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La estimulación transcraneal de corriente directa (tDCS) permite mejorar el lenguaje, la capacidad de atención, la habilidad matemática, la resolución de problemas e, incluso, la memoria en pacientes con trastorno por déficit de atención, con o sin hiperactividad (TDAH) y otros trastornos como, por ejemplo, ansiedad, esquizofrenia o trastorno bipolar.
Se trata de una técnica no invasiva que puede aumentar el rendimiento cognitivo en una variedad de tareas, según la zona cerebral estimulada, y consiste en aplicar una leve corriente constante a una intensidad máxima de 2 mA, directamente en la zona de interés cerebral, a través de pequeños electrodos que se colocan en la cabeza del paciente.
Fue desarrollada originalmente para ayudar a personas con lesiones cerebrales y enfermedades neurodegenerativas. Y es que, diversos estudios han demostrado que las corrientes eléctricas mejoran la capacidad para memorizar y entender relaciones numéricas hasta seis meses después de la descarga; o que la estimulación transcraneal de corriente directa (ETCD) gana importancia como nuevo tratamiento efectivo para la depresión mayor.
Asimismo, en las primeras etapas de la vida del ser humano, también sirven para analizar trastornos del aprendizaje como déficit de atención e hiperactividad; dislexias y disgrafias; autismo y el síndrome de Asperger.
También, permiten diagnosticar y tratar otras enfermedades o problemas neurológicos como el Parkinson, Alzheimer (problemas de memoria) o los 'tics' nerviosos.
En este sentido, el Centro de Rehabilitación del Lenguaje CRL es uno de los pocos centros en España y el único en Madrid que trabaja con estimulación transcraneal de corriente direct.
