Los resultados de un ensayo de fase III revelan que la adición de meditación al tratamiento convencional aumenta la eficacia de este último en la reducción de la frecuencia de cefaleas, en pacientes con migraña crónica. El ensayo alcanzó su objetivo primario de reducción de al menos un 50% en la frecuencia de episodios migrañosos a los 12 meses, mejorando además aspectos clave, tales como la calidad de vida, discapacidad, impacto del dolor, pérdida de productividad, uso de medicación y costes sanitarios directos e indirectos.
Alberto Raggi, investigador del Instituto Neurológico Carlo Besta y director del estudio, afirma que el programa de meditación consistió en 6 sesiones de grupo, seguidas de sesiones diarias individuales de 7 a 10 minutos de duración, mientras que el tratamiento convencional estuvo centrado en la prescripción de profilaxis personalizada, formación acerca del uso correcto de las medicaciones y retirada de fármacos de abuso, la cual tuvo lugar de forma abrupta y en condiciones de ingreso hospitalario.
La disminución del uso de fármacos al final del ensayo fue significativa, tanto al considerar la totalidad de los mismos como sólo los AINES, asegura Raggi. Hasta la fecha, este es el mayor ensayo con meditación en pacientes con cefaleas migrañosas y uno de los mayores con terapia conductual en este contexto, añade el investigador. Raggi considera especialmente relevante el impacto de la meditación sobre la pérdida de productividad, que disminuyó desde los 20 a los 7 días por trimestre, con una reducción media de más del 60%.
Los autores del ensayo enfatizan la necesidad de concienciar al paciente de la imprevisibilidad de la migraña, aspecto en el que la meditación puede contribuir positivamente.