Autor/autores:
Javed A y Charles A
La cognición social se ha reconocido como un importante impulsor de los resultados funcionales y la recuperación general en pacientes con esquizofrenia, mediando la relación entre la neurocognición y el funcionamiento social. Dado que la terapia antipsicótica dirigida a la remisión de los síntomas clínicos ha demostrado tener un impacto limit...
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La cognición social se ha reconocido como un importante impulsor de los resultados funcionales y la recuperación general en pacientes con esquizofrenia, mediando la relación entre la neurocognición y el funcionamiento social. Dado que la terapia antipsicótica dirigida a la remisión de los síntomas clínicos ha demostrado tener un impacto limitado en la cognición social, ha habido un impulso creciente para desarrollar estrategias terapéuticas para mejorar específicamente la cognición social en la esquizofrenia. Buscamos revisar la evidencia actual relacionada con la cognición social en la esquizofrenia y sus implicaciones clínicas, incluidas las intervenciones diseñadas para enfocarse en los dominios centrales de la cognición social (procesamiento de emociones, teoría de la mente, sesgo atribucional y percepción social) como un medio para mejorar los resultados funcionales y, por lo tanto, aumenta la probabilidad de recuperación. Los artículos relevantes se identificaron realizando una búsqueda bibliográfica en PubMed utilizando los términos de búsqueda "esquizofrenia" Y "cognición" Y "funcionamiento social", limitados a Título / Resumen, durante un período de tiempo de los últimos 10 años. La evidencia actual demuestra que la esquizofrenia se asocia con deficiencias en los cuatro dominios centrales de la cognición social, durante el pre-primer episodio, primer episodio, fases tempranas y crónicas de la enfermedad, y que tales alteraciones son determinantes importantes del resultado funcional. Las intervenciones dirigidas a los cuatro dominios centrales de la cognición social comprenden enfoques psicosociales (programas de entrenamiento en cognición social) y terapias farmacológicas. Los programas de capacitación en cognición social dirigidos a dominios básicos múltiples y específicos de la cognición social se han mostrado prometedores para mejorar las habilidades de cognición social, lo que, en algunos casos, se ha traducido en mejoras en los resultados funcionales. El uso de algunas intervenciones psicosociales también ha resultado en mejoras en los síntomas clínicos y / o la calidad de vida. Las terapias farmacológicas, incluida la oxitocina y ciertos antipsicóticos, han arrojado resultados más mixtos, debido en parte al impacto de factores como la variación en la genética del receptor, la biodisponibilidad, la farmacocinética y las interacciones medicamentosas, y las inconsistencias entre los diseños del estudio y las dosis de medicación. Se requiere investigación adicional para avanzar en nuestra comprensión del papel de la cognición social en la esquizofrenia, y para establecer aún más la utilidad de las intervenciones dirigidas en este contexto.
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