Hace menos de un año, Teresa Gómez Escribano se convirtió en la pionera en ocupar una plaza en la nueva especialidad de Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia, inaugurada en la convocatoria MIR de 2023 tras prolongadas demandas de varios grupos sociales que resaltaban la importancia de formar médicos en este ámbito de la salud mental juvenil. Con el número 719 entre 8,348 aprobados, Teresa ahora se encuentra en la etapa final del primer año de esta especialidad que, según confiesa a ConSalud.es, la ha cautivado por completo.
“Recuerdo que supe de la creación de la especialidad un verano, justo antes de iniciar mi último año de carrera. Me frustré mucho porque pensé: ‘Justo cuando tengo claro que quiero dedicarme a la Psiquiatría, agregan la especialidad para adultos y niños. ¿Qué hago ahora?’”, relata Teresa con humor, quien siempre tuvo una inclinación por la salud mental frente a otras especialidades más tradicionales y reputadas.
A pesar de sus dudas iniciales y de no haber rotado por esta especialidad durante su formación universitaria (salvo una “afortunada” excepción en el Hospital de La Princesa), Teresa se ajustó sus expectativas frente al MIR: “Me dije a mí misma: ‘Teresa, no puedes aspirar a la Psiquiatría infanto-juvenil porque solo hay 20 plazas para 12,000 candidatos. Vamos a moderarnos un poco'”. Sin embargo, se sorprendió al obtener una nota que le permitió elegir esta especialidad y el centro para cursarla, viendo en ello “mi oportunidad”, como recuerda haber pensado entonces.
En La Princesa no se ofrecían plazas MIR de Psiquiatría Infantil, por lo que eligió el Gregorio Marañón, otro centro destacado en salud mental. “Nunca antes había sentido tanta pasión por algo, hasta que durante mis prácticas en La Princesa me enamoré del trabajo”, comparte emocionada Teresa, graduada en Medicina por la Universidad Autónoma de Madrid.
“Vi que la Psicología y la farmacología, aunque cruciales, no son suficientes en sí mismas para los niños”, explica, destacando una de las principales razones por las que Sanidad ofreció estas primeras 20 plazas el año pasado, que se incrementaron a 30 en 2024. “Fue un poco como lanzarse sin paracaídas, porque ningún hospital había formado antes a residentes en esta especialidad”, comenta sobre el radical cambio de enfoque en la Psiquiatría Infantil comparada con la de adultos: “En los niños no ves episodios de bipolaridad o psicosis a diario. Es increíble que no se hayan separado estas especialidades antes”.
Teresa cree que la Psiquiatría de adultos es generalmente más desafiante, “porque a menudo te enfrentas a casos donde poco puedes hacer”. En contraste, trabajar con niños ofrece la posibilidad de “cambiar su futuro si actuamos a tiempo. Eso es muy hermoso, aunque también muy duro debido a los trastornos psiquiátricos en niños causados por traumas”, destaca sobre la especialidad que le exige adaptarse a cada paciente.
Con los adultos no es tan común, pero con los niños necesitas aprender a comunicarte con alguien que vive en un mundo completamente diferente. “Están en su mundo, y no te responderán si preguntas directamente sobre su tristeza, así que debes aprender a conectar y establecer vínculos de manera distinta”, reconoce Teresa, valorando su empatía y experiencia previa como monitora de tiempo libre.
En poco más de cuatro años, Teresa Gómez Escribano será una de las primeras especialistas en Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia formadas vía MIR en España. Aunque reconoce cierta incertidumbre por su limitado conocimiento de la psicopatología adulta, su vocación y deseo de aprender prevalecen: “Estamos ante una nueva etapa histórica. Si los adultos desarrollados hemos sido afectados, ¿qué podemos esperar para los niños y adolescentes?”.