Un estudio de la Universidad de Kentucky revela que la atorvastatina, un fármaco de uso común en el control de la colesterolemia, mejora la capacidad de reconocimiento de nuevos objetos en ratones con demencia inducida por hiperhomocisteinemia (HHCN).
Este efecto fue acompañado por el restablecimiento de la expresión de varios de los 108 genes que se ven afectados por la HHCN, tanto en los oligodendrocitos como en la microglía. Erica Weekman, científica del Instituto de Investigación Stark de Neurociencia y directora del estudio, afirma que la atorvastatina no tuvo ningún efecto sobre la pérdida de peso corporal asociada a la dieta causante de la HHCN, ni tampoco sobre los niveles de colesterol circulante, lo que sugiere que el beneficio del fármaco es independiente de su conocido mecanismo de acción.
No obstante, los científicos constataron niveles más bajos de homocisteína total en los ratones tratados.Weekman prosigue indicando que la contribución vascular al deterioro cognitivo, representada en este modelo, es una comorbilidad frecuente en el Alzheimer.
Aunque la mayoría de trabajos previos han examinado la relación entre las estatinas y la reducción de la patología cerebral en esta última enfermedad, el objetivo del actual estudio ha sido examinar la conocida actividad antiinflamatoria de la atorvastatina sobre el riesgo de daño vascular asociado a la demencia. La HHCN es un importante factor de riesgo, especialmente en personas mayores con mala absorción de las vitaminas del grupo B, asegura la investigadora. Weekman concluye subrayando que las mejoras cognitivas observadas en el estudio ocurrieron a pesar de que la atorvastatina no tuvo impacto significativo sobre las microhemorragias asociadas al daño vascular.