Objetivo
Los estudios en gemelos han indicado que el trastorno de estrés postraumático (TEPT) presenta una heredabilidad moderada, con evidencia preliminar que sugiere diferencias significativas entre géneros, siendo aparentemente más heredable en mujeres que en hombres.
Sin embargo, hasta la fecha, no se han realizado análisis formales que examinen estas difer...
Objetivo
Los estudios en gemelos han indicado que el trastorno de estrés postraumático (TEPT) presenta una heredabilidad moderada, con evidencia preliminar que sugiere diferencias significativas entre géneros, siendo aparentemente más heredable en mujeres que en hombres.
Sin embargo, hasta la fecha, no se han realizado análisis formales que examinen estas diferencias de género en muestras amplias de gemelos y hermanos.
Este estudio busca estimar las contribuciones genéticas y ambientales al TEPT y realizar un análisis formal de las diferencias de género en la muestra más grande reunida hasta el momento, que incluye tanto gemelos como hermanos cercanos en edad.
Métodos
A través del uso de los Registros Nacionales Suecos, se aplicaron modelos de ecuaciones estructurales para descomponer la varianza del TEPT en componentes genéticos y ambientales, y para evaluar formalmente las diferencias de género tanto cuantitativas como cualitativas. El estudio incluyó a 16, 242 pares de gemelos y 376, 093 pares de hermanos completos con menos de dos años de diferencia de edad, utilizando diagnósticos médicos registrados para identificar casos de TEPT.
Resultados
El análisis indicó que el mejor modelo ajustado incluye tanto efectos genéticos aditivos como factores ambientales únicos que contribuyen al desarrollo del TEPT.
Se observó un significativo efecto cuantitativo de género; la heredabilidad del TEPT fue considerablemente más alta en mujeres (35, 4%) comparado con hombres (28, 6%).
Además, se detectó un efecto cualitativo de género, indicando que, aunque la correlación genética entre géneros es alta (r g = 0. 81, IC del 95% = 0. 73–0. 89), no es completa. No se encontraron pruebas que sugieran la influencia de un ambiente compartido o de un ambiente gemelo especial en el desarrollo del trastorno.
Conclusiones
Este estudio representa la primera demostración formal de los efectos cuantitativos y cualitativos de género en el TEPT, basándose en la muestra más grande de su tipo.
Los hallazgos subrayan que los factores ambientales únicos, y no el entorno compartido, juegan un papel crucial en el TEPT, y que las influencias genéticas son más pronunciadas en mujeres que en hombres. A pesar de la alta correlación hereditaria, las diferencias entre géneros persisten, resaltando la necesidad de considerar estas variaciones en futuras investigaciones y enfoques terapéuticos.
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