La concentración en el cerebro de proteína beta-amiloide se considera un cambio cerebral patológico temprano en la enfermedad de Alzheimer, aunque se desconoce la causa concreta de dicha acumulación.
Al respecto, un reciente estudio realizado por científicos de las Universidades de Turku y Åbo Akademi (Finlandia) y la Universidad de Wisconsin (EEUU) se centró en examinar la cantidad de amiloide en el cerebro de personas mayores que, en su infancia, padecieron epilepsia, y sus controles. El seguimiento se llevó a cabo de manera progresiva a intervalos regulares.
Los resultados, publicados en la revista 'Neurology', demostraron que aquellos pacientes que tuvieron epilepsia infantil mostraban una mayor acumulación de amiloide cerebral. En concreto, se observó una acumulación anormal de amiloide en casi un tercio de los participantes, mientras que solo el 11 por ciento de los controles mostraron esta acumulación.
Durante el seguimiento de siete años, un grupo de pacientes acumuló más amiloide en el cerebro que los controles, además de mostrar un peor rendimiento en las pruebas cognitivas en comparación con los controles.
La cohorte única utilizada en el estudio proporcionó información extensa sobre la epilepsia infantil y su pronóstico a lo largo de décadas.
Los métodos modernos de obtención de imágenes cerebrales, que ahora permiten estudiar la patología amiloide cerebral, se desarrollaron décadas después de que se estableciera la cohorte. A principios de la década de 2010, se contrató a un médico recién graduado, ahora profesor de Neurología, Juho Joutsa, para realizar análisis de imágenes cerebrales.
Los resultados del estudio, según sus investigadores, proporcionan información nueva y única sobre los efectos a muy largo plazo de la epilepsia infantil en el cerebro, y el seguimiento continúa.