José Polo acaba de cumplir tres años al frente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), con la mira puesta en cómo mejorar la actual situación del primer nivel asistencial español. Y es que, a ojos del especialista, la Atención Primaria "debe ser lo que era" en los años 80, cuando no padecía las carencias en cuanto a inversión y recursos humanos, tal y como ha resaltado el propio Polo. "En situaciones peores hemos estado y entre todos hemos sido capaces de solucionar los problemas", añade en esta entrevista con Redacción Médica. Además, para dar un 'salto' cualitativo a la especialidad, Polo ha resaltado que es importante actualizar el programa formativo de Familia.
El máximo dirigente de Semergen, además, ha repasado la actualidad sanitaria con temas candentes del sector, como es la creación de Medicina de Urgencias y Emergencias, así como los efectos que esta tendrá en la Medicina Familiar y Comunitaria (MFyC). "Quién tiene que tratar las urgencias? Tenemos que definir muy bien dónde deben intervenir los diferentes profesionales", recalca. Por otro lado, en Semergen creen 'vital' que la cartera de servicios de la Atención Primaria se renueve de manera "más dinámica", recogiendo las nuevas formas de manejo de diferentes enfermedades.
En septiembre del año 2020 fue designado máximo dirigente de Semergen. Acaba de cumplir este mes de septiembre su tercer año al mando de la sociedad. ¿Qué espera de este último año antes de que finalice la legislatura?
Espero poder cumplir con los determinados objetivos y proyectos que nos planteamos para completar este mandato.
¿De qué tipo de proyectos estamos hablando?
Estamos hablando de proyectos de investigación, proyectos de formación y también de consolidación de nuestra sociedad científica, Semergen, como la líder dentro del ámbito de la Atención Primaria.
¿Cree que tras estos tres años la Atención Primaria en España ha mejorado algo?
Creo que no. Sufrimos un shock enorme durante la pandemia y al sistema sanitario público le está costando recuperar el pulso. Además, la pandemia también ha puesto en evidencia determinadas carencias, que coinciden con estos años en los que estamos teniendo un periodo de jubilaciones y abandonos de muchos profesionales en la Atención Primaria.
En poco más de una semana se celebrará el 45 Congreso Nacional de Semergen en la ciudad de Valencia. ¿Qué esperan aportar a la especialidad desde su cónclave?
Lo primero, como todo congreso, es aportar toda novedad científica, toda consolidación y un proyecto formativo sólido, como líderes que somos en la formación u organización de congresos en habla hispana. Pero también queremos que sea un punto de reivindicación de la Atención Primaria para poner el punto y final a la época de carencias. Les diremos a las distintas administraciones que sin Atención Primaria nuestro sistema sanitario público va a ser el caos.
A día de hoy, ¿cómo calificaría la situación del primer nivel asistencial en España?, ¿qué radiografía hace de la situación?
La situación está mal. Venimos denunciándolo, no ahora, sino desde hace años. El Covid-19 puso en evidencia todas las carencias. La Atención Primaria es la hermana pobre de nuestro sistema sanitario desde hace ya muchos años. Tenemos falta de inversión, falta de proyección, falta de planes… pero desde Semergen queremos transmitir, que lo llevamos impreso en nuestro ADN, que en situaciones peores hemos estado y que entre todos hemos sido capaces de solucionar los problemas. Creemos que la Atención Primaria debe volver a ser lo que era.
Ustedes han solicitado y exigido en más de una ocasión una reforma del Sistema Nacional de Salud (SNS) para homogeneizarlo, un Pacto de Estado, y así no tener, según sus palabras, 17 sistemas sanitarios diferentes. ¿Creen que la solución al problema que vive actualmente Familia es una recentralización de la sanidad?, ¿por qué?
No, creo que no. El sistema sanitario público ha demostrado unos objetivos. Lo que pasa es que es un sistema sanitario fraccionado en la gestión, no en los objetivos, ni en los proyectos, ni en los planes. Entonces, la falta de coordinación de los distintos servicios de salud y la competencia entre algunos de ellos, generan problemas e inequidad a la hora de atender del paciente.
En cuanto a la actualidad sanitaria, uno de los temas candentes es la creación de Medicina de Urgencias y Emergencias. En un principio desde Semergen pidieron la puesta en marcha de Urgencias como una Área de Capacitación Específica (ACE), no como una especialidad médica. Pero el Real Decreto contempla a Urgencias como una especialidad más. ¿Cree que el ministerio no ha tenido en consideración sus propuestas?, y ¿cree que Medicina de Urgencias y Emergencias está naciendo desde el 'camino' equivocado?
El ministerio desde luego que no nos ha hecho caso, porque nosotros pensábamos que tenía que ser un Área de Capacitación Específica. ¿Y por qué lo creíamos? Porque la pandemia nos enseñó que tenemos que estar preparados y podemos tener capacidad de adaptarnos a la situación. ¿Quién llevó el peso durante la pandemia de la atención a los pacientes? Pues la Atención Primaria, los Servicios de Urgencias y Medicina Interna. En ese momento, muchos compañeros, debido a la gran especialización como traumatólogos o cardiólogos intervencionistas, no podían atender a los pacientes. Si hubieran tenido un tronco común y la capacidad de poder adaptarse en poco tiempo, nuestros recursos serían mucho más adaptables.
En segundo lugar, pensábamos que era lo idóneo (crear Urgencias como ACE). Ahora ya están creando la especialidad, es una evidencia. No nos han escuchado. Pero ante esa creación vamos a trabajar para que sea una especialidad en condiciones y que tenga un programa de formación competente. Queremos que los médicos de Atención Primaria no sean los hermanos pobres del sistema y que los recursos no se vayan a otras especialidades.
Por lo tanto, ¿diría que la nueva especialidad de Urgencias está dando sus primeros pasos, digamos, partiendo de unas bases no tan sólidas como debería?
Yo creo que la urgencia va implícito en la profesión médica. Todos estamos para atender urgencias. El cardiólogo tiene que atender urgencias, el médico internista tiene que atender urgencias, el médico de Familia atiende urgencias diariamente. El límite de Urgencias es muy complicado hacerlo. ¿Qué es la urgencia, quién la tiene que tartar? Habrá que definir muy bien los límites donde deben intervenir determinados profesionales, o el llamado urgenciólogo.
Recientemente, las tres sociedades científicas médicas de la especialidad de Medicina de Familia se han reunido con Ordenación Profesional. ¿Cómo ha sido retomar el contacto con Sanidad?, ¿creen que a partir de ahora se reconducirá la situación entre los profesionales y el Gobierno?
Cuando el Ministerio de Sanidad envió el borrador del decreto nosotros hicimos una serie de alegaciones de las cuales algunas han sido recogidas en el borrador actual.
La relación con el ministerio siempre fue buena. Ahora bien, es bueno mantener reuniones con él. Por su parte han sido muy receptivos en algunas cuestiones, por lo que nuestra imprensión fue favorable.
¿El Ministerio de Sanidad llegó a algún tipo de compromiso durante esa reunión en la que abordaron la creación de Urgencias y Emergencias?
Se llegó a un compromiso relativo de escucharnos y de trabajar juntos.
¿A qué se refiere cuando dice que el ministerio se comprometió a escucharles?
Bueno, a tener en cuenta que nuestra reivindicación de un programa de formación específico para el médico de Familia se debe mantener.
Por lo tanto, entiendo que Medicina de Familia tendrá su propio programa formativo, y Urgencias, el suyo específico.
Eso es lo que pedimos desde las sociedades de Atención Primaria.
Y, en cuanto a la troncalidad que contempla el Real Decreto entre ambas especialidades, ¿el ministerio planteó algún tipo de modificación?
El Ministerio escuchó nuestras alegaciones. Otra cosa es que todo proceso interno, sobre todo por parte de la administración, pues llevará a un análisis, a unos pros y unos contras. Pero escuchar, nos escuchó. Nosotros claramente pensamos que debe ser un programa para una especialidad y otro programa para la otra. Son especialidades diferentes.
Llevan varios meses urgiendo al Ministerio de Sanidad la publicación del nuevo programa formativo de Familia. Hemos visto cómo con la creación de Urgencias y Emergencias este proceso se ha ralentizado todavía más y los planes ministeriales en principio apuntaban a que se podría retrasar hasta un año. ¿Qué aspectos debe recoger, en su opinión, el nuevo programa formativo de Familia una vez creada Urgencias?, ¿cree que a día de hoy se está garantizando una formación adecuada en la especialidad?
Creo que no es de recibo y no es lógico que el programa esté retenido. Hace ya más de año y medio nosotros hicimos las alegaciones pertinentes sobre la formación. Concretamente, dijimos que el periodo de formación de los médicos de Familia debía aumentar en los centros de salud para tener una formación más del día a día del trabajo que van a desarrollar, y pensamos que no es de recibo que ese programa no esté ya aprobado. Pensamos que hay algún interés determinado para que no lo aprueben. Es más, la Comisión Nacional de la Especialidad, que está en funciones, quedó en que antes de cesar todos los cargos se aprobaría el programa, por lo que no entendemos por qué no está aprobado.
Entiendo que esta cuestión también se trasladó a Ordenación Profesional. ¿Desde Sanidad han planteado algo a las sociedades científico-médicas?
Se le comentó al Ministerio, sí. Se habló de ello y se indicó que se agilizaría el proceso al máximo.
¿Lo indicó el propio ministerio?
El ministerio justificó que los procesos de organización de recursos humanos y de coordinación dependen mucho de las comunidades autónomas.
Este ha sido el segundo año en el que han quedado plazas desiertas en Medicina de Familia tras la finalización del proceso de la elección MIR. ¿Cuál es la solución para que este escenario no vuelva a darse en la especialidad?
Pues mire, nosotros estamos trabajando en ello. En el transcurso de nuestro congreso insistiremos en qué es lo que tenemos que hacer para captar talento, para que esos médicos no se vayan a otras especialidades, no abandonen su periodo de formación o que después de su desarrollo profesional no abandonen el ámbito de la Atención Primaria. Nadie va a ir a un sitio que está tan mal. Lo primero que tendremos que decir es que vamos a solucionar los problemas que tiene la Atención Primaria. Además, no vamos a ser negativos, vamos a decir que mejoraremos con medidas a corto y medio plazo la situación. Y también creo importante que tenemos que fijar unos objetivos de cómo tiene que ser la formación del médico de Familia y cómo tiene que ser la Atención Primaria, facilitando la investigación, la formación, el acceso a las pruebas diagnósticas y quitando las trabas administrativas que venimos insistiendo. Una vez que el médico se sienta médico y no tenga ese tipo de trabas, la Primaria tendrá un atractivo.
También tendremos que ver qué necesidades tiene ese joven que termina y cuáles son sus expectativas. Y otra de las medidas que venimos insistiendo hace años es que en el periodo de formación de pregrado también debemos formar desde el punto de vista de en qué consiste la Atención Primaria y que haya una asignatura de la misma. Si uno no conoce algo, no puede elegirlo. Quien no lo ha probado siempre tiene la duda. Pues que lo conozca. Y también que los compañeros que trabajen a nivel hospitalario sepan luego, una vez formado aunque desarrollen otra especialidad, si ellos han tenido información en el pregrado, saber también lo que hacemos en Atención Primaria.
Hablando de retrasos en los plazos… la cartera de servicios de Atención Primaria sigue sin actualizarse. ¿En qué situación deja este hecho a los centros de salud del país?
Pues mal, porque la cartera de servicios no es solo una herramienta de trabajo con unos objetivos y un cumplimiento, sino que con ella también se presta un servicio al ciudadano y a nuestra sociedad. Nuestro mundo cambia tanto que su actualización debe ser algo más dinámico. Creo que es importante que la cartera de servicios sea actualizada porque, entre otras cosas, nuestra población exige una serie de mejoras y de pautas, no sólo desde el punto de vista asistencial, sino también de las patologías, puesto que cambian y es conveniente que su manejo se actualice de forma inmediata.
La recertificación médica es otra de las cuestiones que viene sin concretarse. ¿En qué punto está a día de hoy?, ¿creen que Facme está liderando de manera correcta la negociación para sacar adelante la recertificación médica?
La recertificación ha funcionado siempre como con impulsos. Había unos pactos creados con la organización médica collegial (OMC) y sociedades científicas para generar la recertificación. Quedó parado. Ahora parece que ha cogido cierto impulso y desde luego que Facme no es ningún interlocutor de los médicos de atención primaria.
¿Qué gana Medicina de Familia ‘relegando’ esa labor negociadora a Facme?
Semergen no va a delegar nunca a facme la negociación de la recertificación con nadie. Eso que quede muy claro. Facme es una federación, pero Semergen es una sociedad científica que representa a médicos de Familia y en esa negociación con el ministerio, las comunidades autónomas y con cualquier administración tiene que ser interpretado con médicos de Familia. Yo no me veo representado en esa negociación por el presidente de Facme, porque es un internista. Sabrá de Medicina Interna, pero no de Medicina de Familia.
¿Cómo debería plantearse esta situación?
En principio sería respetar los acuerdos que ya estaban firmados. Hay unos acuerdos firmados por las tres sociedades de Atención Primaria, la Organización Médica Colegial, y faltaba impulsarla.
¿Qué características o condiciones debería recoger la recertificación?
Pues yo creo que primero hay dos tipos de competencias que estaba pactado. Una que se llamaban las competencias transversales, que la Organización Médica Colegial validaría la certificación como tal o la validación de la colegiación, y después las sociedades científicas el conocimiento científico.
En más de una ocasión han denunciado la falta de médicos de Familia en todo el Sistema Nacional de Salud (SNS). Ante las jubilaciones próximas y la falta actual de medicos, ¿cómo será la situación de Familia para un plazo medio, por ejemplo, a finales el 2030?
La situación es mala actualmente por la saturación y la acumulación de consultas. Pero hay una cosa clara: o tomamos medidas o llegamos al caos. El sistema sanitario público en general pero la Atención Primaria en particular, no es la puerta de entrada del SNS, es su columna vertebral. Si nosotros caemos, va a caer todo el sistema sanitario y esto será un colapso. Pasaremos de hacer la Atencion Primaria tal y como la hemos entendido estos últimos 30 años a hacerla como hace 60 o 70 años, al sistema ambulatorio, con médicos que tienen que atender en un día unos 70 pacientes.
Por el momento se han acogido a la jubilación activa cerca de 400 médicos en todo el país, según los datos que publican algunas comunidades autónomas. ¿Qué acogida está teniendo entre los profesionales de Medicina de Familia?, ¿consideran que se trata de un número suficiente?, ¿creen que se debería ampliar a otros especialistas?
El ministerio tiene que conocer qué especialidades son las carentes. No es sólo Medicina de Familia, hay otras especialidades como, por ejemplo, Pediatría, que creo que tiene algún problema. Pero, si nosotros estamos diciendo que el sistema está mal, que la Atención Primaria es caótica, eso no nos va a incentivar a continuar, incentiva a irse. Si tenemos el problema de que el joven no viene y que el que ya conoce el sistema tiene un montón de trabajo y lleva muchos años, posiblemente valore jubilarse e irse.
También hay que tener en cuenta otra cosa. Que por muchos compañeros que estén viniendo, si yo antes atendía una consulta y ahora llevo un mes atendiendo tres consultas, pues desde luego que pienso muchas veces, ‘mira, me voy cuanto antes, esto no hay quien lo aguante’.
Desde Familia plantearon la idea de ofrecer facilidades y prioridades a aquellos médicos que aceptaran la jubilación activa. Redacción Médica se ha hecho eco de los planteamientos de las sociedades médicas, que coincidían en la idea de que habría que ofrecer plazas no demasiado problemáticas a estos médicos y sin mucha carga laboral. ¿Se les debería dar esta opción a los profesionales que se acogen a la jubilación activa en familia?
Habría que adaptarla en un momento determinado. Lo que no puede un médico en jubilación activa es, por ejemplo, a la hora de atención continuada o guardias, seguir a un ritmo de tres o cuatro guardias. Posiblemente a lo mejor podría hacer una, si es que puede hacerla. Lo que no podemos es cubrir entre cinco lo que antes cubríamos con diez profesionales. Y si un compañero además está jubilado, no puede hacer tantas horas y tanto trabajo, habría que adaptar un poco su trabajo.
Una vez pasado este ciclo electoral, ¿le plantearán estas cuestiones al Ministerio de Sanidad que se conforme?
No sólo hay que planteárselo al ministerio. Nuestro sistema sanitario lleva una gestión fraccionada. Hay que plantearlo a todas las comunidades autónomas. Por eso pedíamos desde hace meses que dejen de gritarse y las proclamas electoralistas. Que pasen al consenso y al diálogo, que es lo mejor para todos.
Otro de los temas que más debate está generando en Medicina es la rápida irrupción de la inteligencia artificial. ¿Cómo puede mejorar la implementación de esta nueva tecnología la Medicina de Familia?, ¿puede ser una ‘aliada’ para conseguir el fortalecimiento de la atención primaria?
La inteligencia artificial puede ser una herramienta en todo, desde la Medicina hasta la Ingeniería, no solo en la Atención Primaria. Habrá que saber hasta dónde puede llegar y cómo podemos utilizarla. Hay noticias de algún país que quería prohibirla, por lo que habrá que regularla.
¿Cómo habría que hacer esa regulación?
Todo tiene un límite. Si la inteligencia artificial lo que nos va a hacer es no aprender a publicar, no aprender a escribir, no aprender a investigar, pues desde luego que mal. Si lo vamos a utilizar como herramienta para investigación, para formación, para poder publicar, pues bienvenida sea.
Para ir finalizando con la entrevista me gustaría preguntarle cómo viven los médicos de Atención Primaria el actual panorama político. Primero hemos tenido unas elecciones autonómicas, después unas elecciones generales anticipadas y por el momento seguimos teniendo el Gobierno en funciones y sin visos de que se vaya a conformar un nuevo Ejecutivo nacional. ¿Hasta cuándo puede aguantar Familia así?, porque entiendo que por el momento, en la especialidad, una repetición electoral no se plantean, ¿verdad?
Entramos en un ámbito político del cual no quiero opinar. Con respecto a las consejerías, las elecciones de la mayoría de las comunidades autónomas fueron en el mes de mayo. El verano siempre es un periodo vacacional. Es una primera toma de contacto con los nuevos nombramientos. Espero que las nuevas consejerías sean cercanas a las reivindicaciones de la Atención Primaria y que escuchen a los profesionales, que hagan una inversion y que aumenten la potenciación de la Atención Primaria.
Con respecto al tema nacional, siempre conviene que haya un ministro y un ministerio que no estén en funciones para que puedan legislar. Pero no sólo en sanidad, también en obras públicas, en transporte, en asuntos exteriores... debe haber un programa sólido, un programa que sea ecuánime para todo el Estado, con un objetivo de mejorar nuestro sistema sanitario, con medidas a corto y largo plazo.
¿Qué le pedirán a la próxima persona que se encargue de dirigir el Ministerio de Sanidad?, ¿cuáles serían vuestras tres medidas fundamentals a implementar durante la legislature?
Lo primero que le pediría a una persona es que escuche, que escuche a los profesionales. Segundo, que se genere un debate entre todas las comunidades autónomas para llegar a un consenso. Y, tercero, que invierta dinero y que crea en la Atención Primaria. Desde los años 80-90, la apuesta por la Atención Primaria ha ido en declive.
Y, para finalizar, ¿cuáles serán las acciones prioritarias que impulsará Semergen en este curso?
Lo primero es que vamos a seguir trabajando, insistiendo en las medidas que habíamos pedido de reconstrucción de nuestro sistema sanitario. La primera que pedíamos es la gestión de la demanda asistencial, la potenciación de la investigación y que toda la Facultad de Medicina de una asignatura de Medicina de Familia. También vamos a pedir que aumente la capacidad de resolución del médico de atención Primaria con acceso a pruebas diagnósticas y también que pueda, de una vez por todas, intentar suprimir lo que son trabas administrativas a la prescripción de determinados fármacos. Creo que vamos a seguir insistiendo en eso y después vamos a intentar, que la Atención Primaria intentar qué medidas debemos implementar para atraer talento.