Un reciente estudio clínico realizado por la Universidad de Pekín y publicado en 'The BMJ' ha revelado que una única inyección de dosis baja de esketamina administrada inmediatamente después del parto puede reducir significativamente los episodios depresivos mayores en mujeres que experimentaron síntomas depresivos durante el embarazo. La investigación destaca que esta intervención podría ser especialmente beneficiosa para las madres primerizas con síntomas depresivos prenatales.
La depresión perinatal, común durante y después del embarazo, puede tener efectos adversos tanto para las madres como para sus bebés. La esketamina, derivada de la ketamina y utilizada tanto como anestésico como antidepresivo, no tenía evidencia clara sobre su efectividad en madres con depresión perinatal hasta ahora.
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El estudio evaluó a 361 madres en China, sin historial de depresión médica pero con síntomas de depresión prenatal leve, asignadas aleatoriamente para recibir esketamina o un placebo tras el parto. Los resultados mostraron que solo el 6.7% de las madres tratadas con esketamina experimentaron un episodio depresivo mayor 42 días después del parto, en comparación con el 25.4% de aquellas que recibieron placebo, lo que indica una reducción del riesgo relativo de cerca de tres cuartas partes.
Además, las madres tratadas con esketamina mostraron puntuaciones más bajas en las escalas de depresión de Edimburgo y Hamilton durante los seguimientos. Aunque se registraron más eventos adversos neuropsiquiátricos en el grupo de esketamina, como mareos y diplopía, estos fueron de corta duración y no requirieron intervención médica.
Es importante mencionar que el estudio excluyó a madres con trastornos del estado de ánimo previos y que el seguimiento fue relativamente corto, lo que podría influir en la generalización de los resultados. Además, como la mayoría de los participantes solo mostraban síntomas leves de depresión prenatal, queda la duda sobre la efectividad de la esketamina en casos más severos.
No obstante, los investigadores concluyen que la esketamina en dosis bajas podría ser considerada para madres con síntomas depresivos prenatales, ampliando así la comprensión de su uso potencial en la prevención de la depresión posparto. Este hallazgo es coherente con investigaciones anteriores sobre los efectos de la ketamina y la esketamina en la depresión posparto, especialmente en madres que han tenido cesáreas.
