El psicólogo, psicopedagogo y especialista en educación infantil, Jorge López Pérez Vallejo, ha destacado la importancia de diagnosticar eficazmente el autismo para realizar un tratamiento personalizado y adaptado con el fin de conseguir mejoras en el pronóstico de ciertos síntomas.
En 2017, la Organización Mundial de la Salud estimaba que 1 de cada 160 niños tiene un trastorno del espectro autista, aunque el experto ha avisado de que "nunca" se ha tenido un número exacto por los "grandes vacíos" que existen alrededor de este tipo de trastornos en cuanto a investigación, desde estudios para conocer datos concretos, hasta la detección temprana y posterior tratamiento.
"Para evitar diagnósticos erróneos, la evaluación del niño o de la niña debe ser integral, realizada por un equipo multidisciplinar y especializado; y en cuanto a lo sistémico es importante incluir a la familia y tomar en cuenta síntomas fuera del ambiente académico y escolar", ha dicho el doctor.
Por tanto, prosigue, un diagnóstico preciso y preferiblemente temprano es "esencial" para una mejora real, ya que la falta de conocimiento sobre este tipo de trastornos puede llevar a conclusiones precoces que "no son verdad". Por ejemplo, el autismo a menudo se confunde con trastornos obsesivos-compulsivos, muy habituales en niños, que se diferencian en que este tipo de trastornos se incluyen entre las neurosis y, por tanto, se pueden curar del todo.
"Recientemente ha llegado a la consulta un caso de un niño diagnosticado con autismo cuando en realidad su comportamiento estaba ligado a unas altas capacidades intelectuales que, en este caso, no acompañaban síntomas pertenecientes al espectro autista, y esto demuestra la importancia de saber diagnosticar este tipo de trastornos para no crear otros problemas en los niños, etiquetándolos sin criterios suficientes, y generalizando con un trastorno que es importante respetar y diagnosticar con fundamentos", ha comentado Vallejo.
Y es que, tal y como ha argumentado, con un diagnóstico erróneo, los niños pequeños pueden llegar a sufrir otros tipos de enfermedades causadas por tratamientos innecesarios, incluyendo en ocasiones el uso de medicación. Así, ha insistido en que con un correcto diagnóstico y tratamiento, síntomas como la dificultad a la hora de comunicarse, el bloqueo social, o los movimientos rítmicos y repetitivos pueden mejorar de manera considerable en muchos casos.
"Por eso es importante eliminar las sospechas y los mitos sobre este tipo de trastornos y consultar a un profesional de este ámbito para conseguir un diagnóstico real y así poder recibir un tratamiento lo más adaptado y personalizado posible para intentar mejorar la calidad de vida del niño. Con un adecuado tratamiento, desde la terapia breve estratégica se trabaja para que el niño deje de desarrollar sus rituales o patrones disfuncionales de comunicación no verbal, y si esto ocurre, puede que no nos encontremos ante un trastorno del espectro autista, sino ante un diagnóstico erróneo que debemos deshacer", ha recalcado.
Con una técnica conductual y de gran flexibilidad para adaptarse a cada caso, se trabaja la tendencia al aislamiento y el bloqueo social. "Este modelo terapéutico permite tratamientos prácticos y altamente efectivos, la elección de instrumentos que sean adecuados a cada situación concreta es esencial, siempre con una atención profesional especializada y un trabajo continuo con las familias", ha zanjado López Vallejo.
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