Expertos piden mejorar el acceso a medicamentos innovadores para la salud mental
Artículo revisado por nuestra redacción
Mejorar el acceso a los tratamientos más innovadores para las personas con alguna enfermedad mental. Este ha sido el hilo conductor de la mesa "Innovación farmacéutica y sus retos en salud mental", durante el XI Encuentro entre Personal Investigador en Salud Mental, Pacientes y Familiares, celebrado este martes en el Colegio Oficial de Médicos de ...
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Mejorar el acceso a los tratamientos más innovadores para las personas con alguna enfermedad mental. Este ha sido el hilo conductor de la mesa "Innovación farmacéutica y sus retos en salud mental", durante el XI Encuentro entre Personal Investigador en Salud Mental, Pacientes y Familiares, celebrado este martes en el Colegio Oficial de Médicos de Madrid.
Ana González-Pinto, directora científica de CIBERSAM y moderadora de la mesa, ha insistido en la importancia de los fármacos en el abordaje de los trastornos mentales. "Los fármacos son necesarios. Las enfermedades mentales tienen su origen en el cerebro. Es la interacción entre lo biologico y lo externo lo que nos permite sanar la salud mental", ha afirmado, "solo podemos hacer terapia con personas con esquizofrenia si toman la medicación".
Isabel Pineros, directora de Prestación Farmacéutica y Acceso a los Medicamentos de Farmaindustria, ha advertido sobre los retrasos en la incorporación de nuevos medicamentos en España. Según Pineros, el país tarda más que otros, como Alemania, en incorporar innovaciones, lo que limita el acceso de los pacientes. "Necesitamos una autopista para que estos medicamentos lleguen mucho más pronto a los pacientes", ha afirmado, y ha defendido la participación del paciente en todos los procesos terapéuticos para evitar "normas paternalistas".
La equidad en el acceso fue otro eje de la discusión. Josep Antoni Ramos Quiroga, miembro del Comité de Dirección de CIBERSAM, ha reclamado que el acceso a los mejores tratamientos sea inmediato y no dependa del lugar o de la enfermedad. "Equidad es llegar a estar como Alemania", ha insistido.
Ramos ha destacado el papel de los medicamentos denominados de larga duración en el tratamiento de la esquizofrenia. "Se puede administrar una inyección intramuscular una vez al mes, una vez cada tres meses o una vez cada seis meses. Esto abre el abanico para mejorar la adherencia, la continuidad terapeutica y disminuir el riesgo de recaidas", ha explicado.
Además, se ha observado que estos tratamientos "mejoran la mortalidad". En su intervención ha recordado que las personas con enfermedades mentales presentan una reducción de la esperanza de vida de entre 10 y 14 años, por lo que es "muy importante tener tratamientos eficaces. Si la persona no toma la medicación hay mas riesgo de recaídas, riesgo de suicidio", ha explicado.
También ha destacado el papel de las sales de litio en el tratamiento contra la esquizofrenia. "Las sales de litio se conocen desde 1949. Hoy día sabemos que su mecanismo de acción es muy complejo, que está transformando a nivel genético y que tiene un impacto para reducir la oxidación y que eso se traduce en un menor riesgo de recaídas incluso cambiar la evolución de la enfermedad", ha detallado. También ha señalado un dato preocupante: las muertes por suicidio han superado a las muertes por accidente de tráfico.
Asimismo, Ramos ha subrayado la importancia de las organizaciones de familiares en la demanda de cambios en las políticas sanitarias. "Los clínicos podemos tener un papel pero sin la voz de los familiares es difícil que la administración vea una necesidad de cambio".
Los participantes hicieron hincapié en la persistencia del estigma como barrera para el progreso. "En psiquiatría se habla de `pastillas', no de `medicamentos", ha señalado Ramos. González-Pinto ha criticado la visión pesimista que a menudo rodea a la enfermedad mental: "Existe un estigma hacia el paciente, hacia la familia y hacia el médico. Si no nos unimos todos —industria, políticos— estamos perdidos. Se cree que la enfermedad mental es algo que no se puede mejorar". El estudio de los trastornos mentales requiere más recursos, de acuerdo con González-Pinto: "El cerebro es complejo. Es más fácil el estudio de una enfermedad neurológica que de una enfermedad mental; esta requiere más medios. Tenemos que poner un mayor número de recursos. Tenemos que luchar contra siglos de prejuicios". Ramos ha coincidido en que "la dicotomía social-biológico es absurda".
Desde la industria, María Fernanda Prado, directora general de Johnson & Johnson, ha defendido el impacto positivo de la innovación farmacéutica en la salud poblacional: "El desarrollo de novedades terapéuticas es responsable del 73% del aumento de la esperanza de vida. La innovación farmacéutica ha contribuido a que vivamos más y mejor", ha afirmado.
Prado ha recordado, no obstante, los retos inherentes al proceso de descubrimiento y desarrollo: solo una fracción de las moléculas investigadas llega a convertirse en tratamiento disponible y el tiempo medio desde la primera síntesis de un nuevo principio activo hasta su comercialización es de 12 a 13 años. Por ello, ha defendido la colaboración público-privada para acelerar la investigación y la llegada de terapias efectivas. Las áreas prioritarias citadas por la industria incluyen la esquizofrenia, los trastornos del estado de ánimo y las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer.
El XI Encuentro entre Personal Investigador en Salud Mental, Pacientes y Familiares concluyó poniendo el foco en la necesidad de políticas que aceleren el acceso, garanticen equidad y fomenten la cooperación entre investigación, asistencia, pacientes y administraciones para traducir la innovación en beneficios tangibles para las personas con trastornos mentales.
