La periodista Jennifer Wallace se interesó profundamente en el alarmante aumento de problemas de salud mental, como la ansiedad y la depresión, entre niños y adolescentes en escuelas de “alto rendimiento. ” Estos entornos, caracterizados por una fuerte presión académica y expectativas elevadas, estaban mostrando tasas inusuales de estrés psicol...
La periodista Jennifer Wallace se interesó profundamente en el alarmante aumento de problemas de salud mental, como la ansiedad y la depresión, entre niños y adolescentes en escuelas de “alto rendimiento. ” Estos entornos, caracterizados por una fuerte presión académica y expectativas elevadas, estaban mostrando tasas inusuales de estrés psicológico en los estudiantes.
En 2019, Wallace abordó el tema en The Washington Post, y luego decidió profundizar aún más para comprender las causas subyacentes de esta problemática. Para ello, colaboró con investigadores de la escuela de Posgrado en Educación de Harvard y diseñó una encuesta que fue distribuida en redes sociales a través de su propia red y la de los destinatarios en febrero de 2020. Su meta inicial era reunir 1, 000 respuestas, pero la gran receptividad de los padres hizo que alcanzara 6, 500 respuestas en pocos días.
Los resultados de la encuesta fueron reveladores: muchos padres reconocían la presión extrema en sus hijos y compartían la carga emocional de estas expectativas. Un 73% de los encuestados indicó que en sus comunidades se creía que entrar a una universidad selectiva era esencial para el éxito a largo plazo, mientras que el 83% coincidía en que los logros académicos de sus hijos reflejaban su eficacia como padres. Sin embargo, el 87% también expresó el deseo de una infancia menos estresante para sus hijos, evidenciando una ambivalencia sobre las exigencias que imponían a los jóvenes.
Wallace plasmó estos hallazgos en su libro Never Enough: When Achievement Culture Becomes Toxic—And What We Can Do About It, publicado en 2023, que rápidamente se convirtió en un éxito de ventas. Su obra resonó profundamente con los lectores, especialmente con padres que se sentían atrapados en la misma cultura de logro excesivo. Wallace explicó que muchas de sus reacciones reflejaban alivio: “Gracias por plantear estos temas en los que he estado pensando, pero de los que nadie quiere hablar realmente”, decían algunos.
Aunque el deseo de éxito es una fuente de motivación natural, los estudios psicológicos alertan sobre los efectos negativos de la presión excesiva. La obsesión por el rendimiento académico, la progresión laboral y la perfección en todas las áreas puede ser perjudicial para la salud mental, generando un entorno de competencia constante que afecta no solo a los jóvenes, sino también a los padres. Según una creciente cantidad de investigaciones, esta “cultura tóxica del logro” está en aumento y afecta de manera generalizada la percepción del valor propio en función de logros externos.
No obstante, algunos estudios recientes están explorando factores protectores que podrían mitigar estos efectos. Uno de estos factores es la “importancia, ” que consiste en una autovaloración independiente del éxito. Este enfoque podría ayudar a construir una autoestima más sólida y resistente a la cultura del logro. Así, señalar y discutir estos problemas es un paso crucial para promover el bienestar emocional en una sociedad cada vez más enfocada en el éxito y el rendimiento.
Para acceder al texto completo consulte las características de suscripción de la fuente original:https://www. apa. org/