Los fármacos para el área de salud mental, que representan cerca de la cuarta parte del mercado para el Sistema Nervioso (N), mostraron una expansión en ventas que se retrajo desde su pico alcanzado en 2020. Una marcha contable que, sin embargo, no desanima a miles de investigadores en su afán diario por tratar con mayor eficacia los trastornos mentales y mejorar así la calidad de vida de las personas que los padecen y sus allegados.
Neurofarmacología al día
Durante el reciente 36 Congreso Europeo de Neurofarmacología (ECNP), celebrado del 7 a 10 de octubre en Barcelona, pusieron en común sus reflexiones y últimos avances sobre el cerebro y sus patologías más de 5.000 especialistas de diversos continentes, entre psiquiatras, neurocientíficos, neurólogos y psicólogos.
Con cerca de 90 sesiones, los expertos reunidos abordaron asuntos tan diversos como el impacto de los engramas traumáticos y la neurobiología del olvido, la respuesta o su ausencia al placebo, los límites en investigación animal para neurología, las relaciones entre el sexo del individuo y su susceptibilidad cerebral, las nuevas taxonomías de prescripción, los medicamentos que se aprueban aun sin tener biomarcadores, la comorbilidad entre el dolor y los trastornos del ánimo, los riesgos tempranos de enfermedad mental, el equilibrio entre los enfoques biológico y humanístico en psiquiatría, las relaciones entre la comida y el cerebro, el estrés neurobiológico o la nomenclatura basada en neurociencia (NbN).
También se dio un amplio espacio al abordaje de la depresión, con enfoques como la estimulación del nervio vago, el posible exceso de prescripción de antidepresivos, las vías de recompensa en obesidad y depresión, los nuevos enfoques neurobiológicos en adicción al alcohol y otras dependencias, el papel de la serotonina visto a día de hoy en depresión, el papel del litio en trastorno bipolar y también en depresión unipolar resistente al tratamiento, así como la reversibilidad del daño renal debido al citado litio.
Se analizó igualmente la implicación y adherencia a los tratamientos del paciente con esquizofrenia, con un acercamiento a esta patología mental mayor dentro de su multiverso. Además de incluir un estudio de la concentración del plasma de los antipsicóticos para el tratamiento continuado, junto al impacto en síntomas cognitivos como necesidades no cubiertas y la nueva tendencia de los enfoques combinados, farmacológicos, digitales y psicosociales. Para llegar también a calibrar al verdadero potencial de los antipsicóticos inyectables de larga duración en psiquiatría.