La estimulación magnética transcraneal (EMT) ya cuenta con el respaldo de la FDA estadounidense y de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) para el tratamiento de la depresión resistente. Diversos estudios y la experiencia clínica han demostrado que esta técnica es efectiva en más del 70% de los casos , superando la eficacia de los psicofármacos en pacientes que no responden a los tratamientos convencionales. Además, los resultados se obtienen rápidamente y con mínimos efectos secundarios.
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La depresión resistente afecta a hasta el 30% de los adultos con trastorno depresivo mayor , es decir, personas que llevan meses padeciendo esta enfermedad sin mejorar con los tratamientos tradicionales, que incluyen psicofármacos y psicoterapia. Álvaro Moleón , coordinador del Instituto Andaluz de Salud Cerebral y psiquiatra del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla , explica que estos pacientes "no responden al tratamiento tras haber tomado al menos dos antidepresivos en dosis máximas durante cuatro o seis semanas".
En España, la estimulación magnética transcraneal está ganando terreno rápidamente como alternativa terapéutica. Según Alejandro Fuertes Saiz , psiquiatra del Programa de Depresión Resistente del Hospital La Salud de Valencia y coordinador de la Unidad de Estimulación Cerebral, en los últimos cuatro años ha habido un crecimiento exponencial en el interés por esta técnica, tanto por parte de los profesionales como de los pacientes. "
La EMT es una terapia física de neuromodulación no invasiva que no necesita anestesia y que permite modular la actividad del córtex cerebral a través de un campo magnético que se genera con una bobina colocada sobre la superficie del cráneo. Este campo magnético atraviesa el cráneo y llega hasta a corteza cerebral, produciendo la activación o la inhibición de las neuronas que forman parte de los circuitos afectados en diversas patologías mentales.
“No es invasiva, no necesita anestesia, es específica y es bien tolerada, porque inhibimos o excitamos un circuito neuronal concreto. Después de realizar una resonancia magnética, con el neuronavegador abordamos el punto exacto”, subraya Álvaro Moleón.
El neurólogo inglés Anthony Barker lanzó el primer dispositivo de EMT en la década de los 80.
Fue en 1996 cuando Álvaro Pacual-Leone y Mark George publicaron los primeros artículos y, en 2008, la FDA aprobó este tratamiento para depresión resistente. En 2013, obtuvo la certificación europea y, este año, la FDA ha aprobado su uso en pacientes adolescentes de entre 15 y 18 años con depresión resistente. Actualmente, una veintena de hospitales públicos de nuestro país cuentan con un dispositivo de EMT para emplearlo en trastornos neuropsiquiátricos.
Alejandro Fuertes destaca que la evidencia científica y la experiencia clínica respaldan el valor de esta terapia: “Tiene una alta tasa de efectividad tanto en términos de respuesta como de remisión, en comparación con psicofármacos. Es una intervención con muy pocos efectos secundarios, que son leves, transitorios y no suelen motivar la interrupción del tratamiento”. El más frecuente es la cefalea; sucede en aproximadamente uno de cada tres pacientes. También se han descrito convulsiones, pero son muy raras: una de cada 30.000-40.000 sesiones.
Cuando los psicofármacos no lleganLos resultados apuntan que la estimulación magnética transcraneal es efectiva hasta en un 70% de los pacientes con depresión resistente. Álvaro Moleón, además, destaca varias investigaciones realizadas este año con pacientes que no han respondido a al menos dos antidepresivos, que concluyeron que la EMT es significativamente más efectiva que probar con otros antidepresivos o con un antipsicótico potenciador como el aripiprazol.
Entre los beneficios, considera que la rapidez es uno de los más reseñables: “Con 50 sesiones en cinco días se consigue la remisión en el 70% de los casos. Parece de magos”. El procedimiento es aplicar diez sesiones a día con una duración cada una de nueve minutos y descansos de 50 minutos.
Cuando la respuesta a la estimulación magnética transcraneal (EMT) es positiva, el 70% de los pacientes no recibirá en un año. Álvaro Moleón destaca que "entre todas las técnicas para tratar la depresión resistente , el efecto de la EMT se mantiene por más tiempo cuando los pacientes responden". En estos casos, él sugiere una terapia de mantenimiento con una sesión mensual para "recordarles a los circuitos neuronales el camino adecuado".
Durante las jornadas en Sevilla, Moleón presentó un estudio realizado por su equipo en 104 pacientes con riesgo de suicidio , depresión y ansiedad , demostrando que el EMT reduce la ideación suicida y los intentos de quitarse la vida en estos pacientes.
Sin embargo, la EMT no siempre es efectiva. Hay pacientes que no mejoran con este tratamiento. En esos casos, Moleón recomienda combinar varias técnicas de psiquiatría intervencionista . Además, menciona un estudio reciente que muestra que el 72% de los pacientes que no responden inicialmente a la EMT, logran mejorar tras recibir dos sesiones semanales durante diez semanas.
Por su parte, Alejandro Fuertes resalta los buenos resultados de la estimulación magnética transcraneal (EMT) en poblaciones vulnerables, como embarazadas , adolescentes y personas mayores de 65 años.
En el caso de las mujeres embarazadas, aunque la FDA aún no ha aprobado la EMT para tratar la depresión ni otros trastornos mentales, y ningún dispositivo ha obtenido el certificado de conformidad europea, los resultados son prometedores.
Fuertes explica que los ensayos clínicos han mostrado una tasa de respuesta del 65% al 85% y una tasa de remisión del 35% al 50% , tanto en el periparto como en el postparto . Además, no se han observado efectos secundarios importantes: "Era de esperar, ya que no se utiliza energía ionizante y los pulsos electromagnéticos se dirigen a una zona muy focal".
En el caso de los adolescentes de entre 15 y 21 años, la FDA ya ha aprobado el uso de la EMT, tras revisar los resultados en 1.169 pacientes de Estados Unidos.
La tasa de respuesta fue del 78% y la de remisión se situó entre el 35% y el 50% , lo que ha sido respaldado por otros estudios.En cuanto a los mayores de 65 años , los estudios han demostrado que la EMT es segura y efectiva , sin que las tasas de respuesta disminuyan. Aunque se temía que las características del cerebro en personas mayores pudieran afectar la técnica, los resultados han sido positivos.
Tanto Álvaro Moleón como Alejandro Fuertes confiados en que las indicaciones de la EMT seguirán ampliándose.
En particular, ya se ha investigado su aplicación en casos de deterioro cognitivo , sugiriendo que podría mejorar la cognición y retrasar el deterioro cognitivo . No obstante, Fuertes subraya la importancia de un abordaje multidisciplinar , combinando la EMT con otras técnicas y evaluando cada caso de manera individual.
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