica un fuerte poder explicativo de la relación entre estos factores.
Conclusiones
Los resultados del estudio sugieren que cultivar una actitud compasiva hacia el propio cuerpo es fundamental para aumentar la apreciación corporal y reducir la vergüenza corporal, lo que, en última instancia, disminuye el riesgo de trastornos alimentarios.
Estos hallazgos respaldan la importancia de fomentar una relación positiva y compasiva con el cuerpo como estrategia preventiva en el contexto de los TCA. Las intervenciones que promuevan la compasión corporal podrían ser efectivas en la prevención y tratamiento de estos trastornos, contribuyendo a mejorar la salud mental y el bienestar general de las mujeres.
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